Es oportuno introducir mi reflexión acerca de la relación entre el dinero y la conciencia, que muy sintéticamente ha expuesto Joan Antoni Melé en su libro Dinero y Conciencia ¿A quién sirve mi dinero?
No es habitual relacionar el dinero con la conciencia. Aparentemente, parece una pareja poco convencional. Y, lo es porque no creemos que el dinero deba estar al servicio de la conciencia. De alguna manera, deseamos separar la conciencia del dinero: el dinero no debe responder a la conciencia. Debe ser independiente de ésta. No podemos separar la conciencia del dinero porque significa renunciar a la ética, es decir, al dinero ético.
La desconexión de la conciencia con el dinero propicia, como denuncia Joan Antoni Melé en su libro, la no asunción de responsabilidades individuales frente al dinero. No queremos conocer cuál es el destino de nuestro dinero ni cómo usan ese dinero. No hay conciencia de cómo se genera el dinero ni a qué se destina. Salvo que verdaderamente creamos, que debemos poner el dinero al servicio de la conciencia, debemos cambiar esta tendencia a la indiferencia y a la inercia y empezar a reestablecer la conexión del dinero con la conciencia, actuando en consecuencia.
La crisis de la conciencia, que describe Joan Antoni Melé en Dinero y Conciencia ¿A quién sirve mi dinero?, nos afecta profundamente y afecta a nuestro mundo.Tiene repercusiones en nuestra relación con el mundo del dinero. Hemos perdido el control sobre ese mundo a la par que hemos entrado en una profunda crisis que no sabemos a dónde nos va a llevar. Revertiremos esta crisis de la conciencia, cuando vislumbremos una nueva conciencia. Pero, para ello, hemos de recuperar e incorporar el dinero a esta nueva conciencia.
La desconexión de la conciencia con el dinero propicia, como denuncia Joan Antoni Melé en su libro, la no asunción de responsabilidades individuales frente al dinero. No queremos conocer cuál es el destino de nuestro dinero ni cómo usan ese dinero. No hay conciencia de cómo se genera el dinero ni a qué se destina. Salvo que verdaderamente creamos, que debemos poner el dinero al servicio de la conciencia, debemos cambiar esta tendencia a la indiferencia y a la inercia y empezar a reestablecer la conexión del dinero con la conciencia, actuando en consecuencia.
La crisis de la conciencia, que describe Joan Antoni Melé en Dinero y Conciencia ¿A quién sirve mi dinero?, nos afecta profundamente y afecta a nuestro mundo.Tiene repercusiones en nuestra relación con el mundo del dinero. Hemos perdido el control sobre ese mundo a la par que hemos entrado en una profunda crisis que no sabemos a dónde nos va a llevar. Revertiremos esta crisis de la conciencia, cuando vislumbremos una nueva conciencia. Pero, para ello, hemos de recuperar e incorporar el dinero a esta nueva conciencia.
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