Bwindi es el hogar de 400 gorilas de montaña. Representa casi la mitad de todos los gorilas de montaña que quedan en el mundo. El reto están repartidos entre Ruanda y la República Democrática del Congo. Bwindi debe su gran biodiversidad "tanto a los cambios de elevación como el hecho de ser uno de los bosques más antiguos de la Tierra" que tiene una antiguedad de 25.000 años. Antaño este bosque formaban parte de la selva tropical que se extendía a lo largo del Rift que marcaba la frontera entre Uganda, Ruanda y el Congo. La única presencia humana era la de los pigmeos batwa que coexistían pacíficamente con los gorilas de montaña. Sin embargo, durante los últimos siglos no pasaron de llegar agricultores bantúes, que talaban y quemaban los bosques para obtener campos de cultivo. La selva quedó dividida en tres fragmentos separados. En 1990, la confirmación de la presencia del gorila de montaña llevó al gobierno de Uganda a darle el estatus de parque nacional. La razón de la creación del parque nacional era que los europeos y norteamericanos pagaran 500 dólares por cabeza por tener la oportunidad de ver los gorilas de montaña. El contacto con el ser humano ha provocado la difusión de enfermedades contagiosas al gorila de montaña, causando mortalidad.
Para preservar a los gorilas de montaña, Gladys Kalema, una veterinaria ugandesa, crea una ONG para preservar el medio ambiente, y con ello también a los gorilas de montaña, ayudando a los ugandeses que viven en Bwindi. Creó el Hospital Comunitario de Bwindi cuando se fundó el parque nacional de Bwindi. Inicialmente atendía a los pigmeos batwa, que habían sido desposeídos de sus tierras, pero posteriormente, se incorporó a los 100.000 bantúes que habitaban alrededor del parque nacional. Uganda tiene una de las tasas de fecundidad más altas del mundo. En Bwindi, las familias suelen tener una media de 8 o más hijos. No se puede salvar a los gorilas de montaña, si no se aborda la superpoblación de las regiones rurales como Bwindi. Ejercen mucha presión sobre el bosque de Bwindi, el hábitat de los gorilas. Las mejoras en la asistencia sanitaria debe acompañarse con la planificación familiar. La idea es muy sencilla: "Si tenemos demasiados bebés y seguimos creciendo más, la gente talará más bosque para plantar más cultivos, perderemos a los gorilas, y los turistas nunca volverán." La planificación familiar no está prohibida en Uganda. Aunque el gobierno ugandés no los financiaba por carecer de recursos. El problema erradica en la financiación de los programas de planificación familiar. Depende en gran medida de las donaciones privadas que reciben las ONG's:"cada año es un auténtico viaje de supervivencia por las selvas impenetrables de la filantropía. Todas las ONG de todos los países en desarrollo compiten por el mismo acervo benéfico; el cual, a medida que las economías se contraen y las poblaciones crecen, se está reduciendo como el hielo del Ártico." Uno de los retos de Uganda es el acceso a los medios anticonceptivos por parte de la población ugandesa.Así como, la distribución masiva y continuada de esos medios anticonceptivos. El Gobierno ugandés no procura suficientes anticonceptivos. La mayoría de ellos los dona el UNFPA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas. El déficit de anticonceptivos de Uganda se traduce en al menos un 1.000.000 de embarazos no deseados al año.
Regresando a la protección y a la supervivencia de los gorilas de montaña, éstos afrontan el reciente hallazgo de petróleo en las selvas de Bwindi en el Rift Albertino. Ya se han otorgado concesiones. De hecho, la compañía petrolera Shell tiene el contrato para las zonas del Rift Albertino con la mayor concentración de chimpancés. Se estima que la esperanza de vida del yacimiento petrolífero es de 20 años. Y, que contiene unos 300 millones de barriles. ¿Pueden poner en riesgo la supervivencia de los gorilas de montaña, las prospecciones de petróleo en su hábitat? ¿Son conscientes los ugandeses de su dependencia del medio ambiente para garantizar su supervivencia y la de los gorilas de montaña?
Para preservar a los gorilas de montaña, Gladys Kalema, una veterinaria ugandesa, crea una ONG para preservar el medio ambiente, y con ello también a los gorilas de montaña, ayudando a los ugandeses que viven en Bwindi. Creó el Hospital Comunitario de Bwindi cuando se fundó el parque nacional de Bwindi. Inicialmente atendía a los pigmeos batwa, que habían sido desposeídos de sus tierras, pero posteriormente, se incorporó a los 100.000 bantúes que habitaban alrededor del parque nacional. Uganda tiene una de las tasas de fecundidad más altas del mundo. En Bwindi, las familias suelen tener una media de 8 o más hijos. No se puede salvar a los gorilas de montaña, si no se aborda la superpoblación de las regiones rurales como Bwindi. Ejercen mucha presión sobre el bosque de Bwindi, el hábitat de los gorilas. Las mejoras en la asistencia sanitaria debe acompañarse con la planificación familiar. La idea es muy sencilla: "Si tenemos demasiados bebés y seguimos creciendo más, la gente talará más bosque para plantar más cultivos, perderemos a los gorilas, y los turistas nunca volverán." La planificación familiar no está prohibida en Uganda. Aunque el gobierno ugandés no los financiaba por carecer de recursos. El problema erradica en la financiación de los programas de planificación familiar. Depende en gran medida de las donaciones privadas que reciben las ONG's:"cada año es un auténtico viaje de supervivencia por las selvas impenetrables de la filantropía. Todas las ONG de todos los países en desarrollo compiten por el mismo acervo benéfico; el cual, a medida que las economías se contraen y las poblaciones crecen, se está reduciendo como el hielo del Ártico." Uno de los retos de Uganda es el acceso a los medios anticonceptivos por parte de la población ugandesa.Así como, la distribución masiva y continuada de esos medios anticonceptivos. El Gobierno ugandés no procura suficientes anticonceptivos. La mayoría de ellos los dona el UNFPA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas. El déficit de anticonceptivos de Uganda se traduce en al menos un 1.000.000 de embarazos no deseados al año.
Regresando a la protección y a la supervivencia de los gorilas de montaña, éstos afrontan el reciente hallazgo de petróleo en las selvas de Bwindi en el Rift Albertino. Ya se han otorgado concesiones. De hecho, la compañía petrolera Shell tiene el contrato para las zonas del Rift Albertino con la mayor concentración de chimpancés. Se estima que la esperanza de vida del yacimiento petrolífero es de 20 años. Y, que contiene unos 300 millones de barriles. ¿Pueden poner en riesgo la supervivencia de los gorilas de montaña, las prospecciones de petróleo en su hábitat? ¿Son conscientes los ugandeses de su dependencia del medio ambiente para garantizar su supervivencia y la de los gorilas de montaña?
No hay comentarios:
Publicar un comentario