El primer estudio de demografía fue el realizado por John Graunt en 1662 en Londres. Se trata de un análisis de los decesos de la ciudad de Londres a partir de los cuales propone diferentes estimaciones del número de habitantes de la ciudad. En su trabajo sobre demografía se habla, por primera vez, de tasa de fecundidad y de tabla de mortalidad. Un amigo suyo, el doctor William Petty, estaba interesado en los Boletines de mortalidad de Dublín. Su obra, Cinq essais sur l'arithmétique politique, publicada 1699, marca el inicio del análisis económico y político de la demografía "que se apoya sistemáticamente sobre observaciones y medidas y dejando un amplio lugar a las cuestiones de la población."
Paralelamente, se desarrolla un debate sobre el análisis de la mortalidad. La cuestión de la medida de la mortalidad se desarrollará a través de la aparición de "sistemas de rentas vitalicias" y de seguros de vida. Las mayores contribuciones a la demografía las hará los matemáticos, físicos o astrónomos. En 1669, Christian y Louis Huygens definen las nociones de esperanza de vida y de vida probable, a partir del trabajo de John Graunt. Sus trabajos quedaron inéditos y no se publicaran 10 años más tarde. El astrónomo Edmund Halley publicó en 1693 la primera tabla de mortalidad basada sobre observaciones. Utilizando el número de fallecidos en la ciudad de Breslau. Precisó que su cálculo sólo era válido bajo la hipótesis de una población "cerrada y estacionaria." El método se utiliza aún hoy para el cálculo de las tasas de mortalidad.
Otro aspecto es el interés por el crecimiento o decrecimiento demográfico. Algunos autores consideraban que el mundo y Europa estaban en vías de despoblación: era el caso de Mirabeau, Robert Wallace o de Montesquieu que estimaban que la población de Europa estaba volviendo hacia atrás. Otros autores como Voltaire o Hume tenían la opinión contraria. Como era difícil conocer cuál era la población de Francia en el siglo XVIII en comparación con la de la Galia de César, se empezó a desarrollar las primeras aproximaciones a la Estadística Demográfica.
La idea de censo es antiguo y siempre ha interesado a los grandes imperios. En Francia, encontramos los trabajos de Vauban (1686) publicados en su Méthode générale et facile pour faire la dénombrement les peuples y en 1707 en su Projet d'une dîrme royale. En ellos, sugiere un procedimiento de censo permanente, con la apariencia de registros de población en todas las parroquias y la compilación de tablas.
A lo largo del siglo XVIII se producen múltiples esfuerzos por recoger datos bien sobre la población, bien sobre los nacimientos o muertes, que atestan numerosas publicaciones. El librero Saugrain publica en 1726 un Dictionnaire universal de la France en 3 volúmenes; el abad y geógrafo Jean - Joseph d'Expily publica a partir de 1762 su Dictionnaire géogrphique, historique et politique des Gaules et de la France- en seis volúmenes- y Louis Mézanse sus Recherches sur la population les généralités d'Auvergne, de Lyon et de Roven en 1766.
El debate sobre las posibilidades y los riesgos de un crecimiento demográfico demasiado rápido por el pastor Thomas Robert Malthus, que expresa en 1798, en su Essay on the Priciple of Population. Este ensayo, con reediciones y revisiones sucesivas, lanzará un gran debate entre los economistas en el siglo XIX. La proposición más radical será la de Marx, considerando que la situación demográfica depende esencialmente de los modos de producción y de las modalidades de reparto de la riqueza del país. La restricción de los nacimientos no es por tanto, más que un peligroso derivado.
Dos obras han marcado el estudio de la demografía durante el siglo XVIII. Se trata de l'Ordre Divin dans les changements du gene humain, prouvé d'après la natalité, la mortalité et la propagation de l'Espece, de Johann Peter Süssmilch, publicado en 1741 y después en 2 volúmenes en 1761-1762.
En la primera parte, Süsmilch revisa las causas de la mortalidad, evalúa "el número de matrimonios anuales y la población total, calcula la fecundidad de los matrimonios y la tasa de natalidad." En la segunda parte, el autor examina "los efectos de las leyes agrarias, de la industrialización naciente, de la nocividad del lujo, de los sistemas de rentas vitalicias y tontinas." La otra gran obra es la de Jean- Baptiste Moheau, publicada en 1778, con el nombre de Recherches et Considerations sur la population de la France. Moheau fue secretario particular del barón de Montyon. Su trabajo separa la "constante"(Libro I: l'État de la population) del "análisis de las causas y las consecuencias"(Libro II: des causes du progrès ou de la décadence de la population). Los primeros capítulos del libro I tratan sobre "las fuentes de los datos y de la estructura de la población." Los demás capítulos sobre el movimiento de la población: analiza la fecundidad, la mortalidad y las migraciones. Mientras que en el libro II trata sobre "las causas físicas que influyen sobre la población y las causas políticas, cíviles o morales."
A partir de la Revolución industrial, los censos poblacionales se suceden rápidamente. La estadística se van consolidando poco a poco. Ahora el debate se centra en la interpretación de datos. Se van descubriendo nuevas leyes del mundo físico que se aplican a la demografía. A mitad del siglo XIX, el astrónomo y matemático belga Lambert- Adolphe Quetalet desarrolla lo que pasa a denominarse como "física social" que sintetiza en su obra Du Système social et deslois qui le régissent en 1848. El francés Achille Guillard es el primero que introduce el uso del término "demografía" en su obra: "Élémento de Statistique humaine, ou Démographie comparée", publicado en 1855. Desarrolla lo que se llamará la estadística humana o demografía. La primera cátedra de demografía es para Louis- Adolphe Bertillon. En la misma época, Arsène Dumont desarrolla su teoría de la "capilaridad social" en Dépopulation et civilisation(1890). En 1889, se publica la monumental obra de Émile Levasseur, La population avant 1789 et démographie de la France comparée à celle des autres nations au XIX siècle constituye una síntesis del conocimiento de la demografía del S.XIX.
Otro aspecto es el interés por el crecimiento o decrecimiento demográfico. Algunos autores consideraban que el mundo y Europa estaban en vías de despoblación: era el caso de Mirabeau, Robert Wallace o de Montesquieu que estimaban que la población de Europa estaba volviendo hacia atrás. Otros autores como Voltaire o Hume tenían la opinión contraria. Como era difícil conocer cuál era la población de Francia en el siglo XVIII en comparación con la de la Galia de César, se empezó a desarrollar las primeras aproximaciones a la Estadística Demográfica.
La idea de censo es antiguo y siempre ha interesado a los grandes imperios. En Francia, encontramos los trabajos de Vauban (1686) publicados en su Méthode générale et facile pour faire la dénombrement les peuples y en 1707 en su Projet d'une dîrme royale. En ellos, sugiere un procedimiento de censo permanente, con la apariencia de registros de población en todas las parroquias y la compilación de tablas.
A lo largo del siglo XVIII se producen múltiples esfuerzos por recoger datos bien sobre la población, bien sobre los nacimientos o muertes, que atestan numerosas publicaciones. El librero Saugrain publica en 1726 un Dictionnaire universal de la France en 3 volúmenes; el abad y geógrafo Jean - Joseph d'Expily publica a partir de 1762 su Dictionnaire géogrphique, historique et politique des Gaules et de la France- en seis volúmenes- y Louis Mézanse sus Recherches sur la population les généralités d'Auvergne, de Lyon et de Roven en 1766.
El debate sobre las posibilidades y los riesgos de un crecimiento demográfico demasiado rápido por el pastor Thomas Robert Malthus, que expresa en 1798, en su Essay on the Priciple of Population. Este ensayo, con reediciones y revisiones sucesivas, lanzará un gran debate entre los economistas en el siglo XIX. La proposición más radical será la de Marx, considerando que la situación demográfica depende esencialmente de los modos de producción y de las modalidades de reparto de la riqueza del país. La restricción de los nacimientos no es por tanto, más que un peligroso derivado.
Dos obras han marcado el estudio de la demografía durante el siglo XVIII. Se trata de l'Ordre Divin dans les changements du gene humain, prouvé d'après la natalité, la mortalité et la propagation de l'Espece, de Johann Peter Süssmilch, publicado en 1741 y después en 2 volúmenes en 1761-1762.
En la primera parte, Süsmilch revisa las causas de la mortalidad, evalúa "el número de matrimonios anuales y la población total, calcula la fecundidad de los matrimonios y la tasa de natalidad." En la segunda parte, el autor examina "los efectos de las leyes agrarias, de la industrialización naciente, de la nocividad del lujo, de los sistemas de rentas vitalicias y tontinas." La otra gran obra es la de Jean- Baptiste Moheau, publicada en 1778, con el nombre de Recherches et Considerations sur la population de la France. Moheau fue secretario particular del barón de Montyon. Su trabajo separa la "constante"(Libro I: l'État de la population) del "análisis de las causas y las consecuencias"(Libro II: des causes du progrès ou de la décadence de la population). Los primeros capítulos del libro I tratan sobre "las fuentes de los datos y de la estructura de la población." Los demás capítulos sobre el movimiento de la población: analiza la fecundidad, la mortalidad y las migraciones. Mientras que en el libro II trata sobre "las causas físicas que influyen sobre la población y las causas políticas, cíviles o morales."
A partir de la Revolución industrial, los censos poblacionales se suceden rápidamente. La estadística se van consolidando poco a poco. Ahora el debate se centra en la interpretación de datos. Se van descubriendo nuevas leyes del mundo físico que se aplican a la demografía. A mitad del siglo XIX, el astrónomo y matemático belga Lambert- Adolphe Quetalet desarrolla lo que pasa a denominarse como "física social" que sintetiza en su obra Du Système social et deslois qui le régissent en 1848. El francés Achille Guillard es el primero que introduce el uso del término "demografía" en su obra: "Élémento de Statistique humaine, ou Démographie comparée", publicado en 1855. Desarrolla lo que se llamará la estadística humana o demografía. La primera cátedra de demografía es para Louis- Adolphe Bertillon. En la misma época, Arsène Dumont desarrolla su teoría de la "capilaridad social" en Dépopulation et civilisation(1890). En 1889, se publica la monumental obra de Émile Levasseur, La population avant 1789 et démographie de la France comparée à celle des autres nations au XIX siècle constituye una síntesis del conocimiento de la demografía del S.XIX.