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17 de julio de 2012

La educación y el significado de la vida: Primer capítulo

La educación y el significado de la vida es el primer capítulo del libro del mismo nombre. 

¿Cuál es el propósito de la educación? y ¿Cuál es el significado de la vida? Jiddu Krishnamurti plantea, indaga y resuelve estas dos cuestiones en el primer capítulo del libro.

Para Krishnamurti, la educación produce un tipo de ser humano cuyo objetivo es encontrar estabilidad, buscar seguridad y tener éxito en la vida, impidiendo la comprensión de su propia vida en su totalidad e integridad. La educación, que hemos recibido, hace que nos de miedo ser diferentes a los demás o pensar distinto a lo establecido. Así, no existe en nosotros un verdadero espíritu de inconformidad, de profunda rebeldía psicológica. ¿En qué consiste esa rebeldía? Existe una rebeldía que no es el resultado de ninguna reacción sino que surge del conocimiento propio, es decir, del darnos cuenta de nuestros propios pensamientos y sentimientos. Ese darse cuenta puede conducir a una profunda rebeldía psicológica, despertando nuestra inteligencia y manteniéndola viva.

El significado de la vida- y su profundidad- viene condicionado por la educación recibida: "Si se nos educa simplemente para lograr honores, alcanzar una buena posición, o ser más eficientes, o para poder tener mayor dominio sobre los demás, entonces nuestras vidas estarán vacías y carecerán de profundidad" y continúa afirmando "Aunque la vida tiene un significado mucho más inmenso y sublime, ¿de qué nos sirve la educación si nunca llegamos a descubrirlo? Puede que seamos muy instruidos, pero si nuestro pensamiento y sentimiento no están intimamente integrados, nuestras vidas resultan incompletas, contradictorias y atormentadas por incontables temores;" La educación debe cultivar una visión integral de la vida porque sino carece de significado y tiene poco valor. Hemos compartimentado la vida de tal manera que la educación ha perdido todo su sentido, excepto para aprender una profesión. En vez, de despertar la inteligencia del niño, la educación lo anima a ajustarse a un molde o a un patrón determinado, impidiéndole que se comprenda a sí mismo. Como dice Jiddu Krishnamurti: "La educación y el entorno nos han adiestrado a todos para que nuestras metas sean la ganancia personal y la seguridad, y para que luchemos en beneficio propio. Por mucho que lo disimulemos con eufemismos, se nos ha educado para que desempeñemos una diversidad de profesiones encuadradas en el marco de un sistema cuyas bases son la explotación, la ambición y el miedo que esta genera".

La educación no debe "adiestrar" la mente del niño porque el adiestramiento puede hacernos más eficientes, y por tanto, más eficaces, pero nunca seres íntegros y completos. La "verdadera educación" para Krishnamurti debe examinar y comprender el significado de la vida en su totalidad. Comprender la vida es comprenderse a sí mismo y es a su vez "el principio y el fin de la educación". La educación tiene como prioridad ayudar a descubrir el significado de la vida como un todo, creando seres humanos completos, integrados e inteligentes. La inteligencia entendida como la capacidad para percibir lo esencial "lo que es" y el despertar de la inteligencia es el fin último de la educación. La educación debería ayudarnos a descubrir los "valores permanentes" de la vida. Debería alentar al niño a descubrir los "verdaderos valores" que surgen de la investigación y del darse cuenta de uno mismo.

Por último, Jiddu Krishnamurti apunta una gran verdad: los sistemas educativos no cambian por causalidad sino que se transforman cuando en nosotros se produce un cambio fundamental: "Lo primordialmente importante es el individuo, no el sistema; y mientras el individuo no comprenda el proceso total de su propia existencia, no hay sistema, ni de derechas ni de izquierdas, que pueda traer orden y paz al mundo."


3 de julio de 2012

La educación y el significado de la vida: Presentación y descripción del libro

El siguiente libro, que vamos a comentar en el blog, es La educación y el significado de la vida de Jiddu Krishnamurti. Es el segundo libro que comentamos del "filósofo" y orador indio Jiddu Krishnamurti.

La educación y el significado de la vida desarrolla una de las temáticas de la obra de Jiddu Krishnamurti. Sin duda, la educación cobró protagonismo, en las enseñanzas de Krishnamurti, en el transcurso de su vida.Este libro refleja su interés por la educación.

La educación no es la "mera acumulación de datos y conocimientos extraídos de los libros" en palabras de Krishnamurti sino la comprensión de uno mismo. Educar no consiste en "adiestrar la mente" porque el adiestramiento nos hace personas eficientes pero nunca seres humanos completos. Educar es comprender el significado de la vida como una totalidad y comprender la vida es comprendernos a nosotros mismos a través de la relación y este es a su vez el principio y el fin de la educación. La educación debe crear seres humanos integrados y por tanto inteligentes. La inteligencia entendida como la capacidad para percibir lo esencial y "el despertar esta capacidad en nosotros mismos y en los demás es la educación".


La educación y el significado de la vida es el título en español del original en inglés Education and significance of life. Publicado originariamente por la Krishnamurti Foundation Trust, Ltd. en 1953, llega al público español de la mano de la editorial Edaf en 2007.

El libro consta de 145 páginas organizado en ocho capítulos:
- La educación y el significado de la vida (Cap.I)
- La verdadera educación (Cap.II)
- Intelecto, autoridad e inteligencia (Cap. III)
- La educación y la paz mundial (Cap. IV)
- La escuela ( Cap. V)
- Los padres y los maestros (Cap. VI)
- El sexo y el Matrimonio (Cap. VII)
- Arte, belleza y creación (Cap. VIII)

Los seis primeros capítulos tratan directamente el tema de la educación y los dos últimos son de temática ajena. Vamos a comentar, los seis primeros en el orden de presentación del libro, salvo el segundo capítulo- La verdadera educación- que será el último en ser comentado.



16 de febrero de 2012

Crisis y Cambio en Espiritualidad y política

Antes de finalizar con el libro, Espiritualidad y política, de Cristóbal Cervantes, voy a aportar mi propia visión del libro. Esa visión girará entorno a dos grandes temáticas que reiteradamente han sido desarrolladas a lo largo de los artículos seleccionados para el blog. Esas dos temáticas son: crisis y cambio y relación entre espiritualidad y política. La mayoría de los artículos comentados abordan directamente- o indirectamente- una o ambas temáticas.

Voy a dedicar, a cada una de estas temáticas, un artículo entero. En este primero, hablaremos sobre la crisis y el cambio. Prácticamente, la totalidad de los artículos comentados en el blog, abordan la crisis y el cambio como un hecho inevitable, irreversible y consustancial al momento histórico que vivimos. La crisis ya no es un hecho pasajero sino permanente. Ha dejado de ser algo transitorio e indeseable, a constituirse en algo que caracteriza nuestro tiempo. La crisis no podemos evitarla o sortearla sino que debemos afrontarla sin temores y sin cuartadas.

La crisis define a nuestro tiempo. Es el principio de una nueva era que se caracterizará, cada vez más, por poner patas arriba nuestro sistema de vida basado en creencias (auto)destructivas, que ponen en serio riesgo la viabilidad de la especie humana y de cualquier forma de vida en el planeta. Es, como apuntan algunos autores de Espiritualidad y política, una crisis civilizacional - espiritual en el fondo-. Una crisis que afecta profundamente al ser humano en su totalidad y a su proyecto vital en la Tierra.

La crisis del actual modelo de civilización- materialista, economicista- revela la necesidad acuciante de cuestionar y de buscar un nuevo paradigma civilizatorio que no se limite simplemente a sustituir al anterior.¿No nos engañaríamos, si creyéramos que el problema está solamente en el molde mental en qué nos movemos? Hay algo más. Cualquier molde- paradigma civilizatorio- responde a la imagen de humanidad que hemos elaborado. Es precisamente esa imagen la que determina con más fuerza que fundamenta ese molde mental- ese paradigma- en el que estamos atrapados como en una teleraña. No puede haber cambio, mientras no observemos con detenimiento esa imagen de humanidad. ¡Afrontemos esa imagen, transformándola! Ahí, es dónde erradica el cambio. El cambio está contenido en la mirada. El cambio no operará sino transformamos nuestra mirada de la humanidad. En la mirada está la clave.

¿Qué ha entrado en crisis y dónde debe dirigirse el cambio? Esta pregunta sintetiza muy bien cuál es la intención del libro Espiritualidad y política y de muchos de los artículos que he comentado en el blog. La mayoría de los autores de Espiritualidad y política apunta a una crisis de conciencia como origen de la crisis. La conciencia es el origen de la crisis y el cambio debe maniobrar precisamente en el ámbito de la conciencia. La conciencia materialista ha entrado en una profunda crisis. Y, con ella, su sistema de creencias y de valores. Su visión del mundo y de la vida está entredicho. La crisis de esta conciencia materialista es la que debe impulsar la gestación y el nacimiento de una nueva conciencia planetaria, postmaterialista y cosmológica. He ahí, donde está el reto de la humanidad: darse cuenta y favorecer el cambio hacia esta nueva conciencia. El libro Espiritualidad y política está en esta dirección.

14 de noviembre de 2011

Biografía de Krishnamurti: La verdad es una tierra sin Caminos

Para quien esté interesado en la vida de Krishnamurti y, quiera ampliar más, puede consultar o recurrir a sus biógrafos oficiales: Mary Lutyens, Pupul Jayakar y Evelyne Blau. En el mundo hispanohablante, podemos incluir además a Armando Clavier.

Krishnamurti nació en Madanapalle, un pueblo del estado indio de Andhara Pradesh, entre las ciudades de Madrás y Bangalore, el 12 de Mayo de 1895. Era el octavo hijo de una familia de brahamanes de lengua telugu. Por su condición de octavo hijo recibió el nombre de Krishnamurti como el dios Krishna de la mitología hindú. Su nacimiento está envuelto en un halo de misterio: nació en una sala de puja, espacio reservado como lugar de culto en una casa hindú. Al día siguiente de su nacimiento, un astrólogo de la zona, predijo que Krishnamurti sería un gran maestro. Su padre, Jiddu Naraniah, fue un funcionario público de la administración británica en el sur de la India y su madre, Sanjeevamma, era una mujer muy religioso, compasiva que se le atribuía capacidades psíquicas- veía el aura de las personas-. Sanjeevamma se entregó con gran dedicación a su hijo: Krishnamurti sufrió ataques de malaria durante su infancia. Krishnamurti desarrolló un gran apego por su madre que se mantuvo hasta la muerte de ésta cuando Krishnamurti cumplió diez años en 1905. Experiencia que le causó un gran dolor y que hizo que se aferrará a su hermano pequeño Nytia. Unión que se mantendrá hasta la muerte de Nytia, víctima de tuberculosis, en 1925.

En 1907, el padre de Krishnamurti fue obligado a jubilarse con una exigua pensión de 112 rupias, la mitad de su anterior salario. Aunque era brahman ortodoxo, pertenecía a la Sociedad Teosófica desde su traslado a Madrás en 1882. Debido a las dificultades económicas, Narayaniah escribió a Annie Besant solicitando su permiso para vivir en una pequeña casa situada en el complejo residencial de la Sociedad Teosófica a cambio de su trabajo como ayudante de secretario de los archivos de la sección esotérica de la Sociedad. Después de rechazar varias veces su petición, aceptó y Narayaniah y sus hijos se trasladaron. Mientras el padre de Krishnamurti trabajaba para la Sociedad, él y su hermano Nytia asistían a la escuela en Nylapora, donde Krishnamurti mantenía una actitud de indiferencia hacia los estudios, y, por las tardes jugaba con sus hermanos junto al río Aydar cerca de la Sociedad Teosófica. Allí es donde fue descubierto por Charles Leadbeater en 1909.

El hecho que transformó la vida de Krishnamurti  fue su descubrimiento por Charles Leadbeater, uno de los líderes de la Sociedad Teosófica, en las playas de Aydar junto a su hermano Nytia. Leadbeater creyó que el casi adolescente Krishnamurti - entonces contaba con 14 años- tenía una aura especial que no contenía ninguna partícula de egoísmo, además declaró que sería un gran maestro espiritual y un excelente orador, cosa que como veremos, acertó de lleno con esta apreciación. Leadbeater comunicó a Annie Besant el descubrimiento a su llegada a la India, después de su gira por Europa. Krishnamurti fue presentado a Besant, el 27 de noviembre de 1909. Besant creyó asegurar que el ansiado Instructor del Mundo, el Bodhisattva Maitreya, se manifestaría a través del cuerpo de Krishnamurti. Con el respaldo de Annie Besant, Leadbeater logró llevar a Krishnamurti y a su hermano Nytia a la sede de la Sociedad Teosófica con el permiso paterno.

Krishnamurti y Nytia en 1911

El 11 y 12 de enero de 1910, iniciaron al joven Krishnamurti en los rituales de la Sociedad Teosófica. Krishnamurti estableció contacto con el maestro Kuthumi. De ese contacto Krishnamurti escribiría un libro, A los pies del Maestro, que pretendía reflejar las enseñanzas que su maestro le dio en la época de su iniciación y que se convertirá con el paso del tiempo en un clásico de la espiritualidad. Ese mismo año Annie Besant logró la custodia de Krsihnamurti y la de su hermano Nytia. Decide que ambos deben recibir una educación británica y embarca a los dos hermanos rumbo a Inglaterra a finales de 1910. Su padre, Jiddu Naraniah, receloso de unos rumores acerca de la homosexualidad de Leadbeader, entabló un juicio para recuperar a sus hijos, que se prolongo durante varios años, que finalmente perdió a favor de Annie Besant.


En 1911, Krishnamurti y su hermano Nytia llegan a Inglaterra junto a Annie Besant. Se crea ese mismo año la Orden de la Estrella de Oriente. El fin último de esta organización era preparar el terreno para la llegada del nuevo maestro del mundo, el señor Maitreya. Apareció también una revista trimestral, El Heraldo de la Estrella, donde años más tarde, Krishnamurti publicará sus poemas. En aquel momento, la Sociedad Teosófica ascendía a unos cincuenta mil socios y había oficinas en más de 50 países. En 1912, Krishnamurti recibió una pensión anual vitalicia de 500 libras de miss Dodge, una teósofa.

Krishnamurti y Nytia permanecieron fuera de la India durante 10 años, entre 1911 y 1921. A la llegada a Inglaterra, fueron enviados a la campiña inglesa y permanecieron aislados en casa de una teósofa amiga de Annie Besant, donde recibieron instrucción, hasta 1914. Al estallar la 1ª Guerra Mundial se establecieron en Londres. Deseoso de trabajar, Krishnamurti pidió autorización a Annie Besant para hacerlo. Besant consideró que era mejor que prosiguiera con sus estudios para ingresar en la Universidad de Oxford. Durante todo el año 1916, los dos hermanos estudiaron con ahinco a fin de aprobar los exámenes de acceso. Para Nytia no resultó difícil aprobar esos exámenes sin embargo para Krishnamurti resultaron ser objetivos imposibles. Krishnamurti suspendió los exámenes de acceso a la Universidad de Oxford, lo intentó en Cambridge y fracasó. Por  último se presentó en la Universidad de Londres y en  la Soborna y tampoco tuvo éxito. Nytia aprobó sin dificultades los exámenes de acceso a la Universidad de Londres. Entonces Krishnamurti solicitó a Annie Besant que lo enviará a Francia para aprender francés. Krishnamurti comenzó a percibir que la Sociedad Teosófica lo había preparado con el fin de preparar su cuerpo para el advenimiento del Instructor del Mundo, el señor Maitreya. Decide que debía tener una filosofía de vida y que sólo trabajando sobre sí mismo podría ayudar a otros. Era consciente que debía preparar su cuerpo y su mente para que pudiera comunicarse con él.

Krishnamurti con 20 años

Al finalizar la guerra, en 1918, Annie Besant pudo regresar a Londres donde reanudó su actividad. Dio a Krishnamurti un puesto de primera línea en las reuniones de la Sociedad Teosófica y de redactor de las publicaciones del boletín de la Estrella donde publicará sus poemas. En 1921, es un año importante para Krishnamurti. Tras diez años de ausencia, Krishnamurti y Nytia regresan a la India para el primer Congreso Mundial de la Orden de la Estrella donde asombró al auditorio por su madurez y su dominio de multitud de asuntos en las discusiones. A Nytia se le diagnosticó tuberculosis, enfermedad que le acompañará, hasta su muerte en 1925. Emprendió numerosos viajes y reuniones a lo largo del mundo. Debido a los continuos viajes y al avance de la enfermedad, se agravó sus crisis. El señor A.P. Warrington, secretario general de la Sociedad Teosófica, indicó que California tenía un clima apropiado para los enfermos con tuberculosis. Puso a disposición de los dos jóvenes una casa en el valle de Ojai conocida posteriormente como la cabaña de los pinos. Llegaron a Ojai el 6 de julio de 1922. Nytia pareció recuperarse. Disfrutaron de una libertad que no habían conocido antes.

Krishnamurti y su hermano en Arya Vihara, Ojai, 1922

Entre el 17 y el 20 de agosto de 1922, tuvo un experiencia que cambiará completamente su vida y lo acompañará para siempre. A esta experiencia la denomina el "proceso". Comenzó el 17 de agosto con un dolor agudo en la base de la nuca que empeoró hasta el día 19 de agosto. Este dolor lo obligó a permanecer en cama casi inconsciente, sin prácticamente comer. Krishnamurti como quienes lo rodeaban creían que aquellos sucesos formaban parte de la preparación espiritual de su cuerpo para alcanzar el estado de iluminación. A este proceso se le denomina el "despertar de la kundalini". El día 20 alcanzó el clímax: debajo un pimentero, Krishnamurti sintió "las vibraciones del Señor Buda, contempló al Señor Maitreya y al Maestro K.H". En la quietud de la noche, Krishnamurti había vivido una experiencia transformadora que cambiaría su vida por completo. Durante los meses y años siguientes continuó con el dolor.
Pimentero donde alcanzó la iluminación 

Después de esa experiencia, la actitud de Krishnamurti hacia la Sociedad Teosófica experimentó una profunda transformación. Emprendió un viaje por todo el mundo. Habló en Europa, la India, Australia y EE.UU. Estos viajes supusieron un fuerte desgaste para la delicada salud de Nitya. La tuberculosis diagnosticada en 1921, empeoró.

En julio de 1925, Nytia regresa con Krishnamurti de un viaje por Australia a Ojai. Nytia llega en un estado lamentable. Krishnamurti confía en la ayuda de los maestros esotéricos para sanar a Nytia. En octubre, Annie Besant telegrafió a Krishnamurti, pidiéndole que la acompañara a la India, a la Convención del Cincuenta Aniversario de la Sociedad Teosófica. Krishnamurti accedió con gran reticencia a dejar a su hermano en Ojai en aquel estado. Durante la travesía hacia la India, recibió varios telegramas de su hermano. Su fe en los maestros que cuidarían de la vida de Nytia parecía descartar cualquier desastre. La noche del 13 de noviembre de 1925, Annie Besant le comunica la muerte de Nytia. Su muerte dejaba a Krishnamurti solo, sin vínculo con el pasado, desprovisto de todo lazo. El resto del viaje hasta su llegada a Aydar, el 25 de noviembre de 1925, permaneció sumido en un profundo dolor. Enfrentado al sufrimiento había comprendido su naturaleza y lo había traspasado. Al llegar a la India, era otro. Ni rastro de la devastación de la muerte de su hermano, experimentada hacia apenas 10 días.

Krishnamurti inició un proceso de distanciamiento con la Sociedad Teosófica, expresado en una actitud de independencia frente a sus jerarquías, la adopción de un discurso y un mensaje más centrados en sí mismo. En las convenciones sucesivas de la Sociedad Teosófica comenzó a expresar un sentimiento de unidad con el universo. Esta actitud molestó a la jerarquía de la Sociedad. Se estaba gestando el desarrollo de una experiencia espiritual propia, desprendiéndose de las capas superficiales de la filosofía y del pensamiento teosófico, que había aceptado durante sus años de iniciación.

Durante los años que siguieron, la poesía fluía de Krishnamurti. Algunos de sus poemas fueron publicados por el Boletín Oficial de la Estrella de Oriente. Escribió varios libros de poemas: Come away (1927), La búsqueda (1927), El amigo inmortal (1929) y el Canto de la vida (1931). El año 1931 marcó el final de esta serie de libros, aunque la poesía volvería a aparecer en una época tardía de su vida, muchas veces integrada en sus diarios personales.

El hecho determinante del final de esta etapa y del inicio de una nueva vida, fue la convención realizada en Ommen, Holanda en 1929. Es el inicio de la ruptura con la Sociedad Teosófica que se materializa un años más tarde en 1930. En el campamento de Ommen Krishnamurti pronunció su célebre manifiesto La verdad es una tierra sin Caminos, pidiendo la disolución de la Orden de la Estrella, que se creó con el fin de encumbrar a Krishnamurti como el nuevo Instructor del mundo. Una asamblea de más de 3000 personas lo oyeron hablar sobre la necesidad de abandonar todas las fuentes de autoridad en la búsqueda de la verdad, incluyendo la suya propia. Por el contrario, señalaba que cada cual debe ser su propia luz interior y sostuvo que la verdad era una tierra sin caminos. Su único interés era que las personas fueran absoluta e incondicionalmente libres. El manifiesto de Ommen trajo consigo una verdadera revolución en la organización de la Sociedad Teosófica. Comenzó entonces a ser considerado un filosofo hostil a todas las creencias religiosas. Krishnamurti renunció a la Sociedad Teosófica en 1930.

En el campamento de Ommen, 1929

En los años 30, Krishnamurti se emancipa definitivamente de la Sociedad Teosófica e inicia su propio camino en solitario. En los años siguientes, Krishnamurti acompañado de Rajagopal emprende una extensa gira alrededor del mundo. En 1933, Krishnamurti viaja al Cairo, Alejandría, Atenas, Oslo, París y Roma. En 1934, Krishnamurti visita Australia donde le espera una gran multitud deseosa de escucharlo. Sin embargo, al llegar a Nueva Zelanda le prohiben la transmisión radiofónica de su discurso. En 1935, emprende un viaje de ocho meses por Sudamérica- Brasil, Uruguay Chile y México-. Las veinticinco charlas de la gira fueron en inglés aunque hizo un esfuerzo por aprender español. Al año siguiente, continuó ofreciendo charlas en la India, donde se siente consternado por las condiciones de vida de los indios-pobreza, miseria y degradación-.

Antes de regresar a Ojai, Krishnamurti se detuvo en Roma. La prohibición de realizar charlas públicas decretadas por Mussolini sólo dejaba margen a la celebración de reuniones privadas. Fue allí donde conoce a Vanda Scaravelli. A lo largo de los años el propio Krishnamurti visitará en Florencia al matrimonio Scaravelli. Vanda ofrecerá a Krishnamurti el chalet Tannegg de Suiza cuando empiece a reunir multitudes en Europa en los años 60.

De vuelta a Ojai en 1938, Krishnamurti amplió su círculo de amistades, incorporándose al círculo Gerard Heard y Aldous Huxley, ambos escritores ingleses, que habían huido del Reino Unido ante el temor del estallido de la guerra. Cuando llegaron a California, se sintieron atraídos por el círculo de Krishnamurti. Lo constituía gente como Greta Garbo, Charlie Chaplin, Bertrand Russell, Paulette Goddard o el matrimonio Rajagopal. Huxley, su esposa Maria y Krishnamurti pronto se hicieron buenos amigos. Se produjo una gran afinidad entre Krishnamurti y Aldous Huxley. Por aquel entonces, Huxley estaba perdiendo la visión. Krishnamurti le ayudó a superar su dolencia física gracias al poder que estaba activo en él. Huxley trabaría una gran amistad que duraría hasta el resto de su vida. Escribiría más tarde el prólogo del libro La libertad primera y última (1954). Y, animaría a Krishnamurti a escribir y a publicar el libro Comentarios sobre el vivir (1956).

Durante los primeros años de la década de los 40, los viajes de Krishnamurti prácticamente se habían detenido como consecuencia de la 2ª Guerra Mundial. Permaneció en Ojai en un relativo aislamiento. Llevó una vida tranquila y de gran valor espiritual. Una vida creativa y muy gozosa. Krishnamurti tuvo pocos contactos durante aquellos años de retiro forzoso. Los Rajagopal y Sidney Field eran de esos pocos afortunados con los que contó con su presencia. Comenzó a escribir el libro Comentarios sobre el vivir que publicará en 1956. El número de charlas disminuyó drásticamente. Se celebraban principalmente en Ojai y Hollywood. Durante esos años, predicó sobre el pacifismo y decía que debíamos interesarnos más por la guerra interior que por la exterior. Se publicó el libro La paz individual que recogía las charlas de temática antibelicista de los años 1945 y 1946.

En 1946, decide iniciar una gira por Nueva Zelanda, Australia y la India pero Krishnamurti enferma de los riñones antes de llegar a la India. Permaneció dos meses en cama, restableciéndose de su enfermedad. Una vez recuperado, viaja a la India donde permanece entre 1947 y 1949.Vive la independencia y la partición de la India así como el asesinato de Gandhi. En medio de aquella atmósfera, Krishnamurti se desprendió de todos los lazos que durante toda su vida lo habían sostenido y protegido. Encontró un grupo de personas con las que estableció un fuerte diálogo y con las que colaboró en la creación de la Fundación Krishnamurti de la India. En 1948, conoció a Pupul Jayakar una trabajadora social. Años más tarde, Krishnamurti le pedirá que escriba su biografía.

Krishnamurti quiso abrir una escuela en Ojai. No fue hasta 1947 cuando pudo recaudar suficiente dinero para pagar las 182 hectáreas de tierra en la parte alta de Ojai donde se creará la escuela Aún Aprendo, conocida como Happy Valley School, y cerca de 100 hectáreas en la parte baja. Esta última extensión incluía Oak Grove - el robledal-, donde Krishnamurti celebraba sus charlas desde 1927, y que, en los años 70, se crearía la escuela Oak Grove School, en una extensión de 56 hectáreas adyacentes al Oak Grove. Los titulares fueron Jiddu Krishnamurti, Rosalind Rajagopal y Aldous Huxley. Los comienzos fueron modestos pero existía una gran pasión por la educación. Rosalind asumió la dirección de la escuela.

A comienzos de los 50, los viajes habían sido prolíficos. En agosto de 1950, Krishnamurti sintió la necesidad de un retiro que se prolongó hasta enero de 1952 en el valle de Kashmir en la India. Al final de este período de introspección, Krishnamurti retomó las charlas. En 1953, publica su primer libro importante La educación y el significado de la vida y a éste le seguirá en 1954 La libertad primera y última con prólogo de Aldous Huxley. Ambas obras serían el principio de una serie de libros, unos 50 durante su vida, y otros tantos, que se publicarían después de su muerte.



La mala salud de Krishnamurti a lo largo de su vida le obligó a cuidar su cuerpo. Era un hombre frágil que dispensó a su cuerpo extremos cuidados que le permitieron llegar a la vejez. Era vegetariano y hacía ejercicios con regularidad. Practicaba yoga para mantener la fuerza y la flexibilidad física. Los paseos diarios fueron constantes en su vida. En el transcurso de aquellos años se fundo en Bombay una nueva escuela en la India. La escuela, Bal Anand, es un centro de actividades donde los niños de la calle o con pocos recursos económicos se reúnen para participar en talleres de artesanía y de yoga. Con el tiempo, la escuela pasaría a formar parte de la Fundación Krishnamurti de la India.

En uno de los continuos viajes en la India, Krishnamurti enfermó gravemente. Tuvo que cancelar la gira prevista por Europa y EE.UU. Durante ese período de recuperación en Suiza con Rajagopal, la relación de ambos estuvo a bordo de la ruptura, hasta el punto de no restablecerse nunca de nuevo. Rajagopal se sentía cansado de ser literalmente el "agente de viajes" de Krishnamurti  y se marchó de Suiza, dejándole el dinero justo para pagar la cuenta del hotel.  En aquella época, una nueva idea había empezado a germinar: en vez de viajar constantemente porque no establecer un centro en Europa donde se pueda celebrar reuniones anuales. Así es como nacen las reuniones de Saanen, una localidad suiza, que se celebrarían durante los veinticinco años siguientes. Saanen será un foco extraordinario y la afluencia de público será cada año mayor.

Por esas fechas, David Bohm, un físico teórico, que emigra al Reino Unido por la política de Mc Carthy, conoce la obra de Krishnamurti gracias a su mujer Sanel, que le enseña el libro La libertad primera y última. Quedó impresionado por las similitudes del pensamiento de Krishnamurti con la Física cuántica. Esta inquietud lo llevó a contactar con Krishnamurti en Inglaterra en 1960. Este primer contacto es el inicio de una gran amistad que se prolongará hasta la muerte de Krishnamurti y que dará como resultado la publicación de sus conversaciones en dos libros  El futuro de la humanidad (1983) y Mas allá del tiempo (1985) y la grabación de unas series para televisión, que hablaremos más tarde, en los años 70 y 80.

En la década de los 60, florecieron las enseñanzas de Krishnamurti. Acceden a un público más amplio y más numeroso. Krishnamurti dio un paso decisivo en 1961 al iniciar las reuniones internacionales en Saanen, Suiza. Las reuniones de Saanen serán célebres en todo el mundo. Continuaron celebrándose durante 25 años. Por aquel entonces, se produjo un hecho transcendental: la ruptura entre Krishnamurti y Rajagopal, amigos desde los tiempos de la Sociedad Teosófica. Rajagopal se había negado a presentar los extractos bancarios de la Krishnamurti Writings Inc a Krishnamurti. Al mismo tiempo, Krishnamurti pide la readmisión en la junta directiva de la fundación que había presidido años atrás pero que había abandonado por discrepancias. Consideró que debía poder intervenir en lo concerniente a sus propios escritos así como en las cuestiones financieras. Rajagopal había puesto mucho cuidado en que Krishnamurti no supiera nada de estos asuntos. El creciente empuje de las reuniones de Saanen fue visto como una amenaza al trabajo desempeñado por la Krishnamurti Writings Inc. en Ojai. En 1968, Krishnamurti rompe definitivamente su asociación y su relación con Krishnamurti Writings Inc. Revocó el documento firmado en 1955 que cedía sus derechos de autor a esa fundación y denegó a Rajagopal el permiso para firmar nuevos contractos. El 7 de julio de 1968 hizo una declaración pública ante el público que había acudido a escucharlo a la reunión de Saanen:

"Krishnamurti quiere hacer saber que se ha disociado por completo de Krishnamurti Writings, Inc. de Ojai, California. Espera que, como resultado de este anuncio público, aquellas personas que deseen estar vinculadas con su trabajo y sus enseñanzas ofrecerán su apoyo sólo a la nueva Krishnamurti Foundation Trust de Inglaterra, entre cuyas actividades estará incluida la escuela. La escritura que establece la Fundación asegura que los propósitos de Krishnamurti serán cumplidos. "




Se crea ese mismo año la Krishnamurti Foundation Trust, Ltd. Será la encargada de la publicación de los libros, de la traducción de éstos a diversos idiomas, de organizar el calendario de charlas, etc. Un año más tarde, en 1969, se constituye la Fundación Krishnamurti de América- FKA- y, en 1970, la Fundación Krishnamurti de la India- FKI-. Poco después se inicia un pleito para reclamar los fondos de las donaciones y los terrenos de Ojai. En Inglaterra, se crea el centro educativo Brockwood Park en 1969. La primera directora del centro es Dorothy Simmons.

En esa misma década, Krishnamurti decide escribir un diario personal donde describe sus vivencias y percepciones. Abarca 9 meses de su vida: lo inicia el 18 de junio de 1961 y lo finaliza el 19 de marzo de 1962. No se publicará hasta 1976. Pide a Mary Lutyens que escriba sobre sus charlas que las publicará bajo el título La liberación del pasado(1969). Más tarde le pide que escriba su biografía, que acabará siendo una trilogía:
- Los años del despertar (1895- 1928)
- Los años de plenitud (1929- 1980)
- La puerta abierta (1980- 1986)

En la década de los 70, Krishnamurti regresa de nuevo a la India. Emprende una gira por diferentes ciudades- Nueva Delhi, Madrás, Valle del Rishi y Bombay- de la India entre 1970 y 1971. Las charlas de esta gira se publicaron bajo el nombre de Tradición y revolución. También publica la Urgencia del cambio donde habla de la terminación del pensamiento y El despertar de la inteligencia, subdividido en tres volúmenes: La raíz del conflicto, La persecución del placer y La consciencia fragmentada. El propósito de esta trilogía es producir una nueva clase de ser humano. Es quizás una de sus obras más fundamentales. En 1973, comienza a escribir el Diario II que transcurre durante varios meses entre 1973 y 1975. Sigue la misma tónica que el Diario I. Se publica en 1982 con un gran éxito.

Krishnamurti escribiendo  Diario II

En su octogenario cumpleaños en Ojai  
En febrero de 1974, Krishnamurti y el doctor Alan W. Anderson entablaron una serie de diálogos, de veinte horas de duración, que fueron grabados en vídeo, sobre el miedo, el deseo, la meditación y la mente sagrada así como sobre muchos otros temas. La serie ha dado lugar posteriormente al libro A Wholly Different way of Living - Una manera completamente distinta de vivir-.

Krishnamurti establece un contacto con un grupo de psicoterapeutas en EE.UU. David Shainberg era un miembro de este grupo. Su trabajo como educador y asesor del programa de formación especializada en medicina psicoanalítica en el Postgraduate Center for Mental Health de Nueva York lo llevó a entablar diálogos con Krishnamurti, algunos de los cuales fueron grabados en vídeo. En abril de 1975, se graba la serie The transformation of Man- La transformación del hombre- donde intervienen Krishnamurti, David Bohm y David Shainberg.

En el ámbito educativo, hay dos acontecimientos a remarcar en esta década:

1- Es la creación de la escuela Oak Grove en Ojai, California. Sus primeros años transcurrieron en Arya Vihara, la antigua residencia de Krishnamurti. Más adelante, una vez resulta la demanda interpuesta a Rajagopal, empezó a construirse un nuevo edificio en las 56 hectáreas de terreno adyacentes a Oak Grove - el Robredal-. Ésta sería la segunda escuela en Ojai después de la Happy Valley School. Abarcará todos las etapas educativas: desde preescolar hasta bachillerato.

2- A finales de los 70 y principios de los 80, Krishnamurti escribe Cartas a las escuelas. Empezó a preocuparse por lo que sucedería después de su muerte. Le importaba el futuro de las escuelas, por lo que durante tres años decidió escribir continuas cartas a sus profesores, exponiendo cuáles eran sus intenciones y cómo debía ser el propósito de la educación.



Los años 80 suponen un desgaste físico permanente para Krishnamurti por sus continuos viajes por todo el  mundo. Krishnamurti tenía más de 80 años. En 1981 le diagnostican una hernia y no es operado hasta 1984.
A principios de los 80, mantiene una serie de diálogos con David Bohm que serán publicados bajo el nombre de Más allá del tiempo(1985) y de El futuro de la humanidad(1983). Ambos libros son esenciales para conocer la filosofía de Krishnamurti.

Krishnamurti y David Bohm 

En abril de 1985, Krishnamurti acudió a Nueva York donde habla sobre la paz en la ONU y recibe la medalla de plata de la paz. De allí, viaja a Washington D.C. para asistir a una recepción del Congreso. El 20 de abril, Krishnamurti da 2 charlas en el Kennedy Center ante un público entregado. Inicia una gira por Ojai, Saanen y Brockwood Park. Finalizada esa gira, se va a la India y durante su visita empieza a sentirse mal. Tiene fuertes vómitos y pierde mucho peso. Decide cancelar sus charlas programadas para el mes de diciembre y vuelve a Los Ángeles, el 13 de enero de 1986. Se le diagnostica cáncer de páncreas y decide morir en su casa. El 17 de febrero de 1986 fallece en la Cabaña de los Pinos. Es incinerado en Ventura y sus cenizas se esparcen en Ojai, en el Ganges y en Brockwood Park.

14 de octubre de 2011

Jiddu Krishnamurti: Despertar enormemente todos los sentidos

Despertar enormemente todos los sentidos es la novena charla del libro Krishnamurti esencial. Se desarrolla en Ojai, California, el 17 de mayo de 1983. Esta charla es la última que vamos a comentar del libro.

El arte más importante en la vida es el arte de vivir. La armonía es una cualidad esencial para llevar una vida profunda y plena. La armonía de la belleza es la capacidad de percibir. Percibir significa que debemos ser realmente sensibles y la sensibilidad viene de la profundidad del silencio. No es posible percibir si no hay cierta profundidad de silencio. Ser sensible en la relación es darse cuenta el uno del otro. El arte de vivir es descubrir una forma de relacionarse sin que exista el conflicto donde haya un fluir armonioso. Uno debe observarse a sí mismo. De esa observación surge el arte de vivir. El arte de vivir es poner las cosas juntas en armonía, es observar las contradicciones en uno mismo, observar todo esto y no crear el opuesto, observar y vivir con ese hecho.




¿Qué es el silencio? El silencio necesita espacio. Ese espacio no debe ser ocupado por el ego. El espacio significa silencio. ¿Qué significa tener espacio? ¿Existe un espacio que no tenga límite? Si captamos plenamente esta cuestión con todos los sentidos, descubriremos que existe ese espacio inmenso, que está relacionado con el universo, que no tiene centro y que no tiene límites. El aprender de uno mismo es infinito pero el aprender de los libros es muy limitado: todo conocimiento es limitado, no hay un conocimiento completo de nada. Debemos conocernos a nosotros mismos mediante la observación. Y para observar debe haber silencio porque cuando observamos estamos aprendiendo.

¿El pensamiento puede darse cuenta de sí mismo? ¿El pensador es diferente del pensamiento? El pensamiento ha creado al pensador separado de su pensamiento. El pensador actúa sobre sus propios pensamientos ejerciendo un control sobre ellos. En ese preciso instante, surge el conflicto al establecerse una división entre el pensador y el pensamiento. Por eso, debemos descubrir por qué existe esa dualidad entre el pensamiento y nosotros mismos, y por consiguiente, una división entre el pensador y el pensamiento

10 de octubre de 2011

Jiddu Krishnamurti: La bendición de la meditación

La bendición de la meditación es la décima charla del libro Krishnamurti esencial. Esta charla se desarrolló en la Universidad de Claremont, California el 17 de noviembre de 1968.


¿Qué es vivir? Vivir es lo que sucede en este instante en nuestra vida. Eso es un hecho real, no algo ilusorio o teórico como los ideales o los principios sobre el que debería basarse la vida. ¿Cómo es nuestra vida? Debemos comprender lo que sucede realmente en nuestra vida, no "lo que debería ser" nuestra vida, sino observar "lo que es" y descubrir que se produce un cambio cualitativo en nuestra manera de percibir y de ver "lo que es" nuestra vida. ¿Hay relación en nuestra vida? Para estar directamente relacionados con algo o alguien no debe haber ninguna imagen entre nosotros y la cosa que observamos: "porque la imagen es la imagen, el símbolo, los recuerdos de lo que sucedió ayer o hace miles de ayeres. Es decir, para exponerlo de forma sencilla, ea relación basada en una imagen, y esa imagen es una acumulación de muchos años de placer, de sexo, de reprimendas, de monotomía, de repetición, de dominio, etc, cada uno tiene una imagen del otro y el contacto entre esas imágenes es a lo cual llamamos relación, pero como es obvio, eso no es relación, aunque nosotros lo aceptamos como relación, porque no hay contacto directo con el otro ser humano ". Cuando no existe contacto directo con la realidad, con "lo que es", hay una división entre el observador y la cosa observada. Esa división es el espacio donde surgen los conflictos, ese espacio es el propio ego. Ese ego es el resultado de la acumulación de imágenes, recuerdos y pensamientos acerca de nosotros mismos y de las cosas. Al no haber contacto directo con "lo que es", por tanto relación, nunca podemos comprender "lo que es" nuestra vida. Descubrir la estructura y la naturaleza del observador es meditación. Darse cuenta que el observador es lo observado, de la unicidad de ambos, en la que no hay ningún conflicto, y en consecuencia, se produce una disolución, un ir más allá de "lo que es" es también meditación.

Por otro lado, el placer es un producto del pensamiento. El placer es pensar en una experiencia del pasado, que al crear una imagen de ésta, genera el placer. También podemos pensar en lo que puede suceder mañana, ese pensar genera dolor, miedo. Por tanto, el pensamiento crea tanto el placer como el miedo. Para nosotros, el amor es un producto del pensamiento, algo que el pensamiento nutre, fomenta y prolonga como placer. Pero, realmente, ¿el amor es pensamiento? ¿Puede éste cultivarlo? El pensamiento puede cultivar el placer pero no el amor. El amor no es placer. Sin embargo, cuando interfiere el pensamiento genera un espacio y un tiempo en el que el placer y el recuerdo crecen. Si nos damos cuenta de esto, si comprendemos la estructura y la naturaleza del placer en relación con el amor, siendo la comprensión de esa relación parte de la meditación. Entonces, podemos descubrir que el amor es algo por completo diferente.

Además del pensamiento y su relación con el placer, está una última cuestión: el significado de la muerte. Podemos descubrir cuál es el significado de la muerte, si comprendemos cómo morir: el proceso de terminar. ¿Qué significa morir? ¿Qué significa morir psicológicamaente, internamente? Debemos descubrir internamente qué es morir, es decir, cómo terminar con el pasado, cómo dar fin a la continuidad del placer, esto es, cómo morir cada día, desprendiéndonos de la ilusión de continuidad del pensamiento. Si se vive de esa manera, la mente se renueva continuamente. Este proceso también forma parte de la meditación.

En síntesis, si uno ha puesto los cimientos de la meditación, que son el orden en la relación, y, si existe esa cualidad de amar y morir, que es la totalidad de la vida, en nuestra vida diaria, entonces la mente se vuelve silenciosa y sosegada. En ese momento, la mente ha dejado de investigar lo absoluto porque en ese silencio está "lo que es". 

9 de octubre de 2011

Jiddu Krishnamurti: la muerte y la vida van juntas.

El arte de vivir y el arte de morir son un único movimiento. En la unión entre la vida y la muerte no hay ni principio ni final, por tanto, no hay rastro ni presencia del tiempo. En esa unión, uno vive constantemente con la muerte y uno descubre el significado de la vida y de la muerte mientras vive. Si comprendemos esta unidad entre la vida y la muerte, ambas pueden convivir juntas. 

"Sin embargo, si uno vive con la muerte y la vida juntas, entonces no hay ninguna alteración, cada día uno encarna de nuevo, no "uno", algo nuevo encarna cada día, y en eso hay una gran belleza eso es creación, y hay enorme libertad. La raíz etimológica de la palabra "libertad" es amor, el arte de vivir  y el arte de morir, juntos, crean inmenso amor, y el amor tiene su propia inteligencia, no la inteligencia astuta de la mente, sino una inteligencia que no pertenece al cerebro" ( "El arte de morir", Krishnamurti esencial)

Vamos a mostrar un vídeo representativa de la temática del arte de vivir y del arte de morir de Krishnamurti titulado la muerte y la vida van juntas. Es un fragmento extraído de la serie " El conocimiento propio, amor y muerte" protagonizado por el propio Krishnamurti. 


7 de octubre de 2011

Jiddu Krishnamurti: Poner los cimientos de la meditación

Poner los cimientos de la meditación es la sexta charla que recoge el libro Krishnamurti esencial de la editorial Kairós. Esta charla pública tuvo lugar en Chennai, la India el 7 de enero de 1979. 

Poner los cimientos de la Meditación es una charla introductoria a la temática de la meditación. En esta charla se desarrolla aspectos esenciales de la vida - la belleza, el orden, la relación o la libertad- que Krishnamurti considera imprescindibles para poner los cimientos de la meditación.

Cuando uno mira su propia vida se pregunta por qué hay tanta poca belleza, es decir, porque hemos perdido la capacidad de comunicarnos con la naturaleza. Si perdemos el contacto con la naturaleza perdemos el contacto con los otros seres humanos. La belleza tiene esa cualidad de libertad que es por completo diferente de la independencia. Pero nosotros raramente lo vemos y lo apreciamos porque estamos demasiados ocupados con nuestros problemas, preocupaciones o ideas. Nunca somos libres del todo.

Un aspecto de la meditación es el orden. Debemos investigar el orden porque nuestras vidas son desordenadas, confusas y contradictorias. Donde no hay orden, hay contradicción, confusión y conflicto. ¿Nos damos cuenta del desorden en el mundo y en nosotros mismos? Darse cuenta del desorden es observar lo que realmente está sucediendo. Hemos de observar nuestra vida, lo que realmente es, lo que está sucediendo porque cualquier acción en nuestra vida configura la sociedad. No podemos transformar la sociedad a menos que cada uno se transforme a sí mismo. Ahora bien, ¿cómo podemos producir orden? El orden constante es espacio. Si la mente tiene espacio, eso significa que la mente no está ocupada con ningún problema. Sin embargo, nuestra mente " está tan llena, tan atestadas de creencias que persiguen cualquier tipo de cosas, está tan confundida, con tantas ilusiones, que no tiene espacio, y donde no hay espacio no puede haber constancia ni orden". Si en nuestra vida no hay orden, la meditación se convierte en una simple evasión de la propia vida y el escaparse por medio de la meditación sólo conduce a la ilusión.

Otro aspecto de la meditación es la relación. Nuestra vida está basada en la relación, sin relación no es posible existir. ¿Cuál es nuestra relación con los demás? ¿Hay en esa relación orden o es una actividad egocéntrica y antagónica? Debemos investigar qué tipo de relación mantenemos con los otros. Y, debemos averiguar si hay orden en esa relación. Si no hay orden, sólo puede existir el conflicto y el desorden.

En definitiva, debemos poner los cimientos para descubrir aquello que está más allá del pensamiento, que es incommesurable, que no puede expresarse en palabras y donde hay libertad total. En esa meditación hay orden y relación

6 de octubre de 2011

Jiddu Krishnamurti: El pleno significado de la muerte

El pleno significado de la muerte es la tercera charla que recoge el libro Krishnamurti esencial. Es una charla pública en Bombay, la India realizada el 6 de febrero de 1982.

En la presente charla Krishnamurti trata la temática de la muerte poniéndola en relación con el tiempo, el condicionamiento, el pensamiento, el conocimiento, la percepción directa, el apego o la compasión temas indiscutiblemente asociados a la muerte. Antes de adentrarse en el desarrollo del significado de la muerte, tema central de la charla, Krishnamurti nos habla de la muerte en relación a  esas temáticas que hemos mencionado con anterioridad.

Nuestro cerebro ha sido condicionado para pensar que somos entidades separadas, pero no somos individuos, sino productos de nuestro condicionamiento. Mientras vivamos con o de conceptos, ideas o ideales, nuestros cerebros no serán libres y no habrá compasión. Si uno está libre de todo condicionamiento entonces puede conocer lo que es la compasión. Mientras el cerebro esté condicionado la humanidad no será libre.

Nuestras vidas están divididas, fragmentadas. Nunca observamos de forma holística la vida. Nuestras vidas son contradictorias: nunca miramos la vida como un todo completo e indivisible. "¿Es posible mirar la vida como un todo, ver el sufrimiento, el placer, el dolor, la tremenda ansiedad, la soledad, el ir a la oficina, el tener una casa, sexo, hijos, como actividades que no están separadas, como un movimiento holístico, una acción unitaria?" Cuando observamos a través de los fragmentos y nos identificamos con ellos, actuamos desde el fragmento y en consecuencia se produce más fragmentación y división en nuestra vida. Pero, "¿quién será la entidad, el "yo", que unificará estas partes y las integrará, no es también esa entidad un fragmento?" ¿Es el pensamiento? El pensamiento en sí mismo es un fragmento, porque el conocimiento de algo nunca es completo, el conocimiento es memoria acumulada y el pensamiento es la respuesta de esa memoria, por consiguiente, es limitada. El pensamiento nunca puede generar una observación holística de la vida. De modo que Krishnamurti se pregunta: "¿puede uno observar sin el tiempo, sin el pensamiento, sin los recuerdos del pasado y sin las palabras?" La palabra nunca es la cosa y nosotros miramos a través de la palabra, nunca tenemos una percepción directa de la cosa- árbol, nubes..-: nuestro cerebro se ha condicionado a través del tiempo y de la actividad del pensamiento, está atrapado en este círculo.

Cuando nos damos cuenta de que uno es el pasado, el presente y el futuro y eso genera una división en nuestra consciencia, entre nuestra vida y el tiempo restante, que es la muerte. Entonces, uno vive con los propios problemas y la muerte es algo que debe evitarse, posponerse, colocarla a gran distancia. Observar holísticamente todo el movimiento de la vida es vivir con la vida y la muerte.

Debemos comprender qué es el vivir y qué es el morir. Lo que sucede antes de morir es más importante que lo que sucede después de la muerte. La muerte es "el final de todas las cosas conocidas, es el final de todos los apegos, de todo el dinero que ha acumulado y no puede llevarse, esa es la razón de que sienta miedo, pero el miedo es parte de su vida, y cualquier osa que haga, por muy rico, por muy pobre, por muy alta que sea su posición social y por mucho poder que tenga, siempre está ese final al que llamamos "la muerte"". Pero, ¿qué es eso que muere? Muere el "yo". Así que nuestra vida es ese "yo" al que nos aferramos, al que estamos apegados y la muerte es el final del "yo". La muerte es la negación completa del pasado, del presente y del futuro, que constituyen el "yo".

Uno debe investigar con mucho detenimiento los propios apegos. Comprender el significado de la negación,  es terminar con los propios apegos, con las propias creencias. Vivir con la muerte es negar cualquier apego mientras uno vive. La muerte es un final, poner fin, terminar con los propios apegos, el propio orgullo, el propio antagonismo o el odio hacia otro. Cuando comprendemos el pleno significado de la muerte poseemos esa vitalidad que yace detrás de la comprensión. La vida y la muerte son una sola cosa cuando empezamos a morir en vida, y, el futuro deja de existir, tan sólo queda el terminar.

2 de octubre de 2011

Jiddu Krishnamurti: El arte de morir

El arte de morir es trigésima charla que parece en el libro Krishnamurti esencial. Esta charla transcurre en la ciudad de Bombay, la India el 11 de febrero de 1984. 

En la charla El arte de morir desarrolla qué es el arte de morir poniéndolo en relación al arte de vivir. Para Krishnamurti ambos artes están íntimamente interrelacionados entre sí. De manera que el morir no se puede comprender sin el vivir y viceversa. Las cuestiones que plantea Krishnamurti en El arte de morir son fundamentales para el ser humano: ¿Qué es morir? ¿Podemos afrontar el hecho inevitable de la muerte?
¿ Por qué tenemos miedo a la muerte? ¿Podemos superar el miedo a la muerte? ¿Qué relaciona guarda con la vida? ¿Es posible terminar con el sufrimiento asociado a la muerte?

Uno de los principales miedos es el miedo a la muerte. La muerte es un hecho inevitable en la vida. ¿Podemos afrontar este hecho inevitable? ¿Cómo afrontar el arte de vivir si sabemos que vamos a morir? ¿Cómo es el arte de vivir si uno tiene miedo a la muerte? ¿Cómo vamos a vivir si sabemos que vamos a morir? y ¿Cómo vamos a vivir si tememos nuestra muerte? Estas preguntas pueden responderse a través de otra pregunta: ¿Qué significa morir? Si comprendemos el significado profundo de esta cuestión, podemos dar una respuesta acertada a las preguntas que hemos formulado anteriormente.

El arte de vivir no es sólo descubrir cómo vivir nuestra vida sin conflicto sino también descubrir el significado de la muerte mientras vivimos. Si comprendemos el verdadero significado de la muerte mientras vivimos, entonces la vida y la muerte pueden convivir juntas. De esta manera, "la muerte dejará de estar al final cuando el organismo llegue a su fin, y viviremos con la vida y la muerte conjuntamente". El arte de morir consiste en vivir con la muerte, esto es, vivir viviendo con la muerte en cada instante. Morir es "estar viviendo y muriendo todo el tiempo". Ahora bien, para descubrir la naturaleza de ese arte debemos responder cada uno de nosotros por sí mismo qué es el vivir: ¿Cómo vive su vida, cuál es su vida diaria, su forma de vivir? ¿cómo son esas vidas? Si vivimos de forma apegada a algo o a alguien nuestra vida estará llena de dolor y sufrimiento. El desapego aporta belleza, libertad, energía y capacidad todo lo contrario si uno está apegado porque entonces surge el miedo, la ansiedad, la inseguridad, el temor que generan sufrimiento. El sufrimiento es parte de la vida, todos sufrimos. Nunca hemos encontrado una solución para el sufrimiento. Ahora bien, si hay sufrimiento no hay amor. En el sufrimiento sólo hay autocompasión y el sufrimiento es miedo a la soledad, a la separación, a la división, al remordimiento, a la culpabilidad. ¿Es posible terminar con el sufrimiento? Descubrirlo también forma parte del arte de vivir y el arte de vivir es no tener miedo, no sufrir.

Para acabar, si uno vive con la muerte y con la vida como un movimiento único entonces no hay conflicto: "cada día uno encarna de nuevo, no "uno", algo nuevo encarna cada día". En ese proceso de nacer, morir y renacer que une la muerte con la vida y la vida con la muerte hay belleza y libertad. El arte de vivir y el arte de morir, juntos, crean un inmenso amor que posee por sí mismo su propia inteligencia independiente de la inteligencia del pensamiento. 

1 de octubre de 2011

Jiddu Krishnamurti:¿Por qué tenemos problemas?

En la entrada anterior, El arte de vivir, expusimos el por qué tenemos problemas en la vida. Cómo nuestro cerebro está condicionado para resolver problemas y para buscar soluciones a estos problemas. Sin embargo, no prestamos atención a la comprensión del problema. ¿Qué esta sucediendo? La solución puede estar en el mismo problema. 

Como bien dice Krishnamurti "¿Puede un cerebro que reconoce y se da cuenta de que desde la infancia está condicionado para resolver problemas, liberar de ese condicionamiento y, en consecuencia, afrontar los problemas?¿Lo harán? La cuestión es: ¿podemos ser conscientes, darnos cuenta de nuestro cerebro, de que como seres humanos desde el principio de nuestras vidas estamos siempre luchando con problemas tratando de encontrar una respuesta acertada que los solucione? Sólo es posible responder adecuadamente cuando reconocemos que el cerebro siga condicionado para resolver problemas nunca encontrará la respuesta acertada."(Krishnamurti esencial, El arte de vivir).

A continuación, vamos a mostrar un vídeo de Jiddu Krishnamurti titulado ¿Por qué tenemos problema? que refleja con precisión esta cuestión. 


29 de septiembre de 2011

Jiddu Krishnamurti: El arte de vivir

El arte de vivir es la séptima charla del libro Krishnamurti esencial. Esta charla transcurre en Brockwood Park, Inglaterra en el turno de preguntas y respuestas el 28 de agosto de 1984. 

La mayoría de nosotros vivimos de manera fragmentada, dividida y contradictoria nuestras vidas como asevera Krishnamurti: "La mayoría de nosotros estamos fragmentados, divididos en la vida de negocios, la vida religiosa, la vida sexual, etc., miramos la vida desde un punto de vista muy particular, desde una conclusión, desde un concepto idealista, estos son los fragmentos desde los cuales miramos la vida". Está forma de vivir nuestras vidas condiciona cómo percibimos la vida y cómo afrontamos los problemas. 


Krishnamurti indaga sobre el origen del problema y cómo nos afrontamos a él: "¿Por qué tenemos problemas? En nuestra vida los problemas se multiplican, los problemas se incrementan en una sociedad que es tan sofisticada, tan compleja, tan superpoblada, que tiene gobiernos incompetentes,etc., y parece que al intentar resolver un problema añadimos nuevos problemas; por tanto, ¿por qué tenemos problemas y es posible afrontar los problemas sin ese cerebro que está condicionado para resolver problemas?". Desde la infancia, condicionamos nuestros cerebros para resolver problemas sin comprender la naturaleza del problema. Buscar una solución al problema en sí mismo. A pesar de nuestro condicionamiento, nunca resolvemos nuestros problemas sino que simplemente se acumulan o cambian. Este hecho lleva a Krishnamurti a preguntarse ¿es posible tener un cerebro que no esté condicionado por los problemas? ¿Puede un cerebro que reconoce y se da cuenta de ese condicionamiento y, en consecuencia, afrontar los problemas? ¿Podemos ser conscientes, darnos cuenta de nuestro cerebro, de que como seres humanos desde el principio de nuestras vidas estamos siempre luchando con problemas tratando de encontrar una respuesta acertada que los solucione? Sólo es posible responder adecuadamente cuando somos capaces de liberarnos de ese condicionamiento porque mientras el cerebro siga o permanezca condicionado para resolver problemas nunca encontrará la respuesta acertada. Un cerebro condicionado está arraigado en los problemas, en la búsqueda de soluciones a los problemas. La liberación del cerebro de ese condicionamiento transforma el problema: la solución puede estar en el mismo problema. Si cambiamos la perspectiva: el problema se convierte en otro: no debemos centrarnos en la resolución de un problema sino en su comprensión. Se produce una transformación total.

Cuando condicionamos el cerebro en la búsqueda de soluciones a los problemas, damos forma a una vida limitada y conflictiva lejos de una vida holística, unitaria y sin conflicto. Para Krishnamurti el arte de vivir es vivir sin conflicto. Es en palabras de Krishnamurti "el arte de vivir es no tener ningún conflicto, un cerebro que está todo el tiempo en conflicto, que todo el tiempo tiene problemas, que está tremendamente interesado por sí mismo, ese cerebro, inevitablemente, es muy limitado".

Por último Krishnamurti introduce la atención en relación al pensamiento. ¿Qué es la atención? ¿Cómo surge la atención? ¿Puede surgir sin esfuerzo? La atención es " observar, percibir, ver visualmente, pero a su vez con el ojo interno, por así decirlo, y aprender". En la atención, están implicados el ver, el escuchar y el aprender como un único movimiento integrado en un movimiento mayor que es el movimiento de la vida. El inicio de la atención es el darse cuenta ¿nos damos cuenta de lo que nos rodea mientras estamos aquí, mirándolo todo sin una sola palabra?En ese instante, surge la atención. El hecho de elegir implica siempre comparación entre diferentes opciones " me gusta más esa camisa azul que la mía que llevo puesto" y, por tanto, introducimos un juicio de valor, y, por consiguiente, una valoración. En este sentido, el darse cuenta es por completo diferente a la concentración. Concentrarse en algo significa
" focalizar todo el pensamiento en una cuestión lo cual implica detener el resto del pensamiento". En cambio, el darse cuenta significa sin concentrarse, sin juzgar, sin evaluar, sin condenar, sin comparar y, a partir de ahí, actuar. A eso Krishnamurti lo llama atención. En esa atención no hay un "yo". Cuando existe esa tremenda atención significa que ponemos toda nuestra energía para comprender, por eso no hay un centro que diga "Estoy prestando atención". 

26 de septiembre de 2011

Jiddu Krishnamurti: La vida se convierte en algo maravilloso

En esta segunda incursión en el libro de Krishnamurti esencial vamos a tratar la duodécima charla que aparece en el libro titulada la vida se convierte en algo maravilloso. Esta charla transcurre en Chennai, la India, el 7 de enero de 1984. En ella, se expone de forma introductoria y esquemática tres artes básicas en la obra de Krishnamurti: el arte de escuchar, el arte de percibir y el arte de aprender.

En la vida se convierte en algo maravilloso define cada uno de estos artes y qué se requiere para vivir en plenitud. Como Krishnamurti subraya "si uno vive con estas artes, entonces la vida se convierte en algo maravilloso". Hablemos pues de cada arte en particular.

¿Qué es el arte escuchar? Significa estar atento lo que la otra persona está diciendo sin interpretar sus palabras y sin proyectar nuestros prejuicios, conclusiones o valoraciones. En palabras de Krishnamurti " El arte de escuchar no sólo es escuchar palabras, el simple hecho de escuchar palabras es muy diferente del arte de escuchar, porque el arte de escuchar significa estar realmente atento y no interpretar, no estar de acuerdo o rechazarlo, sino escuchar lo que la otra persona está diciendo, sin interpretar lo que dice, sin proyectar las propias conclusiones, prejuicios, valoraciones, es estar escuchando realmente".Escuchar requiere de mucha atención, una atención en la que uno desaparezca completamente y tan sólo haya atención. También una gran sensibilidad que significa tener todos los sentidos activos y despiertos de manera que podamos escuchar completamente.

¿Qué es el arte de aprender? No es acumular datos en la memoria. Aprender no consiste en la acumulación de conocimientos que son almacenados en el cerebro con el fin de utilizarlos con más o menos habilidad. El conocimiento se convierte en algo estático y gradual, y por tanto, carece de todo dinamismo. Sin embargo, en  el acto de aprender uno está en constante movimiento, nunca permanece en el mismo lugar. Para Krishnamurti aprender tiene otro significado, otra dimensión. Aprender es "comprometerse ahora con lo que se ha dicho y descubrir por uno mismo si es verdadero o falso, si es verdadero, entonces actuar". El arte de aprender abarca la totalidad de la vida, no sólo un fragmento: el conocimiento. Aprender es en suma y en palabras de Krishnamurti " un movimiento igual que el impresionante fluir de un río".

Y, por último, ¿Qué es el arte de percibir? es ver y actuar sin que haya ningún intervalo de tiempo entre el ver y el actuar. Krishnamurti lo ejemplifica con esta excelente percepción: "si capto, si percibo que no debo ser hindú porque una de las razones de ser hindú es la seguridad y esa es una de las causas de las guerra, así como el nacionalismo y el espíritu tribal son también otras causas de la guerra, cuando lo veo, cuando percibo que es verdad, en consecuencia, dejo de ser hindú. Si ven el peligro de ser musulmán, hindú, budista, cristiana,etc  actuarán de inmediato, igual que actúan de inmediato cuando ven una cobra ". 


En síntesis, en La vida se convierte en algo maravilloso se define qué es el arte de escuchar, el arte de aprender y el arte de percibir. La vida es un hecho maravilloso cuando coexisten en uno mismo las tres artes. Cuando existe esa totalidad e integridad del acto de escuchar, de percibir y de aprender en el movimiento de la vida, entonces la vida se transforma radicalmente. Esa unicidad e integridad del acto de escuchar, de aprender y de percibir en uno solo es esencial para la vida. En esa unicidad uno puede aprender a vivir

23 de septiembre de 2011

Jiddu Krishnamurti: La vida es lo que está sucediendo en este instante

En mi primera incursión en el libro Krishnamurti esencial voy a sintetizar y a comentar la primera plática- charla- que recoge el libro: " la vida es lo que está sucediendo en este instante". Es un fragmento de una charla titulada "Aprender es vivir" incluida en el libro Cartas a las escuelas en los capítulos 23 y 24 fechados el 1 y el 15 de agosto de 1979 respectivamente. Vayamos, pues con esta incursión.


En esta primera charla, Krishnamurti se centra en una de las temáticas esenciales de su obra: el arte de vivir. El arte de vivir es"el arte más grande es el arte de vivir, más grande que todas las cosas que los seres humanos han creado con la mano o con la mente, más grande que todas las Escrituras con sus respectivos dioses". Según Krishnamurti ese arte únicamente puede surgir cuando hay libertad total. Esa libertad no es un ideal que alcanzar. En la libertad el primer paso es el último, lo que cuenta es ese primer paso no el último "lo que haga ahora es mucho más importante que cualquier cosa que haga en alguna fecha futura." La vida es lo que está sucediendo en este instante por eso el primer paso que damos ahora es lo verdaderamente importante porque como, apostilla Krishnamurti, "si el primer paso está dado en la buena dirección se abre ante uno la totalidad de la vida. La buena dirección no es en pos de un ideal o hacia un fin predeterminado, esa buena dirección es inseparable de lo que está sucediendo en ese instante."


Dada la complejidad de la vida resulta difícil elegir un solo aspecto porque el acto de elegir conduce a más confusión: "si uno dice que algo es o más importante, entonces relega a un segundo plano todas las demás facetas de la vida". Para Krishnamurti cada uno de nosotros "deberíamos" tomar "todo el movimiento de la vida como uno solo" o bien tomar un aspecto fundamental en el que esté incluido todos los demás. Cuando exploramos una faceta de la vida y la comprendemos, podemos abarcar la totalidad del campo de la vida. Para investigar, debemos estar libres, de lo contrario la investigación estará "coloreado" con nuestros temores, esperanzas y placeres.


Por otro lado, Krishnamurti se pregunta ¿Existe una forma de vivir la vida diaria que sea por completo diferente de lo que normalmente es ahora? ¿Existe una forma de vivir sin control, sin ningún conflicto, conformidad o disciplina? Tan sólo podemos descubrir cómo aprender a vivir cuando nuestra mente afronta lo que está sucediendo ahora. Esta observación " de lo que está sucediendo" es la percepción directa en la que no hay dualidad, no hay resistencia ni contradicción en relación con lo que está sucediendo. Por contra, las asociaciones y reacciones ante lo que sucede son el condicionamiento de la mente y este condicionamiento impide observar. Cuando observamos lo que está sucediendo ahora, eso que observamos, se diluye en la nada. Cuando existe ese tipo de observación entonces las actividades, la naturaleza y la estructura del condicionamiento se disuelve.


Por último, el arte de vivir es relación. Los recuerdos no tienen lugar en el arte de vivir porque si hay recuerdos en la relación, no hay relación. La relación es entre el contenido de sus recuerdos y esos recuerdos dividen y por consiguiente hay conflicto entre mis recuerdos y los tuyos. Por ese motivo, el pensamiento, que en sí mismo es recuerdo, no tiene ningún lugar en la relación. Para acabar concluyendo, que el arte de vivir sólo es posible cuando el pensamiento no contamina el amor.


Después de la síntesis la vida es lo que está sucediendo en este instante vamos a realizar un breve comentario de esta charla. ¿Qué es el arte de vivir? ¿Qué está implicado? ¿Qué tiene cabida? En definitiva, ¿En qué consiste vivir? Y ¿Cómo podemos vivir una vida diferente al tipo de vida que llevamos la mayoría de las personas sin que haya lugar al conflicto? El discurso de Krishnamurti parte de la observación y la investigación con detenimiento de estas cuestiones esenciales. 


Vivir no es una reacción (ante) ni un apego (a) ni una acumulación (de) para Krishnamurti. Vivir es relación con nosotros mismos y con los otros sin la intervención del pensamiento y del deseo a través de una atenta observación e investigación de lo que está sucediendo en este preciso instante. La vida, el vivir, tiene lugar en cada instante, de lo contrario, no es vida, sino una acción, reacción o recreación del pensamiento debido a la naturaleza proyectiva de la mente. Esta observación e investigación de lo que está sucediendo ahora, en nuestra propia vida, es la percepción intensa en la que no hay dualidad, ni resistencia ni contradicción en relación con lo que está sucediendo. Por tanto, no existe conflicto en nuestras vidas.


El arte de vivir es el arte más “sublime” que hayamos creado los seres humanos y a través de éste puede establecerse una nueva forma de vivir, por tanto, un nuevo ser humano produciendo así  la transformación del hombre. Para Krishnamurti ese arte sólo puede surgir cuando hay “libertad total” sin que intervenga ningún tipo de elección. La libertad no es una idea o un ideal que alcanzar. No es un pensamiento. Es acción. Por ese motivo, cuando damos el primer paso es el último “el primer paso es el último lo que cuenta es ese primer paso no el último”. La libertad es una acción total que afecta a la totalidad del campo de acción de la vida. Esta libertad no participa del proceso de elección porque éste sólo genera mayor confusión, no mayor claridad: “siempre resulta difícil y confuso elegir un solo aspecto y decir que es el más importante, porque el mismo elegir, el diferenciar categorías, conduce a más confusión si uno dice que algo es lo más importante, entonces relega a un segundo plano todas las demás facetas de la vida.” La observación de este hecho- lo que está sucediendo en este instante- y la de su comprensión lleva según Krishnamurti a una investigación libre de la mente lo que supone una libertad total. La liberación del contenido de la mente nos abre a la totalidad de la vida cuando existe esa libertad total



Una cuestión afín a la libertad es qué significa vivir sin conflicto. Si prestamos atención, observando qué está sucediendo en este instante de nuestras vidas, sin que exista  ninguna resistencia o contradicción en relación con lo que está sucediendo, y, sin evadirnos, entonces no hay espacio para el conflicto. Es la evasión la que crea la dualidad entre “lo que está sucediendo” y “lo que debería estar sucediendo” en nuestras vidas dando lugar al conflicto. Nuestra mente está fuertemente condicionada, impidiendo que observemos con claridad, generando así un conflicto interno “Las asociaciones y las reacciones como consecuencia de lo que sucede  son el condicionamiento de la mente, y este condicionamiento impide observar lo que ahora está sucediendo porque el tiempo no está implicando en ese suceso de ahora”. El condicionamiento de la mente surge del tiempo. El tiempo es “la evolución de nuestro condicionamiento, es la herencia de la humanidad, una carga que no tiene principio” pero cuando observamos lo que está sucediendo en nuestras vidas con detenimiento, eso que observamos se  diluye en la nada al comprender la naturaleza y la estructura del condicionamiento así como sus actividades.