En el Punjab, la capa freática de los campos de cultivo de trigo y arroz basmati está descendiendo a razón de unos 3 metros al año. Los pozos que en 1970 estaban a 30 metros de profundidad ahora estaban superando los 300 metros de profundidad. El Punjab representa el 1,5% de la India. Es el granero del país donde se cultiva el 60% del trigo y el 50% del arroz de la India. Antes de 1970, en verano se cultivaban maíz, cacahuetes, arroz y algodón y en invierno trigo, legumbres y garbanzos. Por entonces, la población de la India era de 500 millones de habitantes frente a los 1.100 millones de hoy. Entre 1968 y 1969, se introduce, por primera vez, las variantes enanas de trigo y de arroz en el Punjab. Antes de la revolución verde, se obtenía una tonelada de arroz y 1,2 de trigo por hectárea. De repente, las cosechas pasaron a ser de 4 toneladas de arroz y 4,5 de trigo. Lo único que se necesitaba era agua en abundancia. Para ello, se excavaron pozos para extraer agua. El resultado fue 1,2 millones de pozos excavados en el Punjab. Los efectos no tardaron en llegar: "Estabilizar el ciclo del agua, de modo que el uso iguale a la recarga anual por medio de la lluvia, requerirá diez o quince años. Pero si no controlamos también la población y llegamos a un punto de equilibrio con los recursos naturales, tendremos un problema serio. Los agricultores sufrirán. Tendremos agitación social. Nuestra preocupación inmediata es el agua. Pero a menos que hagamos algo en la próxima década con respecto a la población, habremos decidido,en masa, cometer un suicidio hidrológico."
Una de las consecuencias más devastadoras ha sido el suicidio de entre 40.000 y 50.000 agricultores del Punyab en las dos últimas décadas. A nivel de la India, desde 1995 se han suicidado 270.000 agricultores indios. La causa de los alarmantes suicidios es que habían contraído una deuda que no podían hacer frente. Muchos agricultores acudían a prestamistas porque no podían acceder al crédito bancario. Al no poder pagar al prestamista, se suicidaban ingeriendo pesticidas. Era fácil que los agricultores se endeudaran en el contexto de la revolución verde, puesto que los punyabíes tenían ya una tradición previa de contraer deudas sociales. La herencia de la revolución verde ha sido el enorme endeudamiento de los agricultores, las enfermedades por el uso de pesticidas- infartos, hipertensión, cáncer, dificultades de aprendizaje...- y los suicidios consumados como consecuencia de no poder hacer frente a las deudas. La revolución verde hizo del Punjab uno de los estados más ricos de la India. Pero su "legendaria abundancia" basada en el cereal ahora está desmoronándose. Cada año cuesta encontrar más agua y pocos se dedican a otros cultivos más resistentes y con menos necesidad de agua. Los enormes gastos no compensan el rendimiento de los cultivos. Los agricultores creen que la revolución verde nunca fue para ellos sino para el resto del país.
Su estado vecino, Haryana, tiene un problema con el censo poblacional. Las razones del desequilibrio entre hombres y mujeres responde a la creencia generalizada entre hindúes que ir al cielo depende de tener un hijo varón que encienda los piras funerarias de sus padres. Aunque el aborto es legal en la India desde 1971, se práctica de forma selectiva en función del sexo del feto. Esta práctica se castiga tanto con la cárcel como con multas. Sin embargo, la aplicación de la ley es tan laxa que se calcula que en 2030 la India podría tener un 20% más de hombres que de mujeres. La fecundidad ha caído en la India en la última década, pero Haryana se encuentra entre los estados que están muy por encima del nivel de sustitución. En la India, nace un bebé cada 2 segundos, esto es, más de 43.000 en un día y más de 15 millones al año. Recientemente, los demógrafos del gobierno predicen que la India alcanzaría una población estable en 2045 con 1450 millones de habitantes. No obstante, dadas las tasas de crecimiento, pocos están convencidos de que esta predicción se vaya a cumplir. Pese a todo, hay un sencillo dato que podría marcar una diferencia. Las mujeres que tienen estudios secundarios o universitarios, sus tasas de fecundidad están por debajo de la tasa de sustitución. Mientras que las mujeres sin educación es de 6.
El estado indio de Kerala ha sido alabado internacionalmente por el trato paritario entre géneros. No existe desequilibrios entre sexos y, desde la década de 1970, también tiene la tasa de fecundidad más baja del país. Kerala es un estado donde coexisten hindúes, musulmanes y cristianos. Desde 1957, el gobierno comunista de Kerala promovió la educación entre las diferentes castas y se comprometió con el acceso a la sanidad pública. Su éxito se debe en parte a la toma de conciencia, en la década de 1960, cuando Kerala tenía el crecimiento demográfico más rápido de la India. Las políticas se tradujeron en una disminución de la mortalidad infantil y en un aumento de la longevidad de la población adulta. Un programa de planificación familiar comenzó a distribuir gratuitamente las píldoras anticonceptivas entre las mujeres. La aceptación de la planificación familiar siguió la misma trayectoria ascendente a la alfabetización femenina. A finales de la década de 1990, Kerala se convirtió en el primer estado de la India en alcanzar la tasa de nivel de sustitución. El desarrollo social de Kerala, junto a su fecundidad baja, fue elogiada por los economistas. El "modelo Kerala" se convirtió en una inspiración para el Índice de Desarrollo Humano alternativo al PIB como medida de desarrollo saludable. Asimismo, Kerala fue mencionada durante la formulación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en el seno de las Naciones Unidas, como un ejemplo mundial de igualdad de géneros, potenciación de la mujer, reducción de la mortalidad materna e infantil y la implantación de una atención sanitaria y una educación universales.
Una de las consecuencias más devastadoras ha sido el suicidio de entre 40.000 y 50.000 agricultores del Punyab en las dos últimas décadas. A nivel de la India, desde 1995 se han suicidado 270.000 agricultores indios. La causa de los alarmantes suicidios es que habían contraído una deuda que no podían hacer frente. Muchos agricultores acudían a prestamistas porque no podían acceder al crédito bancario. Al no poder pagar al prestamista, se suicidaban ingeriendo pesticidas. Era fácil que los agricultores se endeudaran en el contexto de la revolución verde, puesto que los punyabíes tenían ya una tradición previa de contraer deudas sociales. La herencia de la revolución verde ha sido el enorme endeudamiento de los agricultores, las enfermedades por el uso de pesticidas- infartos, hipertensión, cáncer, dificultades de aprendizaje...- y los suicidios consumados como consecuencia de no poder hacer frente a las deudas. La revolución verde hizo del Punjab uno de los estados más ricos de la India. Pero su "legendaria abundancia" basada en el cereal ahora está desmoronándose. Cada año cuesta encontrar más agua y pocos se dedican a otros cultivos más resistentes y con menos necesidad de agua. Los enormes gastos no compensan el rendimiento de los cultivos. Los agricultores creen que la revolución verde nunca fue para ellos sino para el resto del país.
Su estado vecino, Haryana, tiene un problema con el censo poblacional. Las razones del desequilibrio entre hombres y mujeres responde a la creencia generalizada entre hindúes que ir al cielo depende de tener un hijo varón que encienda los piras funerarias de sus padres. Aunque el aborto es legal en la India desde 1971, se práctica de forma selectiva en función del sexo del feto. Esta práctica se castiga tanto con la cárcel como con multas. Sin embargo, la aplicación de la ley es tan laxa que se calcula que en 2030 la India podría tener un 20% más de hombres que de mujeres. La fecundidad ha caído en la India en la última década, pero Haryana se encuentra entre los estados que están muy por encima del nivel de sustitución. En la India, nace un bebé cada 2 segundos, esto es, más de 43.000 en un día y más de 15 millones al año. Recientemente, los demógrafos del gobierno predicen que la India alcanzaría una población estable en 2045 con 1450 millones de habitantes. No obstante, dadas las tasas de crecimiento, pocos están convencidos de que esta predicción se vaya a cumplir. Pese a todo, hay un sencillo dato que podría marcar una diferencia. Las mujeres que tienen estudios secundarios o universitarios, sus tasas de fecundidad están por debajo de la tasa de sustitución. Mientras que las mujeres sin educación es de 6.
El estado indio de Kerala ha sido alabado internacionalmente por el trato paritario entre géneros. No existe desequilibrios entre sexos y, desde la década de 1970, también tiene la tasa de fecundidad más baja del país. Kerala es un estado donde coexisten hindúes, musulmanes y cristianos. Desde 1957, el gobierno comunista de Kerala promovió la educación entre las diferentes castas y se comprometió con el acceso a la sanidad pública. Su éxito se debe en parte a la toma de conciencia, en la década de 1960, cuando Kerala tenía el crecimiento demográfico más rápido de la India. Las políticas se tradujeron en una disminución de la mortalidad infantil y en un aumento de la longevidad de la población adulta. Un programa de planificación familiar comenzó a distribuir gratuitamente las píldoras anticonceptivas entre las mujeres. La aceptación de la planificación familiar siguió la misma trayectoria ascendente a la alfabetización femenina. A finales de la década de 1990, Kerala se convirtió en el primer estado de la India en alcanzar la tasa de nivel de sustitución. El desarrollo social de Kerala, junto a su fecundidad baja, fue elogiada por los economistas. El "modelo Kerala" se convirtió en una inspiración para el Índice de Desarrollo Humano alternativo al PIB como medida de desarrollo saludable. Asimismo, Kerala fue mencionada durante la formulación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en el seno de las Naciones Unidas, como un ejemplo mundial de igualdad de géneros, potenciación de la mujer, reducción de la mortalidad materna e infantil y la implantación de una atención sanitaria y una educación universales.