¿Cómo empezó todo? Para comprender cómo Finlandia llegó a ser un referente mundial en la educación, debemos conocer una serie de datos históricos que permiten contextualizar el éxito académico de Finlandia:
Los filandeses son un pueblo finoúgrico que ocupó la Finlandia actual. Durante la Edad Media estuvo bajo la influencia del reino de Suecia. Su integración a Suecia permitió la supervivencia de la lengua y de la cultura finlandesa, vinculándola a la población campesina y burguesa, mientras que la nobleza, de origen sueco en su mayoría, siguió con sus vínculos lingüísticos y culturales con Suecia, de manera que como lo describe Xavier Melgarejo "existió un bilingüismo relacionado con la clase social de los individuos". En la actual Finlandia, persiste esa diferenciación cultural y lingüística entre la población mayoritariamente finlandesa y la minoría sueca.Otro dato histórico muy relevante fue la independencia del reino de Suecia en 1523 del reino de Dinamarca. Para reforzar dicha independencia se introdujo el luteranismo. La adscripción de Suecia a la Reforma luterana resulta de vital importancia para el desarrollo de la educación. Se tradujo la Biblia al sueco en 1526 y al finés en 1548. Al mismo tiempo, se impulsó el aprendizaje de la lectura: "porque cada creyente debía ser capaz de leer y reflexionar sobre la palabra de Dios, que debía conocer de primera mano y no a través del filtro eclesiástico". El luteranismo impulsó el conocimiento de la lectura. Esto permitió un mayor aumento del nivel cultural de la población y una reducción progresiva de las tasas de analfabetismo en Finlandia. Otro aspecto que no podemos olvidar es una de las consecuencias de la guerra civil sueca de 1610-1617 en la que Finlandia quedó sometida a la corona sueca: un aumento del centralismo y la imposición del sueco como lengua oficial de la Administración, cultura y enseñanza. La consecuencia fue la división del país en 2 comunidades lingüísticas. Asimismo, se estableció que el sueco fuera la lengua culta y el finés fuera la lengua "plebeya". En 1640, se crea la primera universidad en Finlandia, la Academia de Turku, con el objetivo de formar a clérigos y a funcionarios del reino de Suecia. La creación de la universidad se considera uno de los hitos más importantes de la educación en Finlandia. Aunque originariamente predominaba el sueco pronto se fue "finlandizando" y se convirtió en el centro de la vida cultural de Finlandia. Hasta ahora la adscripción de Finlandia a la Reforma protestante y el establecimiento de la Iglesia luterana provocó un cambio en el acceso a la lectura e impulsó la traducción de la Biblia al sueco y al finés. Esta necesidad de formar a los creyentes llevó a la creación de escuelas por parte de la Iglesia luterana. La responsabilidad de la formación recaerá sobre el individuo que permitirá posteriormente el desarrollo de una ética protestante.
A estos datos históricos, cabe añadir los valores sociales que han desempeñado un papel fundamental en la educación finlandesa y en el funcionamiento de su sistema educativo y por tanto en el éxito educativo de Finlandia. ¿Cuáles son esos valores? Para los finlandeses, lo más importante es "el hogar y la familia, seguido del trabajo, los amigos y el tiempo de ocio, mientras que la política y la religión no ocupan un papel relevante en su escala de valores". El 70% apoyan el mantenimiento del Estado de bienestar y consideran que la redistribución de la riqueza es una "responsabilidad personal". Los finlandeses valoran a "las personas por lo que son y hacen, y no por el grupo social al que pertenecen". A lo que hay que sumar el gran interés por los derechos de los ciudadanos. El sistema educativo se considera como un servicio y sólo una minoría aboga por su privatización. El nivel de lectura es el más alto de toda la Unión Europea. Algo parecido se puede decir del dominio de una segunda lengua. Otro rasgo distintivo de la sociedad finlandesa es la existencia de una conciencia ecológica. El 40% de los finlandeses prioriza la conservación del medio ambiente sobre el crecimiento económico. Este ecologismo se inscribe en la profunda crisis de los años 90 que asoló Finlandia. Los finlandeses han abandonado "la idea de un progreso exponencial, lineal e infinito, y se decanta por la construcción de una sociedad en la que están satisfechas las necesidades básicas en un marco de democracia, tolerancia y progreso". Todos estos valores se transmiten en el sistema educativo finlandés.
Historia, valores sociales compartidos y un Estado del bienestar que "arropa" al sistema educativo. Los resultados educativos serían imposibles sin una serie de condiciones que vamos a comentar:
Los servicios de salud son gratuitas para los menores de 16 años. Las revisiones y los controles sanitarios a las madres y a sus hijos se extiende hasta los 6 años, que es el período más importante para el desarrollo infantil. De esta manera se permite detectar posibles problemas precozmente. Para canalizar dichos problemas resulta imprescidible detectarlos y tratarlos antes de entrar en el sistema escolar. Este seguimiento sigue en la escuela donde existe una dotación de enfermeras y psicólogos que "controlan la calidad de ese medio nuevo y que actúa como sustituto de la familia durante una parte de la jornada infantil."Además, se incluye la educación sexual en los planes de estudio, convirtiendo a Finlandia en el país europeo con el índice más bajo de embarazos no deseados. Las ayudas económicas a las familias, por el simple hecho de tener hijos, permiten que los niños no vivan en la pobreza. Los finlandeses creen que la pobreza infantil está asociada directamente al fracaso escolar. Con estas medidas, se pretende garantizar que todos los alumnos se integren en el sistema escolar con las mismas oportunidades. De esta manera, el Estado del bienestar compensa las desigualdades económicas o sociales existentes. En consecuencia, "dos de los engranajes del sistema educativo, las estructuras socioculturales y la familia, se refuerzan para que el tercer engranaje, la escuela, permita que todos los alumnos tengan las mismas oportunidades."
En definitiva, el éxito del sistema educativo finlandés no se puede atribuir exclusivamente a la existencia de un Estado del bienestar desarrollado porque hay otros estados escandinavos - Suecia, Noruego y Dinamarca- que disponen de medidas de protección social mucho más importantes que Finlandia sino más bien las razones del éxito finlandés se deben buscar en el sistema educativo escolar.
Los filandeses son un pueblo finoúgrico que ocupó la Finlandia actual. Durante la Edad Media estuvo bajo la influencia del reino de Suecia. Su integración a Suecia permitió la supervivencia de la lengua y de la cultura finlandesa, vinculándola a la población campesina y burguesa, mientras que la nobleza, de origen sueco en su mayoría, siguió con sus vínculos lingüísticos y culturales con Suecia, de manera que como lo describe Xavier Melgarejo "existió un bilingüismo relacionado con la clase social de los individuos". En la actual Finlandia, persiste esa diferenciación cultural y lingüística entre la población mayoritariamente finlandesa y la minoría sueca.Otro dato histórico muy relevante fue la independencia del reino de Suecia en 1523 del reino de Dinamarca. Para reforzar dicha independencia se introdujo el luteranismo. La adscripción de Suecia a la Reforma luterana resulta de vital importancia para el desarrollo de la educación. Se tradujo la Biblia al sueco en 1526 y al finés en 1548. Al mismo tiempo, se impulsó el aprendizaje de la lectura: "porque cada creyente debía ser capaz de leer y reflexionar sobre la palabra de Dios, que debía conocer de primera mano y no a través del filtro eclesiástico". El luteranismo impulsó el conocimiento de la lectura. Esto permitió un mayor aumento del nivel cultural de la población y una reducción progresiva de las tasas de analfabetismo en Finlandia. Otro aspecto que no podemos olvidar es una de las consecuencias de la guerra civil sueca de 1610-1617 en la que Finlandia quedó sometida a la corona sueca: un aumento del centralismo y la imposición del sueco como lengua oficial de la Administración, cultura y enseñanza. La consecuencia fue la división del país en 2 comunidades lingüísticas. Asimismo, se estableció que el sueco fuera la lengua culta y el finés fuera la lengua "plebeya". En 1640, se crea la primera universidad en Finlandia, la Academia de Turku, con el objetivo de formar a clérigos y a funcionarios del reino de Suecia. La creación de la universidad se considera uno de los hitos más importantes de la educación en Finlandia. Aunque originariamente predominaba el sueco pronto se fue "finlandizando" y se convirtió en el centro de la vida cultural de Finlandia. Hasta ahora la adscripción de Finlandia a la Reforma protestante y el establecimiento de la Iglesia luterana provocó un cambio en el acceso a la lectura e impulsó la traducción de la Biblia al sueco y al finés. Esta necesidad de formar a los creyentes llevó a la creación de escuelas por parte de la Iglesia luterana. La responsabilidad de la formación recaerá sobre el individuo que permitirá posteriormente el desarrollo de una ética protestante.
A estos datos históricos, cabe añadir los valores sociales que han desempeñado un papel fundamental en la educación finlandesa y en el funcionamiento de su sistema educativo y por tanto en el éxito educativo de Finlandia. ¿Cuáles son esos valores? Para los finlandeses, lo más importante es "el hogar y la familia, seguido del trabajo, los amigos y el tiempo de ocio, mientras que la política y la religión no ocupan un papel relevante en su escala de valores". El 70% apoyan el mantenimiento del Estado de bienestar y consideran que la redistribución de la riqueza es una "responsabilidad personal". Los finlandeses valoran a "las personas por lo que son y hacen, y no por el grupo social al que pertenecen". A lo que hay que sumar el gran interés por los derechos de los ciudadanos. El sistema educativo se considera como un servicio y sólo una minoría aboga por su privatización. El nivel de lectura es el más alto de toda la Unión Europea. Algo parecido se puede decir del dominio de una segunda lengua. Otro rasgo distintivo de la sociedad finlandesa es la existencia de una conciencia ecológica. El 40% de los finlandeses prioriza la conservación del medio ambiente sobre el crecimiento económico. Este ecologismo se inscribe en la profunda crisis de los años 90 que asoló Finlandia. Los finlandeses han abandonado "la idea de un progreso exponencial, lineal e infinito, y se decanta por la construcción de una sociedad en la que están satisfechas las necesidades básicas en un marco de democracia, tolerancia y progreso". Todos estos valores se transmiten en el sistema educativo finlandés.
Historia, valores sociales compartidos y un Estado del bienestar que "arropa" al sistema educativo. Los resultados educativos serían imposibles sin una serie de condiciones que vamos a comentar:
Los servicios de salud son gratuitas para los menores de 16 años. Las revisiones y los controles sanitarios a las madres y a sus hijos se extiende hasta los 6 años, que es el período más importante para el desarrollo infantil. De esta manera se permite detectar posibles problemas precozmente. Para canalizar dichos problemas resulta imprescidible detectarlos y tratarlos antes de entrar en el sistema escolar. Este seguimiento sigue en la escuela donde existe una dotación de enfermeras y psicólogos que "controlan la calidad de ese medio nuevo y que actúa como sustituto de la familia durante una parte de la jornada infantil."Además, se incluye la educación sexual en los planes de estudio, convirtiendo a Finlandia en el país europeo con el índice más bajo de embarazos no deseados. Las ayudas económicas a las familias, por el simple hecho de tener hijos, permiten que los niños no vivan en la pobreza. Los finlandeses creen que la pobreza infantil está asociada directamente al fracaso escolar. Con estas medidas, se pretende garantizar que todos los alumnos se integren en el sistema escolar con las mismas oportunidades. De esta manera, el Estado del bienestar compensa las desigualdades económicas o sociales existentes. En consecuencia, "dos de los engranajes del sistema educativo, las estructuras socioculturales y la familia, se refuerzan para que el tercer engranaje, la escuela, permita que todos los alumnos tengan las mismas oportunidades."
En definitiva, el éxito del sistema educativo finlandés no se puede atribuir exclusivamente a la existencia de un Estado del bienestar desarrollado porque hay otros estados escandinavos - Suecia, Noruego y Dinamarca- que disponen de medidas de protección social mucho más importantes que Finlandia sino más bien las razones del éxito finlandés se deben buscar en el sistema educativo escolar.
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