Algunas lecciones de historia es el cuarto capítulo del libro Dinero sin inflación ni tasas de interés de Margrit Kennedy. En este capítulo, resume muy brevemente la historia del sistema monetario, centrándose en dos momentos históricos: la Edad Media en Europa durante los siglos XII y XV donde regía un sistema monetario denominado Brakteaten y la República de Weimar y el patrón oro en los años 20 e inicios de los años 30 antes de la llegada de los nazis al poder.
Nuestro sistema monetario tiene más de 2.000 años de antigüedad. El oro ha sido el medio de cambio por excelencia hasta su substitución por el papel moneda. Silvio Gesell defendió la abolición del patrón oro porque consideraba que era perjudicial para un sistema monetario eficiente basado en el dinero libre de intereses. No obstante, Silvio Gesell se olvidó de hacer hincapié en la sustitución del interés por una tasa de circulación.
Dos momentos históricos donde se percibe la dificultad del sistema monetario:
El primero hace referencia al sistema monetario denominado Brakteaten que se desarrolló en Europa entre el siglo XII al XV. ¿En qué consistía? "Acuñada por diversas ciudades, obispos y soberanos, esta moneda no sólo contribuía al intercambio de bienes y servicios sino que proporcionaba un medio para recaudar impuestos. Todos los años, estas delgadas piezas de oro y plata se retiraban de circulación, se volvían a acuñar de una a tres veces y, en el proceso, se devaluaban aproximadamente en un 25%." Dado que las personas no deseaban conservar este dinero lo invertían en aquello que "prometiese conservar o aumentar su valor." En este período histórico, se crearon numerosas obras de arte en gran medida porque no se acumulaba riqueza sino que se creaba. Sin embargo, no todo era de color de rosa: "las personas sentían desagrado por este dinero, que se desvalorizaba a intervalos regulares." A finales del siglo XV, se acabó. Se reintroducijó el interés y con él, la acumulación de riqueza en pocas manos. La lección que deberíamos aprender en relación a este sistema monetario- Brakteaten-, que estuvo en funcionamiento durante ese período de la Edad Media, es que los impuestos deberían recaudarse por separado, sin conexión con la tasa de circulación del dinero.
El segundo hace referencia a la experiencia monetaria de la República de Weimar en Alemania. Durante la República, el presidente del Banco Central de Alemania propuso la creación de una moneda "honesta" lo que supuso el retorno al patrón oro. Como no pudo adquirir suficiente oro en el mercado mundial en función del dinero en circulación, comenzó a reducir éste último. La escasez de dinero en circulación condujo al aumento de las tasas de interés, "lo cual redujo los incentivos y posibilidades de inversiones y obligó a muchas empresas a declararse en bancarrota." El resultado fue el aumento del desempleo y el surgimiento, y, posterior ascenso del nazismo en Alemania. Visto con perspectiva histórica estos hechos, el Banco Central de Alemania, emitió una cantidad limitada de dinero que fue a parar a particulares y no a toda la sociedad alemana.
Nuestro sistema monetario tiene más de 2.000 años de antigüedad. El oro ha sido el medio de cambio por excelencia hasta su substitución por el papel moneda. Silvio Gesell defendió la abolición del patrón oro porque consideraba que era perjudicial para un sistema monetario eficiente basado en el dinero libre de intereses. No obstante, Silvio Gesell se olvidó de hacer hincapié en la sustitución del interés por una tasa de circulación.
Dos momentos históricos donde se percibe la dificultad del sistema monetario:
El primero hace referencia al sistema monetario denominado Brakteaten que se desarrolló en Europa entre el siglo XII al XV. ¿En qué consistía? "Acuñada por diversas ciudades, obispos y soberanos, esta moneda no sólo contribuía al intercambio de bienes y servicios sino que proporcionaba un medio para recaudar impuestos. Todos los años, estas delgadas piezas de oro y plata se retiraban de circulación, se volvían a acuñar de una a tres veces y, en el proceso, se devaluaban aproximadamente en un 25%." Dado que las personas no deseaban conservar este dinero lo invertían en aquello que "prometiese conservar o aumentar su valor." En este período histórico, se crearon numerosas obras de arte en gran medida porque no se acumulaba riqueza sino que se creaba. Sin embargo, no todo era de color de rosa: "las personas sentían desagrado por este dinero, que se desvalorizaba a intervalos regulares." A finales del siglo XV, se acabó. Se reintroducijó el interés y con él, la acumulación de riqueza en pocas manos. La lección que deberíamos aprender en relación a este sistema monetario- Brakteaten-, que estuvo en funcionamiento durante ese período de la Edad Media, es que los impuestos deberían recaudarse por separado, sin conexión con la tasa de circulación del dinero.
El segundo hace referencia a la experiencia monetaria de la República de Weimar en Alemania. Durante la República, el presidente del Banco Central de Alemania propuso la creación de una moneda "honesta" lo que supuso el retorno al patrón oro. Como no pudo adquirir suficiente oro en el mercado mundial en función del dinero en circulación, comenzó a reducir éste último. La escasez de dinero en circulación condujo al aumento de las tasas de interés, "lo cual redujo los incentivos y posibilidades de inversiones y obligó a muchas empresas a declararse en bancarrota." El resultado fue el aumento del desempleo y el surgimiento, y, posterior ascenso del nazismo en Alemania. Visto con perspectiva histórica estos hechos, el Banco Central de Alemania, emitió una cantidad limitada de dinero que fue a parar a particulares y no a toda la sociedad alemana.
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