Como hemos dicho antes, la criptografía surge con las primeras grandes civilizaciones de la humanidad. La historia de la criptografía se remonta, por tanto, hace miles de años. Su aplicación inicial en las campañas militares, fue extendiéndose a otros ámbitos a medida que se desarrollaba y se entendía su utilidad. La evolución de la criptografía ha ido a la par de la evolución del criptoanálisis. Hasta no hace mucho, la criptografía dominante era la criptografía clásica hasta la llegada de la criptografía asimétrica o criptografía de clave pública en la segunda mitad del siglo XX.
Veamos cuál ha sido el desarrollo histórico de la criptografía desde sus inicios en las antiguas civilizaciones hasta el siglo XIX. El uso más antiguo conocido de la criptografía es en jeroglíficos de monumentos del Antiguo Egipto- hace más de 4.500 años-. Los griegos y posteriormente los romanos también conocieron y hicieron uso de la criptografía. Muy concretamente, los griegos utilizaban el cifrado por transposición-conocido como escítala- y la esteganografía. Mientras que, los romanos utilizaban para sus campañas militares el llamado cifrado César, también conocido como cifrado por desplazamiento, código de César o desplazamiento de César. Se trata de un tipo de cifrado por sustitución en el que una letra en el texto original es reemplazada por otra letra que se encuentra un número fijo de posiciones más adelante en el alfabeto.
La criptografía tuvo un desarrollo destacable en la Edad Media. Entorno al año 1000, se desarrolló una técnica llamada análisis de frecuencias cuyo objetivo era romper los cifrados por sustitución monoalfabéticos que se utilizaban en aquel momento. Fue el mayor avance en criptoánalisis hasta la llegada de la Segunda Guerra Mundial. Todos los mensajes cifrados quedaron vulnerables a esta técnica criptoanalítica hasta la invención del cifrado polialfabético en 1465 por León Battista Alberti. La criptografía se hizo todavía más importante durante el Renacimiento en los estados italianos, incluido los Estados Pontificios, donde proliferaron el uso de técnicas criptoanalíticas. Más tarde, la criptografía y, muy particularmente, el criptoanálisis tuvieron un papel en la conspiración de Bahington, durante el reinado de la reina Isabel I de Inglaterra, donde provocaron la ejecución de María, reina de los escoceses. Durante los siglos XVII, XVIII y XIX, el interés de los monarcos europeos por la criptografía fue notable.
Aunque, la criptografía tiene una historia larga y compleja, no es hasta el siglo XIX, cuando se supera el desarrollo de soluciones ad hoc tanto para el cifrado como para el criptoanálisis. La criptografía da un salto cualitativo: se pretende dotar a un sistema criptográfico de propiedades deseables. Concretamente, seis. Estas propiedades deseables de un sistema criptográfico se conocen como los principios de Kerckhoffs. Recibe el nombre del lingüísta y criptógrafo holandés Auguste Kerckhoffs. Tanto la criptografía como el criptoanálisis se van haciendo cada vez más matemático y menos lingüístico.
Veamos cuál ha sido el desarrollo histórico de la criptografía desde sus inicios en las antiguas civilizaciones hasta el siglo XIX. El uso más antiguo conocido de la criptografía es en jeroglíficos de monumentos del Antiguo Egipto- hace más de 4.500 años-. Los griegos y posteriormente los romanos también conocieron y hicieron uso de la criptografía. Muy concretamente, los griegos utilizaban el cifrado por transposición-conocido como escítala- y la esteganografía. Mientras que, los romanos utilizaban para sus campañas militares el llamado cifrado César, también conocido como cifrado por desplazamiento, código de César o desplazamiento de César. Se trata de un tipo de cifrado por sustitución en el que una letra en el texto original es reemplazada por otra letra que se encuentra un número fijo de posiciones más adelante en el alfabeto.
La criptografía tuvo un desarrollo destacable en la Edad Media. Entorno al año 1000, se desarrolló una técnica llamada análisis de frecuencias cuyo objetivo era romper los cifrados por sustitución monoalfabéticos que se utilizaban en aquel momento. Fue el mayor avance en criptoánalisis hasta la llegada de la Segunda Guerra Mundial. Todos los mensajes cifrados quedaron vulnerables a esta técnica criptoanalítica hasta la invención del cifrado polialfabético en 1465 por León Battista Alberti. La criptografía se hizo todavía más importante durante el Renacimiento en los estados italianos, incluido los Estados Pontificios, donde proliferaron el uso de técnicas criptoanalíticas. Más tarde, la criptografía y, muy particularmente, el criptoanálisis tuvieron un papel en la conspiración de Bahington, durante el reinado de la reina Isabel I de Inglaterra, donde provocaron la ejecución de María, reina de los escoceses. Durante los siglos XVII, XVIII y XIX, el interés de los monarcos europeos por la criptografía fue notable.
Aunque, la criptografía tiene una historia larga y compleja, no es hasta el siglo XIX, cuando se supera el desarrollo de soluciones ad hoc tanto para el cifrado como para el criptoanálisis. La criptografía da un salto cualitativo: se pretende dotar a un sistema criptográfico de propiedades deseables. Concretamente, seis. Estas propiedades deseables de un sistema criptográfico se conocen como los principios de Kerckhoffs. Recibe el nombre del lingüísta y criptógrafo holandés Auguste Kerckhoffs. Tanto la criptografía como el criptoanálisis se van haciendo cada vez más matemático y menos lingüístico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario