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28 de julio de 2015

Crear una moneda libre de inflación e intereses.

Crear una moneda libre de inflación e intereses es el segundo capítulo del libro Dinero sin inflación y tasas de interés. En él se expone, en primer lugar, qué es posible crear una moneda libre de interés gracias al trabajo pionero de Silvio Gesell. En segundo lugar, el proyecto piloto de la moneda libre de interés en Wörgl en Austria en los años 30. En tercer lugar, la propuesta de reforma monetaria de Yoshita Otani sobre una moneda libre de interés. En cuarto lugar, la necesidad de crear una reforma impositiva territorial para acabar con la especulación de la tierra. Y, en cuarto lugar, la necesidad de una reforma tributaria para preservar el medio ambiente. 

¿Es posible crear una moneda libre de inflación e intereses? El trabajo pionero de Silvio Gesell y los primeros experimentos pilotos en Austria demuestran que es posible y plausible la creación de una moneda libre de inflación e intereses. Empecemos. Silvio Gesell, a finales del siglo XIX, formuló una teoría del dinero y de un nuevo "orden económico natural." Silvio Gesell era un comerciante alemán que observó que "en ciertas ocasiones su mercadería se vendía bien, rápidamente y a buen precio y en otras con mayor lentitud y a bajo precio. Pronto entendió que estos aumentos y reducciones pocas veces tenían que ver con la demanda o la calidad de sus bienes." Descubrió que la gente compraba bienes y/o servicios cuando las tasas de interés eran bajas y no cuando eran altas. Por otro lado, la disponibilidad de dinero dependía de si los propietarios del dinero lo prestaban o no: "Si obtenían por su dinero menos del 2,5% de interés tendían a retenerlo. Si después de cierto tiempo la gente estaba dispuesta a pagar más interés por el dinero, quedaba nuevamente disponible." De esta manera, se originaba un nuevo ciclo económico donde las tasas de interés eran bajas. Según Silvio Gesell este fenómeno sucedía porque el dinero, a diferencia de los bienes y los servicios, se puede "retener sin costes." Para Gesell la solución pasaría por la creación de un sistema monetario en el que el dinero generara costes de mantenimiento, y, de esta manera, se liberará al dinero de la especulación. Gesell propuso un sistema monetario en el que el dinero "se oxidaba", es decir, que estaba sujeto a una "tasa de uso."

Silvio Gesell además añadió que hay que reemplazar el interés por la tasa de circulación. ¿En qué consiste? Como hemos visto anteriormente, Gesell formuló en 1890 la teoría del dinero y la teoría del "orden económico natural" en el que sugiere transformar el dinero en un servicio público sujeto a una tasa por uso. La idea central del pensamiento de Silvio Gesell era: "En lugar de pagar intereses a los que tienen más dinero del que necesitan y con el fin de mantener el dinero en circulación, todo el que posee un excedente en dinero deberá pagar una pequeña tasa si lo mantiene fuera de circulación. " Esta reforma resolvería los múltiples problemas causados por el interés e interés compuesto. Si bien, el interés es un beneficio privado, la tasa por uso del dinero se traduciría en beneficio público. El dinero de la tasa por uso deberá integrarse al flujo monetario para mantener un equilibrio entre el volumen de dinero y el volumen de "actividades económicas." La tasa representaría un ingreso para el Estado y mediante ella se reduciría los impuestos.

En los años 30, los seguidores de Silvio Gesell tuvieron la oportunidad de poner en práctica una moneda libre de interés. Una de las ciudades donde se llevó a cabo fue en Wörgl en Austria. Entre 1932 y 1933, se puso en marcha un intento de reforma monetaria. El alcalde de Wörgl pudo convencer a los comerciantes y a la administración  para que participirán en un "experimento monetario" basado en el libro El Orden económico natural de Silvio Gesell. ¿En qué consistió? "Los ciudadanos dieron su consentimiento y el concejo de la ciudad emitió 32.000 "chelines libres"- chelines libres de interés-, respaldados en el banco por el mismo monto en chelines austríacos ordinarios. La ciudad hizo construir puentes, mejoró la red callejera y los servicios públicos y pagó sueldos y material con esta moneda, aceptada por los comerciantes y empresarios de la ciudad." La tasa por utilización de los "chelines libres" era del 1% mensual y de un 12% anual. ¿Cómo funcionaba? "Debía pagarla el que poseyera el billete a fin de mes en forma de un sello fiscal por valor del 1% del billete, que se adhería al dorso del mismo. Sin este sello el billete no tenía validez." La tasa incitaba a los ciudadanos que poseían los chelines libres a gastarlo "lo más rápidamente posible antes de usar sus chelines ordinarios." Los ciudadanos de Wörgl pagaban sus impuestos con los "chelines libres" para evitar el pago de la tasa. En un plazo de un año, circularon 32.000 chelines libres 463 veces, creando bienes y servicios por un valor de 14.816.000 chelines. En cambio, el chelín ordinario no circuló más que 21 veces. La ciudad de Wörgl redujo el desempleo en un 25%. El dinero que obtuvieron de la recaudación municipal a través de los chelines libres lo utilizó para obras públicas. Cuando en Austria comenzaron a interesarse por el experimento de Wörgl, el Banco Nacional de Austria consideró que su monopolio corría peligro e inició una acción en contra del municipio y prohibió la emisión de los chelines libres de interés. La experiencia sobre una hipotética moneda libre de interés en Austria demuestra que la política es más importante que los aspectos técnicos de la implantación de una moneda libre de interés en el sistema monetario.

Una propuesta de reforma monetaria basada en una moneda libre de interés es la de Yoshita Otani. En la propuesta de Yoshita Otani es más fácil la imposición de una tasa por uso sobre una nueva moneda libre de interés. ¿En qué consistiría su propuesta? "Un 90% de lo que llamemos dinero son números en la computadora. De tal modo, cada uno de nosotros tendría dos cuentas bancarias: una corriente y una de ahorro. El dinero depositado en la cuenta corriente, siempre a disposición de su titular, sería tratado como efectivo y su valor podría disminuir en una proporción mínima del orden del 0,5% mensual o 6% anual." Cualquiera que tuviese en su cuenta corriente más "dinero nuevo" que el necesario para pagar los gastos mensuales, estaría tentado a transferirlo en una cuenta de ahorro. El banco, desde esta cuenta, estaría en condiciones de prestarlo sin intereses, "por lo cual dicha cuenta no sería recargada con tasas." De igual manera, el propietario del dinero nuevo no recibiría intereses sobre su cuenta de ahorro pero el dinero nuevo retendría su valor: "Desde el momento que el interés queda abolido, la inflación pierde su razón de ser." La persona que recibiera un crédito "no pagaría intereses, pero arriesgaría primas y costos bancarios comparables a los que incluye todo préstamo bancario." En la práctica, poco cambiaría. Los bancos operarían, concediendo préstamos porque estarían sujetos a la tasa por uso. Para equilibrar el crédito y el ahorro, "posiblemente los bancos se verían en la necesidad de pagar o recibir un interés reducido, según que dispusiesen o no de dinero nuevo en cantidad superior a la necesaria o tuviesen problemas de liquidez." Los intereses cumplirían una función de mecanismo regulador y no de redistribución de la riqueza. La base de la reforma se basaría en la adaptación del dinero en circulación con el dinero necesario para llevar todas las transacciones. Una vez que se hubiese creado suficiente cantidad de dinero para realizar todas las transacciones del banco no haría falta producir más dinero: "significa que el dinero nuevo seguiría una pauta de crecimiento físico natural y dejaría de atenerse a una pauta de crecimiento exponencial." Otro aspecto es incluir la prevención "de atesorar dinero en efectivo." Una solución pasaría por "imprimir billetes de diferentes colores, de manera que diversas series pudiesen retirarse de circulación una o dos veces por año sin previo aviso."

Si la reforma monetaria que hemos descrito, se implementará a gran escala, "tendría que ir acompañada de una reforma impositiva territorial." Sin ella, el dinero excedente se invertiría en especulación. Sin esta reforma tributaria, se podría poner peligro el medio ambiente. Dinero y tierra son indispensables para la vida. La tierra debería pertenecer a las comunidades y éstas deberían "arrendarlas a las personas que desee trabajarla." Había sido la tónica dominante hasta que en la Edad Media se introdujo el concepto de propiedad privada del Derecho Romano. La solución pasaría por combinar la "explotación privada" de la tierra con la "propiedad comunitaria." Significaría que las comunidades "deben comprar toda la tierra y arrendarla a sus habitantes." Otra posibilidad a largo plazo es imponer una tasa reducida- del 3% anual- sobre el valor de la tierra: "se pagará a la comunidad, que empleará el dinero recaudado para adquirir tierras que se ofrecen en el mercado. De esta manera, la comunidad podría tomar posesión de dichas tierras en poco más de 33 años." Otra alternativa consiste en dar a los propietarios la posibilidad de no pagar las tasas a condición de vender sus terrenos a la comunidad. El efecto inmediato de esta reforma impositiva territorial sería el fin de la especulación inmobiliaria. Haría que no se pagara el lucro que se genera con la especulación de la tierra.

Las reformas monetarias y territoriales requieren también de la introducción de dos cambios en el sistema de recaudación de tasas que tienen efectos devastadores sobre el medio ambiente:
1- "Sustituir el impuesto a las ganancias por un impuesto a los productos";
2- "Integrar al impuesto el producto los costos ecológicos estimados."
La aplicación de estos dos cambios no significaría que nuestro nivel de vida descendiera, "porque el aumento de precios de los productos se compensaría con un ingreso libre de impuestos." Este cambio crearía un cambio de actitudes de los consumidores respecto al medio ambiente. La gente pensaría dos veces antes de comprar cualquier producto nuevo si les resulta más económico repararlo, que comprarlo. Este cambio en el sistema tributario podría introducirse gradualmente. Además, "volvería obsoletos los numerosos conflictos ligados al medio ambiente, así como muchas "medidas de protección", y contribuiría a solucionar el problema del desempleo."

Dinero libre


23 de julio de 2015

Cuatro conceptos erróneos acerca del dinero.

Cuatro conceptos erróneos muy extendidos acerca del dinero es el primer capítulo del libro Dinero sin inflación ni tasas de interés. En este primer capítulo, Margrit Kennedy pone al descubierto cuatro falacias sobre el dinero, a saber: existe un único tipo de crecimiento, sólo se pagan intereses si solicitas un préstamo, las tasas de interés afecta a todos por igual y la inflación forma parte de una economía de mercado libre. 

La mayoría de la gente no entendemos cómo funciona el dinero y de qué manera nos afecta a nuestras vidas. ¿Qué es el dinero? El dinero es un medio que facilita el intercambio de bienes y servicios y permite superar los límites del trueque, es decir, del intercambio directo de bienes y servicios. El dinero posibilita la especialización del trabajo. Entonces, ¿por qué tenemos problemas con el dinero? El dinero, como hemos dicho antes, permite el intercambio de bienes y servicios, pero, al mismo tiempo, quiénes tienen más dinero pueden trabar ese intercambio. Este hecho, como comenta Margrit Kennedy, "hace que los que poseen menos del necesario deban pagar tributo a los que poseen más del necesario." Es, a todas luces, un trato injusto.

Existen cuatro conceptos erróneos sobre el dinero. Estos conceptos erróneos impiden un cambio del sistema monetario y qué mecanismos son necesarios para reemplazarlo.¿Cuáles son los conceptos erróneos?
1- Existe un único tipo de crecimiento.
2- Sólo se pagan intereses en caso de solicitar un préstamo en dinero.
3- Bajo el sistema monetario actual todos son afectados en igual medida por las tasas de interés.
4- La inflación es parte integral de la economía libre de mercado.

El primer concepto erróneo sobre el dinero se refiere al crecimiento. Tendemos a creer que existe un único tipo de crecimiento: "el que observamos en la naturaleza y experimentamos en nosotros mismos." Sin embargo, existen tres tipos de crecimiento. El primero, es el crecimiento natural que observamos en la naturaleza. El segundo, es el crecimiento lineal que experimentan las máquinas o las fuentes de energía. El tercero, es el crecimiento exponencial. Se puede describir en oposición al crecimiento natural. En el crecimiento exponencial, el crecimiento "es muy lento al principio, se acelera en forma continua y llega a una fase de crecimiento casi vertical." En la naturaleza, se observa este crecimiento en caso de enfermedad o muerte. En el mundo natural, el crecimiento exponencial termina con la muerte del organismo. Si trasladamos el crecimiento exponencial a los intereses observamos que el dinero se duplica a intervalos regulares. Esto explicaría por qué tenemos problemas con el actual sistema monetario. De hecho, "los intereses actúan como un cáncer sobre nuestra estructura social." La solución a los problemas ocasionados por el crecimiento exponencial consiste en crear un sistema monetario que responda a un crecimiento natural. Esto significa reemplazar los intereses por otro mecanismo que permite mantener el dinero en circulación.

Otra razón por la que es difícil de captar el impacto de los intereses en nuestro sistema monetario es porque funciona "de manera encubierta". Esto se debe al segundo concepto erróneo sobre el dinero "según el cual suponemos que sólo pagamos intereses cuando requerimos un préstamo en dinero y que para evitar el pago de intereses lo único que debemos hacer es no solicitarlo." Esta suposición es falsa. Los intereses están incluidos en el precio que pagamos por los bienes o servicios: "el monto exacto varía conforme a la relación entre el coste de capital y el del trabajo de los bienes y servicios que adquirimos." Por lo tanto, si pudiéramos abolir las tasas de interés y reemplazarlas por otro mecanismo capaz de asegurar la circulación del dinero, "la mayoría podría poseer el doble de riqueza o trabajar la mitad del tiempo que trabajamos, conservando nuestro nivel de vida actual."

El tercer concepto erróneo sobre el dinero podríamos formularlo así: "como todos tienen que pagar intereses al solicitar un préstamos o adquirir bienes y servicios y como todos obtienen intereses al ahorrar dinero, todos se benefician por igual con el sistema monetario actual." No es del todo cierto. En realidad, existe una gran diferencia entre quienes se benefician del sistema monetario actual y los que deben pagar. Nuestro sistema monetario opera un mecanismo de redistribución que transfiere el dinero "de los que tienen menos a los que tienen más del que necesitan." Cantidades cada vez mayores de dinero se concentran en menos manos. El mecanismo del interés compuesto no sólo impulsa el crecimiento económico exponencial sino que va contra los derechos de los ciudadanos de la mayoría de los países. Un sistema donde el 10% de la población recibe "mas de lo que lo que paga por dicho servicio a expensas del 80% que recibe menos de lo que paga." El cambio en el sistema monetario beneficiaría a todos.

El cuarto concepto erróneo sobre el dinero es el papel que cumple la inflación en el sistema económico. La mayoría de la gente contempla la inflación como parte integrante del sistema monetario  porque no existe ningún país capitalista con una economía libre de mercado sin inflación. La inflación es "otra forma de tributación, que posibilita a los gobiernos paliar los problemas más graves provocados por  el incremento de sus deudas." Al permitir a los bancos centrales emitir dinero, los gobiernos logran reducir sus deudas. Cuando se produce una devaluación golpea más fuerte al 80% de la población, que suele pagar más de lo que recibe, en beneficio del otro 20%. La inflación se vincula con los pagos de interés originados en la expansión crediticia de un país. La razón de esta política inflacionista se debe a "que la única manera en que el grueso de la población puede soportar un crecimiento económico siga la curva de crecimiento exponencial del dinero." Es imprescindible reemplazar la inflación por otro mecanismo más idóneo para mantener la circulación monetaria.

Margrit Kennedy

20 de julio de 2015

Introducción al libro Dinero sin inflación ni tasas de interés

 ¿Cuál es el propósito del libro? "Este libro trata del funcionamiento del dinero." En él, habla sobre los cambios que afectan al dinero, por qué el dinero no sólo "hace girar el mundo" sino también por qué puede ocasionar su ruina en gran medida por el mantenimiento de mecanismos como el de los intereses que mantienen el dinero en circulación y que están detrás de la economía libre de mercado. Y, es precisamente, la transformación de estos mecanismos, en un medio más idóneo para mantener en circulación el dinero, es la que Margrit Kennedy propone para su implementación en la economía. Como ella apunta, "el propósito del libro no es señalar errores sino rectificar algunos conceptos y demostrar que existe la posibilidad de un cambio" y que "todas las personas que utilizan dinero puedan entender lo que está en juego." Margrit Kennedy demuestra cómo el cambio hacia un nuevo sistema monetario crearía "una situación provechosa para todo el mundo", contribuyendo al desarrollo de una economía sustentable. La última pregunta que se plantea es si podremos lograr el cambio del sistema monetario actual antes que se produzca su colapso.

Margrit Kennedy


15 de julio de 2015

Descripción del libro Dinero sin inflación ni tasas de interés

Dinero sin inflación ni tasas de interés. Como crear un medio de intercambio que sirva a todo el mundo y proteja la tierra de Margrit Kennedy es la traducción al español del libro Interest and inflation free money. Fue publicado en 1998 en Argentina por la editorial Nuevo Extremo. Es la primera edición del libro. Contiene 116 páginas. Se organiza entorno a una introducción, 7 capítulos donde se desarrolla el contenido del libro y otros dos apartados: direcciones útiles y publicaciones periódicas.

La estructura del libro responde a:
- Introducción.
-1. Capítulo: Cuatro conceptos erróneos muy extendidos acerca del dinero.
-2. Capítulo: Crear una moneda libre de inflación e intereses.
-3. Capítulo: ¿Quién se beneficiará con un nuevo sistema monetario?
-4. Capítulo: Algunas lecciones de historia.
-5. Capítulo: La reforma monetaria en el contexto de la transformación global: un ejemplo de cómo llevar adelante el cambio.
-6. Capítulo: cómo contribuir a la etapa de transición.
-7. Capítulo: las aplicaciones concretas de hoy son los embriones de una nueva economía.
- Direcciones útiles.
- Publicaciones periódicas.

Dinero sin inflación ni tasas de interés Margrit Kennedy

13 de julio de 2015

Presentación del libro Dinero sin inflación ni tasas de interés.

Ahora vamos a presentar el libro de Margrit Kennedy, Dinero sin inflación ni tasas de interés. Como crear un medio de intercambio que sirva a todo el mundo y proteja la tierra. publicado por Nuevo Extremo en Argentina en 1998.

Margrit Kennedy con su libro Dinero sin inflación ni tasas de interés nos invita a comprender el funcionamiento del dinero, es decir, por qué el dinero no sólo "hace girar el mundo" sino por qué causa al mismo tiempo su ruina. Este factor -y otros-, está detrás de el mecanismo que mantiene el dinero en circulación: el de los intereses e intereses compuestos. Que, a su vez, está detrás de la economía libre de mercado. Margrit Kennedy nos propone la transformación de este mecanismo "en un medio más adecuado para mantener el dinero en circulación." pero sin los aspectos negativos que conlleva un sistema monetario basado en la inflación y en los intereses. Y, así, contribuir al desarrollo de una economía sustentable.

Dinero sin inflación ni tasas de interés

7 de julio de 2015

Pankaj Ghemawat: "El mundo no es plano."

Pankaj Ghemawat habla sobre el grado de globalización en el que estamos - o no- sujetos. Cuestiona la afirmación "el mundo es plano" de Thomas Friedman y que vivamos en un único mundo global: "Las fronteras nacionales aún importan." También, porque es importante ser precisos al hacer este tipos de afirmaciones. 


6 de julio de 2015

Vídeo presentación del Mundo 3.0. La prosperidad global y las vías para alcanzarla.

Es un vídeo promocional de la IESE Business School del libro de Pankaj Ghemawat Mundo 3.0. La prosperidad global y las vías para alcanzarla- en inglés, World 3.0. Global Prosperity and How to Achieve it-. El vídeo gira entorno a 4 cuestiones: 1) What does world 3.0 mean? 2) World 3.0 for Governments, businesses and individuals. 3) An antidote to the fears of Globalization. 4) A World 3.0 Perspective in Business. 


3 de julio de 2015

Globalización, semiglobalización y antiglobalización para Pankaj Ghemawat

El Mundo 3.0. La prosperidad global y las vías para alcanzarla. se detiene en cómo los fallos de mercado afectan a los procesos de integración y de regulación de los mercados transfronterizos. Estos fallos de mercado- pérdidas de trabajo, degradación medioambiental, volatilidad macroeconómica y desequilibrios comerciales y de capital- podrían mitigarse a través de una mayor integración y regulación de los mercados. Detrás de esta creencia, existe un compromiso favorable a una creciente globalización que traería consigo una mayor prosperidad global. Pero, como reconoce Pankaj Ghemawat, "vivimos en un mundo semiglobalizado, aún estamos muy lejos de un 100% de globalización." También, apunta la existencia de diferentes concepciones o visiones del mundo- el Mundo 0.0, 1.0, 2.0 y 3.0- acerca cómo nos enfrentamos al mundo. La globalización estaría unida al Mundo 2.0, la semiglobalización se identificaría con el Mundo 3.0 y la antiglobalización reinvidicaría la vuelta al Mundo 1.0. Pankaj Ghemawat apuesta decididamente por la semiglobalización porque puede conducirnos a mayores cuotas de prosperidad económica y social y de un mayor enriquecimiento cultural a nivel global.

¿Qué es la globalización, la semiglobalización y la antiglobalización para Pankaj Ghemawat? En primer lugar, vivimos en un mundo que no está globalizado al 100%. Por tanto, estamos en un mundo semiglobalizado donde las diferencias - culturales, económicas, administrativas o geográficas- y las distancias entre o dentro de los países son aún importantes. En otras palabras, existen fronteras. Los partidarios de la globalización niegan la existencia de fronteras, tanto internas como externas, y, consecuentemente, creen que "el mundo es plano." Los detractores de la globalización defienden el regreso al Mundo 1.0. con fronteras nacionales y vuelta a un mercado local o regional frente a los mercados globales. En medio de esta disputa encontramos la propuesta de Pankaj Ghemawat a favor de la semiglobalización. En segundo lugar, la integración y regulación de los mercados globales están en el punto de mira en los procesos de globalización. Pankaj Ghemawat cuestiona la existencia de unos mercados globales, plenamente integrados, como afirmaban los partidarios de la globalización. Existen mercados semiglobales con una integración global parcial, y no total, de los mercados. Los antiglobalización se oponen frontalmente a los mercados globales y piden el regreso a los mercados nacionales. Respecto a la necesidad de regular los mercados, los partidarios de la globalización sostienen que no debe haber una regulación - o bien debe ser escasa-  para facilitar el correcto funcionamiento de los mercados. El papel del Estado debe reducirse al máximo, facilitando la integración de los mercados. Los antiglobalización defienden la recuperación de la capacidad reguladora del Estado, especialmente, en relación a los fallos de mercado que se producen como consecuencia de la falta de regulación de los mercados. La semiglobalización asume tanto la integración como la regulación de los mercados. Pone más énfasis en la integración y menos en la regulación. Aunque remarca la necesidad de la regulación de los procesos de integración de los mercados transfronterizos. Especialmente, aquellos procesos de regulación que pueden evitar fallos de mercado.

26 de junio de 2015

Nosotros y ellos en el Mundo 3.0.

En este último capítulo del libro, Nosotros y ellos en el Mundo 3.0., Pankaj Ghemawat habla "cómo replantear nuestras propias relaciones con el resto del mundo." La posibilidad de "ganancias adicionales" derivadas del hecho de abrirse depende de la tolerancia a la apertura. Desafortunadamente, como afirma el autor, aún estamos muy lejos de abrirnos a los demás: "En realidad, como sugiere este capítulo, la distancia moldea nuestra emociones y relaciones personales mucho más de lo que habitualmente pensamos. Como han advertido los filósofos desde tiempos inmemoriables, tenemos una propensión a relacionarnos, confiar y preocuparnos más por aquellas personas que están más próximas a nosotros: a medida que la distancia aumenta la capacidad de conexión entre los seres humanos disminuye." Precisamente, reconocer esa sensibilidad a la distancia y reducirla es un paso importante "para tomar más conciencia de los beneficios que aporta el Mundo 3.0."

La noción de sensibilidad a la distancia apareció en la obra del filósofo estoico, Hierodes, antes que fuera recogida por el físico Isaac Newton en su ley de la gravedad universal.
El término que mejor describe la distancia, que Hierocles deseaba que redujéramos, es la distancia psíquica. La distancia psíquica se refiere a la distancia subjetiva o percibida entre dos personas, es decir, "no a una distancia objetiva y real, aunque los investigadores con frecuencia la han analizado en función de parámetros objetivos." Su campo de acción se ha ampliado, "hasta el punto de que llega a incluir al menos las dimensiones económica y cultural del marco CAGE, incorpora con frecuencia también las diferencias administrativas y en ocasiones, añade incluso los factores geográficos."  Pankaj Ghemawat prefiere reducir todas las dimensiones CAGE a una única categoría de distancia: el grado de desapego emocional o compasión mantenido hacia una persona, un grupo o un lugar. Según el autor, nuestro compromiso hacia los otros, depende de la confianza, por un lado, y la compasión o la preocupación por los demás, por otro lado. Ambas dependen de la distancia. Respecto a la confianza, las relaciones bilaterales entre dos países disminuyen o aumentan con la "distancia geográfica, lingüística, religiosa, genética y somática", como también con otros factores como la capacidad de ingresos o el historial de guerras; El aumento de la confianza en las relaciones bilaterales entre dos países pueden aumentar el comercio, la inversión directa o la inversión de fondos. Respecto a nuestra capacidad para sentir compasión o preocuparnos por los demás, depende de la cobertura informativa de los desastres naturales: "al tiempo que es supervisado por la organización que nos proporciona las noticias, está presumiblemente sintonizada con nuestra voluntad de mostrar interés." Un estudio que analizo más de 5 mil desastres naturales sugiere que, desde el punto de vista de la cobertura mediática, la contabilidad de las muertes tiene un valor diferente: "cada muerto europeo valía 3 sudamericanos, 43 asiáticos, 45 africanos o 90 habitantes de las islas de Pacífico." Esta diferencia en la voluntad de prestar ayuda también se confirma cuando comparamos la aportación a los pobres nacionales con la aportación al desarrollo destinado al resto de los pobres del mundo. Según un informe de la OCDE, los 14 economías más desarrolladas gastaron más- 35.000 veces- en ayudas por cada persona pobre de su país que por cada extranjero pobre. ¿Por qué sucede este hecho? Para Pankaj Ghemawat es porque nuestras simpatías se muestran más sensibles a la distancia,"es decir, localizados, cuando se trata de la preocupación por los demás(cobertura informativa) y, especialmente, de ayuda."

Llegados a este punto, qué deberes y obligaciones tenemos para con personas que se encuentran a diferentes distancias de nosotros. Pankaj Ghemawat propone diferentes actitudes mentales que corresponden al Mundo 0.0., 1.0., 2.0. y 3.0., es decir, el comunitarismo, el nacionalismo, el cosmopolitismo y el cosmopolitismo enraizado, respectivamente. Se centra, principalmente en estas últimas mentalidades: el cosmopolitismo convencional relacionado con el Mundo 2.0. que aspira a un estado donde la distancia no tiene importancia y el cosmopolitismo enraizado con el Mundo 3.0. que reconoce la importancia de la distancia y "también su carácter esencialmente egocéntrico." Aquello que está cerca y lo lejos de nosotros depende de quiénes somos y dónde estamos. Empecemos por el cosmopolitismo convencional del Mundo 2.0. El proyecto cosmopolita es el que articula Hierocles: "trazar los círculos juntos de alguna manera hacia el centro." La filósofa Martha Nussbaum muestra una visión más contemporánea del cosmopolitismo. Define a un cosmopolita como "la persona cuya lealtad se debe a la comunidad mundial de seres humanos." Los auténticos cosmopolitas se esfuerzan por romper ese vínculo entre "los límites políticos y las opciones que la gente tiene en la vida, y centran sus esfuerzos en aliviar las condiciones vigentes en los países más pobres teniendo en cuenta la magnitud de las carencias económicas que allí existen." El filósofo Peter Singer ofrece un fundamento lógico al cosmopolitismo convencional a través de una imagen: el "estanque poco profundo." ¿De qué se trata? Lo describe así: "si uno ve que un niño se está ahogando en un estaque poco profundo y puede salvarlo sin ningún riesgo para la propia seguridad, sin más inconveniente que mojar y ensuciarse la ropa, debería saltar literalmente al rescate de ese niño." Por extensión, dado que aún existen situaciones críticas en el mundo, no deberíamos pensar en ninguna otra cosa hasta que esas necesidades básicas estuviesen satisfechas. El problema que plantea la imagen del estaque poco profundo, es que, seguramente, es un pozo sin fondo. Las dificultades son dos. Primero, el correspondiente a la ayuda, "nos percatamos de que el reto de una igualdad absoluta es sin duda muy inquietante." Segundo, concentramos nuestra energía en ayudar a personas muy pobres, que se encuentran muy lejos de nosotros, no coincide con la psicología del Mundo 0.0. y 1.0. que enfatizan la obligación de ayudar a la gente que está más cerca de nosotros. Al abordar esta problemática, otro filósofo, Kwane Anthony Appiah, "hace hincapié en las obligaciones locales además de las obligaciones hacia aquellas muy lejos de nosotros." La postura de Appiah es que tenemos obligaciones para con los extranjeros y también obligaciones con personas y comunidades que están próximas a nosotros. Appiah sugiere que "las conexiones profundas con personas y lugares específicos son necesarias para desarrollar una capacidad individual a fin de poder vivir una vida cosmopolita." El cosmopolitismo enraizado del Mundo 3.0., reconoce que el beneficio, que se obtiene de prestar atención ayuda a los demás es muy grande, especialmente, en los países más pobres. Responde a la ley de Zipf, "el principio de que se necesita más energía para conectarse con aquellas personas que se encuentran lejos que con los que están cerca de nosotros." A esto, añadir, según el autor, el hecho de que, "cuando intentamos ayudar a gente a quién no entendemos bien, el mal que hacemos es mayor que el bien que intentamos hacer." En el cosmopolitismo enraizado lo que debemos hacer y dónde hacerlo depende de dónde venimos y qué es lo que pretendemos conseguir. Para poder vivir el cosmopolitismo enraizado es necesario "que cambiemos nuestra propia predisposición mental" según Pankaj Ghemawat.

Pankaj Ghemawat describe tres etapas o pasos progresivos para relacionarse mejor con los demás a través de la distancia: conciencia, conocimiento y altruismo. En las tres etapas, se centra en cómo comprometerse con los otros y, en última instancia, aumentar la compasión con las personas que están lejos. Cada uno de estos componentes- conciencia, conocimiento y altruismo- serán necesarios para el desarrollo del cosmopolitismo enraizado.

El primer paso a dar es ser consciente. ¿A qué se refiere Pankaj Ghemawat? Se refiere a la falta de conocimiento acerca de nuestro país en el extranjero, que podría esperarse que fuese superior al conocimiento que tenemos acerca de los países extranjeros. Muchos ciudadanos disponen de información errónea sobre la participación de su país en el exterior. Y tienen unos conocimientos limitados de los países extranjeros. Aparte de averiguar sobre lo que sabemos o deberíamos saber más sobre los demás, "parece incluso más útil revisar cómo podríamos ser más conscientes de ello." Pankaj Ghemawat propone una herramienta- El protocolo de Actitud Global(GAP)- sobre nuestro grado de conocimiento sobre otros países y otras culturas. Con esta herramienta podemos conocer cuál es nuestro conocimiento acerca de otros países y otras culturas, es decir, si "somos razonablemente cosmopolitas y estamos relativamente bien informados." Como concluye el autor: "incluso aquellas personas que tienden a pensar que son relativamente urbanas, globales o sofisticadas, a menudo carecen de la clase de apertura que Lippman tenía en mente. La tecnología puede ayudarnos a aprender cosas acerca de pueblos y lugares remotos y a conectarnos con ellos, pero llegar a entender realmente a personas que se encuentran muy lejos de nosotros requiere a menudo que nos traslademos allí mentalmente y, si es posible, físicamente."

El segundo paso, después de la conciencia, es el nivel de conocimiento. El conocimiento requiere que se establezca algún tipo de intercambio entre personas. También, contactos y un compromiso a lo largo del tiempo. Para que se desarrolle la confianza, para posteriormente exista compasión, debe producirse una interacción entre personas de forma permanente. Para ampliar el conocimiento puede hacerse a través de: "Para muchas personas, un punto de partida más práctico es centrarse en aprender detalladamente todo lo relativo a un país o región extranjeros: conocer todo su historia y geografía y qué es lo que revelan sobre sus lazos con otros lugares; entender sus distancias internas y externas, e intentar empatizar con los problemas que la gente debe afrontar allí y recordar que, incluso en aquellos lugares que parecen idílicos desde lejos, la gente real que los habita tiene problemas concretos que merecen un respeto. Luego anima este contexto a través de la interacción y viaja con gente real, no sólo una vez, sino durante un período prolongado. "

Para alcanzar un cosmopolitismo enraizado, además de conciencia y conocimiento, se requiere un tercer componente, el altruismo. El altruismo nos ayuda a comprender a otras personas que están a una cierta distancia física y psicológica. La secuencia de conciencia- conocimiento- altruismo tenía como objetivo ayudarnos a avanzar en la dirección de abrirnos al resto del mundo. Nuestra atención debe ir dirigida a reducir la distancia interna a nivel individual, "en lugar de hacerlo a los niveles de país o negocio." ¿Por qué es necesario esta apertura? ¿Qué nos aporta? En primer lugar, "contiene numerosas atracciones posibles a nivel individual." Las personas biculturales/triculturales tienen el potencial de servir como conectores útiles "en organizaciones que cruzan las fronteras y salvan las distancias." Las "experiencias transfronterizas" contribuyen a enriquecer a las personas independientemente de los beneficios económicos y/o materiales. En segundo lugar, si un número suficiente de personas amplía su capacidad de empatía se podría hacer frente a una serie de desafíos: "la amenaza del proteccionismo, las oleadas de sentimiento antiinmigración, las tensiones en las relaciones entre Estados Unidos y China, el riesgo de que los más pobres entre nosotros, particularmente en África, puedan quedar aún más rezagados, etc." Aunque estos desafíos pueden acabar desapareciendo, la necesidad de promover más "compromiso y compasión transfronteriza" estará allí. De ahí, que hemos de estar atentos a un regreso al Mundo 0.0. o al Mundo 1.0. Puesto que podríamos regresar a ellos en cualquier momento. Por otro lado, la cooperación global puede ayudar a la apertura hacia los otros.

Durante el transcurso del libro, Pankaj Ghemawat ha propuesto un cambio de actitudes de los lectores respecto a la globalización: "a liberarse de los mitos que producen una enorme cantidad de orientaciones erróneas, a entender sus beneficios y costes auténticos y a que presionen para conseguir una mayor apertura y un poco de regulación, pero sólo en la medida de lo necesario." Construyendo puentes de diálogo "a través de la distancia cultural, administrativa, geográfica y económica." para llegar a liberar todo el potencial del Mundo 3.0. Finaliza el autor, afirmando: "Cuando conquistamos los miedos irracionales y no permitimos que se disparen los excesos de los errores del mercado, podemos salir al mundo y mejorar las posibilidades para nosotros y el resto de la humanidad. Y esta visión es la promesa del Mundo 3.0."

pankaj ghemawat Mundo 3.0.

19 de junio de 2015

Los negocios en el Mundo 3.0.

Los directivos de empresa tienden a situarse entre los defensores del Mundo 2.0. "debido a las aparentemente ilimitadas oportunidades de beneficios que promete." Pero, cuando se estrellan contra la semiglobalización, "los resultados son decepcionantes". Entonces, Pankaj Ghemawat propone para las empresas "pensar diferente". ¿En qué consiste "pensar diferente"? "No sólo pensar de otro modo, sino pensar diferente en el sentido de volverse más sensible a las diferencias locales y acogerlas con auténtico entusiasmo." Para la mayoría de las empresas, pensar diferente implica reestructurar su estrategia global empresarial. Superar la mentalidad del Mundo 2.0, en la que se subestima las diferencias y en la que se falta el respeto a la soberanía de los países, es crucial para encauzar esta reestructuración. El cambio hacia una mentalidad Mundo 3.0. puede ayudar a no cometer estos errores. Si las empresas respetan las diferencias, "mejorarán su rendimiento de manera que también contribuirán mejor a la sociedad en general, promoviendo un clima de mayor confianza y seguridad que pueda allanar el camino hacia una mayor integración." Es fundamental elaborar una estrategia global empresarial que esté en consonancia con "una persistente semiglobalización y con la ley de la distancia." 

Es poco improbable que desaparezca las diferencias entre los países. En primer lugar, la crisis económica ha acelerado el cambio hacia mercados emergentes, especialmente asiáticos. En segundo lugar, los gobiernos están participando más activamente en las economías nacionales. Y, en tercer lugar, el proteccionismo sigue ahí. Y, puede utilizarse. Las prioridades de los empresarios deberían ser un mayor control sobre las diferencias entre países y las distancias entre ellos. La exploración de las diferentes clases de distancia y de las diferencias entre países debe hacerse bajo el marco CAGE.

Reconocer las distancias y las diferencias entre los países supone no adoptar un enfoque imperialista "para globalizar los negocios." Abandonar este enfoque es dejar de expansionarse "buscando extender su esfera de acción a todos los rincones del mundo y engullendo en el proceso la mayor cantidad posible de activos extranjeros." La globalización conlleva riesgos cuando acumulas activos. También, es poco probable que consideremos la ubicuidad- competir en todas partes- como un objetivo en sí. A medida que las empresas se vuelvan más conscientes y más sensibles de las diferencias entre países y se alejan de una mentalidad basada en el crecimiento. Evitar el imperialismo del mercado coincide con otros cambios estratégicos en la expansión global que pase y no se limite "a esperar a estallar allí y dominar, ni tampoco pueden prosperar persistiendo en la práctica de dirigirse a las élites locales y urbanas. Estas empresas, en cambio, necesitarán prestar atención seriamente a los competidores locales y pensar en extender su presencia a las ciudades secundarias." Frenar este menosprecio hacia "esas escalas menores de mercado", puede ayudar a contener el proteccionismo y reforzar el apoyo a una mayor integración del mercado. Prescindir del imperialismo de mercado puede redundar en la mejora de la reputación de las empresas.

Redefinir la globalización a través de la adopción de tres tipos de estrategias: estrategias de adaptación, estrategias de agregación y estrategias de arbitraje para hacer frente a un mundo semiglobalizado donde las diferencias aún son importantes. ¿En qué consisten estas estrategias? Las estrategias de adaptación intentan adaptarse a las diferencias a través de los países. Las estrategias de agregación tratan de superar las diferencias entre los países para conseguir economías de escala que se extiendan por las fronteras nacionales. Y, las estrategias de arbitraje buscan explotar las diferencias. Las tres triples estrategias AAA, teniendo en cuenta su orientación centrada en las diferencias, son un conjunto de estrategias aplicables a las empresas en la definición y en la dirección hacia un Mundo 3.0.

Las empresas deben modelar también las distancias y los flujos dentro de las fronteras nacionales. Muy específicamente, 4 tipos de flujos: productos, personas, información y capital. Con la finalidad de "pensar en términos tanto de la reconfiguración  de las distancias internas entre o dentro de los países como ajustar la facilidad o dificultad con la que pueden recorrerse." Las empresas están reduciendo la distancia interna en el ámbito de la producción mediante la adaptación de la automatización de las diferentes fábricas en los países, especialmente, de salarios bajos. Esta baja automatización- desautomatización selectiva- también "dice algo acerca de cómo están cambiando los flujos de innovación y conocimiento." Debería dejarse atrás, el modelo de "primero en casa" que las multinacionales han utilizado para "organizar la innovación." La innovación para los mercados emergentes debe ir de la mano de un modelo de negocio diferenciado de los mercados tradicionales de las multinacionales.

Respecto al I+D+I debe relacionarse con la formación de las personas y las estrategias de mercado. La mano de obra está creciendo en los mercados emergentes y se prevé que habrá déficits de ingenieros y personal técnico. De manera que muchas empresas trasladan su I+D a los mercados emergentes. A esos cambios, añadir que la mayoría de los directivos de empresas suele ser del país de origen o bien no saben cómo sacar partido a la red de comunicaciones. Las empresas podrían aprovechar más la tecnología para mejorar la comunicación interna de las empresas. El avance más significativo, será el cambio en el centro de gravedad de las grandes empresas hacia los mercados emergentes más importantes. En resumen, los directivos de empresa necesitan prestar más atención a la distancia interna entre y dentro de los países y asegurarse que "las organizaciones y operaciones se configuren de manera que apoyen las estrategias de sus compañías."

Pensar más allá del mercado. Si existen fallos de mercado en el Mundo 3.0., "las compañías necesitan asumir una visión más amplia de las implicaciones que tienen sus acciones para la sociedad en su conjunto." La crisis económica ha contribuido a deteriorar la reputación de las empresas. La mayoría de la población considera que las empresas no contribuyen al bienestar de la sociedad. Esta desconfianza puede alentar el proteccionismo y llevarnos de vuelta al Mundo 1.0. El proteccionismo "florece cuando la confianza en los negocios asume una creciente importancia considerando el valor que tiene impulsar la apertura." La falta de reputación puede llegar a ser letal para las empresas. Deben volverse hacia la comunicación, "en lugar de colocar los mercados en un pedestal." Las empresas deben ser sensibles hacia las diferencias "reguladoras, legales, políticas, sociales y culturales" de los países. Los líderes empresariales deben influir a favor de una mayor apertura a los mercados "de una manera creíble en los actores ajenos" a estos mercados. Además, los negocios deben dirigirse al público en general. Deberían priorizar cómo responder a las preocupaciones sociales y ambientales, incluyendo aquellas relacionadas con la globalización.

Si los gobiernos implementan políticas favorables a los negocios, la posibilidad de alcanzar una mayor prosperidad es "una perspectiva real." La mayoría de las empresas tienen un largo recorrido antes de llegar al Mundo 3.0. Deben dejar atrás, "mapas mentales limitados y una retórica basada en el Mundo 2.0." Deben guardarse la tentación de volverse hacia atrás y replegarse al Mundo 1.0.





15 de junio de 2015

Hacia el Mundo 3.0

Con este capítulo, hacia el Mundo 3.0, iniciamos la tercera parte del libro Mundo 3.0 de Pankaj Ghemawat. En esta tercera parte del libro, las opciones, se va a centrar básicamente en el desarrollo de la cosmovisión del Mundo 3.0. En otras palabras, cómo se concibe los países y los negocios en el Mundo 3.0, nuestra relación con los otros, y cómo llegar a ese Mundo 3.0. En este capítulo, hacia el Mundo 3.0, vamos a explorar más sobre el Mundo 3.0, centrándonos en una serie de debates entorno a las dimensiones del Mundo 3.0, relacionadas con la integración transfronteriza "porque es en ella donde parecen residir los beneficios potenciales", y con la regulación. Además del diseño de mapas mentales del Mundo 3.0 que nos permita navegar por él y resulte útiles a países, negocios o individuos.

Hasta ahora, se ha explorado los beneficios potenciales de una mayor apertura económica así como los problemas de la globalización. En el transcurso de este capítulo, se va a hablar sobre el debate "acerca de la regulación y el modo en el que ha sido y no ha sido globalizado" entre la Escuela de Harvard y la Escuela de Chicago. Por su parte, Pankaj Ghemawat ofrece seis propuestas de cómo gestionar la regulación de los mercados y su integración transfronteriza.

El reconocimiento de los fallos del mercado y de los problemas que la concentración podría provocar ha dominado durante décadas las discusiones de la política pública en Estados Unidos. En el tablero, estaban dos escuelas de economía enfrentadas: la Escuela de Harvard y la Escuela de Chicago. La Escuela de Chicago creía en "la eficacia del libre mercado como un medio de organizar los recursos, y mostrarse escépticos con respecto a la intervención del Estado en los asuntos económicos." El gobierno debía fijar y sostener "un índice de crecimiento estable del suministro de dinero" y hacer cumplir los derechos de propiedad. No debía tocar la economía. En el ámbito de la microeconomía, la Escuela de Chicago estaba más preocupada por los costes de los fallos de mercados y por las distorsiones del mercado impuestos por los gobiernos, que por los fallos de mercados en sí y por la regulación de estos últimos. En cambio, la Escuela de Chicago estaba preocupada por los fallos de mercado y defendía la intervención del gobierno para corregir esos fallos porque podrían persistir sino se intervenía. La Escuela de Chicago muestra una tendencia favorables a los negocios mientras que la Escuela de Harvard muestra interés por el consumidor. Era favorable a contemplar las intervenciones del gobierno "como una forma de controlar los negocios, especialmente los grandes, y Chicago no."

En la segunda parte de este libro, Pankaj Ghemawat analiza "las respuestas reguladoras y no reguladoras a una variedad de miedos y fallos de mercado, centrándose en la gestión de los efectos de más integración transfronteriza." El objetivo no era sólo realizar recomendaciones sino también explorar el nexo de unión entre los fallos del mercado y la integración de los mercados. En este capítulo, Hacia el Mundo 3.0., Pankaj Ghemawat presenta 6 propuestas "acerca del nexo entre los  miedos y los fallos del mercado y la integración del mismo, unas propuestas relativas a cómo gestionar el Mundo 3.0." Estas propuestas son:
1- Los miedos y fallos del mercado deben ser incorporados a los análisis de la integración. Hay que tomarse en serio los miedos y fallos del mercado en el análisis de la integración transfronteriza.
2- La integración transfronteriza de los mercados ayuda a menudo a corregir los fallos del mercado en lugar de combinarlos. Esta propuesta asocia la integración transfronteriza con la desregulación, y, consecuentemente se preocupa por los fallos del mercado relacionados con la globalización. Una mayor apertura puede sustituir la regulación de los mercados.
3- La integración tiene un efecto insignificante sobre los fallos del mercado y no debería ser restringido.
4- Cuando la integración amenaza con agravar los fallos del mercado, hay que mezclar y combinar políticas para intentar preservar algunos de los beneficios de abrirse al tiempo que se atenúan los efectos adversos.
5- La sensibilidad a la distancia está inversamente relacionada con las iniciativas integradoras y reguladoras.
6- Las grandes oportunidades de integración las podemos encontrar tanto dentro de las fronteras nacionales como a través de ellas.

Pankaj Ghemawat Mundo 3.0

8 de junio de 2015

Séptimo fallo de mercado en la integración transfronteriza: la homogeneización global

En el anterior capítulo, la opresión global, se ha expuesto los miedos políticos sobre la globalización. En este capítulo, la homogeneización global, vamos a hablar de los miedos culturales sobre la globalización. 

La globalización se percibe "como una invasión de la cultura consumista estadounidense homogeneizada que parte por la mitad las culturas locales auténticas." Sin embargo, Pankaj Ghemawat matiza esta afirmación: "Hasta cierto punto, puede que en las últimas décadas las barreras culturales nacionales hayan caído, pero siguen siendo extremadamente importantes, y seguirán siéndolo. Y no sólo hablamos de gastronomía y ocio, sino también de aspectos culturales profundos que en su aspecto más positivo hace de nuestro hogar un lugar de comodidad y pertenencia, y en el más negativo se traducen en parroquialismo, etnocentrismo y racismo." La mentalidad del Mundo 2.0 tiende a igualar la globalización mediante la homogeneización o la convergencia cultural. Por contraposición, a la del Mundo 3.0, en el que las culturas no convergen pero tampoco son totalmente impermeables. Obviamente, puede existir casos donde una creciente apertura sí puede representar una amenaza cultural. Pero, también deja claro que la resistencia cultural a la apertura refleja más un miedo "a lo extranjero" que un análisis de sus costes y beneficios culturales. 

Estudios sistemáticos han revelado "la resistencia de las diferencias culturales." Aunque la modernización ha significado un enorme cambio cultural, "los valores subyacentes siguen permaneciendo intactos." Los valores tradicionales también pueden surgir incluso después de que la modernización, la globalización y el desarrollo económico parezcan haberlos eliminado. Los detractores de la globalización señalan la destrucción de las culturas tradicionales y la imposición de la homogeneización: "Los nacionalistas europeos temen a los burócratas de Bruselas, que se supone que están arrinconando las culturas nacionales para favorecer una identidad europea. Los europeos, los nacionalistas islámicos y otros temen a las culturas nacionales hegemónicas, en especial la de Estados Unidos. Muchos anticorporacionistas que creen en el Mundo 1.0 temen a las multinacionales como Coca-Cola o Mc Donald's, aduciendo que intentan seducir a los consumidores para que adopten un único estilo de vida global, superficial y muy poco saludable. Y de forma tal vez más amplia, los teóricos poscolonialistas temen que los conceptos y las costumbres occidentales estén ejerciendo una especie de poder imperialista marginando tras una máscara de universidad." Pero, para Pankaj Ghemawat detrás de estos "villanos", que están detrás de la crisis y decadencia de las culturas tradicionales o nacionales, se esconde otra cosa: "Europa, como observamos en el capítulo anterior, quizá se ha unido más en los últimos años, pero la unificación ha engendrado también contramovimientos separatistas locales en lugares como Kosovo y Cataluña. Y a pesar de todo su supuesto poder, el consumismo impulsado por las grandes corporaciones, el imperialismo cultural y la homogeneización han demostrado distar mucho de resultar aplastantes." Aunque, con la apertura de las fronteras, ciertamente el imperialismo cultural y la homogeneización son visibles hasta cierto punto, no son ni de lejos "tan pronunciados como creen los detractores de la globalización."

¿Qué beneficios y pérdidas culturales trae la globalización? Empecemos por los beneficios. Existen importantes beneficios culturales si nos abrimos al mundo. Tyler Cowen ha sugerido como el intercambio cultural ha fomentado la innovación cultural, "multiplicando el número de posibilidades culturales disponibles." ¿Cuáles son esas estrategias de innovación cultural? Básicamente, habla de 4: la inspiración, la mezcla, el trasplante más adaptación y la transnacionalización de culturas. Más allá de la innovación cultural, la apertura aporta otros beneficios como la difusión de nuevas tecnologías, conocimientos e ideas. En un contexto cultural, la difusión ayuda a conservar "lo que se está difundiendo." Respecto a las pérdidas culturales. La apertura parece exponer a ciertas culturas a la extinción,"en especial las pequeñas y económicamente marginales que suelen existir a nivel subnacional." Pero hay aspectos de las culturas amenazadas que pueden ser "más robustos que otros" como la gastronomía y la música que tienen "el potencial de alcanzar un estatus de nicho, contribuyendo, aunque sea en una escala muy pequeña, a la variedad de opciones variables. En tales casos, ciertos tipos de conexiones con el mundo exterior- por ejemplo, el comercio- pueden ayudar a preservar o incluso a revitalizar una cultura tradicional." La lengua es más difícil "porque está sujeta a externalidades de red, de modo que su valor cae rápidamente a medida que lo hace su número de hablantes." En resumen, la globalización aporta tanto beneficios como pérdidas culturales que deben ser sopesadas con detenimiento. Y, como concluye Pankaj Ghemawat en una parábola, "en la literatura sánscrita encontramos el cuento de una rana que vivía dentro de un pozo y que no había salido nunca de sus límites. Dicho de otro modo, toda la visión del mundo de la rana tenía que ver con el pozo, y desconfiaba de la vida en el exterior. Esta parábola con moraleja sugiere que la reclusión nos empobrece como seres humanos y que tener una visión más amplia del mundo es intrínsecamente enriquecedor." Y añade: "vale la pena que la diversidad y la diferencia se alimenten por derecho propio."

A pesar de los beneficios potenciales del intercambio cultural, la mayoría de nosotros tenemos preferencias culturales que no van a desaparecer por efecto de la globalización. Estas preferencias culturales son el resultado de "diferencias en valores" difíciles de cambiar. Encontramos países con poco sentimiento de superioridad cultural, y otros que tienen una fuerte percepción de superioridad cultural y miedo a los extranjeros. ¿Cómo se traduce estos datos? Si la gente piensa que su cultura es realmente superior, cabría esperar que no sintieran la necesidad de protegerla. El bienestar económico así como la (in)seguridad cultura influyen en esta percepción. Es difícil analizar directamente el miedo a los extranjeros y a sus culturas, pero lo podemos hacer indirectamente observando los niveles de confianza. La confianza cae cuando el índice GINI de desigualdad económica y la corrupción, crecen, y aumenta cuando las tasas de crecimiento económico, gasto en educación o niveles de democracia, crecen. Podemos conocer el nivel de confianza en los extranjeros a través de observar la "geografía de la confianza." ¿Cómo? Mediante las encuestas del Eurobarómetro, que miden la confianza entre los ciudadanos de distintos países, en especial dentro de Europa. Se realizan encuestas en dieciséis países de Europa Occidental que preguntaban a los ciudadanos si confiaban mucho en sus conciudadanos, en los ciudadanos de los otros quince países, y en los de algunos países del Este, Japón, Estados Unidos y China. Al pensar en la confianza, resulta útil ir más allá de la confianza en "nuestros conciudadanos" y en los extranjeros. La confianza puede estar sujeta a la ley de la distancia, como sugiere Pankaj Ghemawat, "en los términos del marco CAGE, el resto de los países nórdicos están muy cerca de Suecia, e incluso los países europeos no nórdicos están mucho más cerca que los países no europeos de la muestra, que son Japón, China y Estados Unidos." Resulta interesante echar un vistazo qué países nos merece confianza y qué países, no. Comprobar los niveles de confianza, confirma nuestros sesgos culturales lo que tiene "implicaciones administrativas y económicas concretas." En función de cuánta gente puede confiar en gente de otros países afecta de manera considerable a las relaciones transfronterizas. Si los niveles de confianza se incrementan, puede aumentar el comercio, la inversión directa, en fondos y en capital riesgo "en un 100% o más, incluso después de tener en cuenta otras características de los 2 países."

Como hemos visto, existe una mayor confianza en los propios conciudadanos que en los extranjeros, "y que muchos manifiestan miedos culturales muy arraigados." El miedo a los extranjeros, o xenofobia, ha de tomarse en serio. La xenofobia pudo tener un componente adaptativo o de supervivencia: Este miedo a los extranjeros "como portadores de enfermedades es la base de calumnias como "alimaña judía" y "cucaracha tutsi", además de conceptos como "limpieza étnica" como eufemismo de genocidio." La teoría del juego también ofrece explicaciones a la xenofobia, favoreciéndola o bien inhibiéndola: "La teoría del juego ofrece también racionalizaciones de la xenofobia o, a la inversa, favoritismo hacia los miembros del propio grupo. Entre las explicaciones más simples está que las interacciones con compañeros del propio grupo es más probable que se repitan que no que sean únicas, lo que facilita una cooperación basada en la reciprocidad. En ausencia de ninguna otra restricción podría tener sentido aprovecharse de los extranjeros, basándonos en la suposición de que no los volverás a ver nunca más." Todas éstas son explicaciones de por qué nuestros sesgos culturales contra los extranjeros están tan arraigados y por qué han de ser tenidos en cuenta. Hoy en día, la xenofobia o el etnocentrismo no son útiles ni adaptativos.

Dicho esto, Pankaj Ghemawat identifica una serie de pasos concretos para reducir "el factor miedo y aplanar el camino hacia una mayor apertura en el Mundo 3.0." Entre estos pasos se incluye una mayor educación; disminuir y contrarrestar el discurso negativo de la prensa y del discurso político sobre la inmigración; fomentar el contacto interpersonal entre culturas; creación de una "identidad social cosmopolita global"; potenciar el entendimiento intercultural en países con potencial económico pero con relaciones políticas tensas; animar al sector privado a involucrarse en tender puentes entre diferentes culturas.

En resumen, este capítulo se ha centrado en el temor que la globalización pueda destruir las culturas tradicionales. Empezando por descartar una serie de aspectos negativos asociados a la apertura cultural. Y, como el proceso de apertura puede traer beneficios reales gracias al contacto con gente de otras culturas. Este capítulo concluye examinando como el avance de la globalización provoca efectos negativos- como la xenofobia- y cómo podemos contrarrestarlos mediante medidas que ayuden a neutralizarla.
Pankaj Ghemawat

3 de junio de 2015

Sexto fallo de mercado en la integración transfronteriza: la opresión global

En capítulos anteriores del libro, Pankaj Ghemawat había hablado sobre las "disfunciones económicas" relacionadas con la globalización y una mayor apertura. Como la concentración global y las desigualdades globales "pueden ocurrir, pero también que no son ni de lejos tan perjudiciales como sugiere la percepción popular, y que hay maneras de que los gobiernos nacionales pueden gestionarlos, mientras siguen buscando una mayor apertura." Obviamente, no todos los miedos a la apertura tienen que ver con las disfunciones del mercado. En este capítulo, la opresión global, Pankaj Ghemawat examina varios miedos sobre el impacto político de la globalización y como la libertad nos puede impulsar hacia el Mundo 3.0. El capítulo finaliza examinando qué hay detrás de "las distintas quejas políticas sobre la globalización." 

"¿No está Estados Unidos apoderándose del mundo?" o "¿No podría ser la globalización una simple manera más de llamar al imperio y la hegemonía transnacionales norteamericanas ejercidos tanto a nivel militar como empresarial?" ¿Qué hay detrás de estos miedos? Pankaj Ghemawat analiza y aporta algo de luz a estas cuestiones. Desde el punto de vista militar, después de la desaparición de la Unión Soviética, el poder militar se concentró más en las manos de Estados Unidos: "en 2009, Estados Unidos sumaba casi la mitad del gasto militar mundial total, aproximadamente siete veces el de China, que figuraba en segundo puesto." Pero tal poderío militar está limitado por su capacidad de provocar resultados deseados en la política exterior. También, la política nacional limita el uso de la fuerza estadounidense si no está en relación con sus intereses nacionales. Desde el punto de vista empresarial, hay dudas sobre si la globalización equivale a la "norteamericanización" o "a la hegemonía de Estados Unidos." No hay evidencias claras sobre si ahora las empresas estadounidenses son más prósperas y competentes globalmente. De hecho, ha habido un descenso, en las últimas décadas, en el número de empresas estadounidenses como en sus cuotas de mercado a nivel global. Desde el punto de vista financiero, la capacidad inversora internacional de Estados Unidos es "negativa y en declive." También, apunta en la misma dirección la capitalización de la cuota del mercado de valores. Por otro lado, la alternativa al dominio estadounidense, la tríada formada por Estados Unidos- Europa - Japón tampoco parece que sea viable ni razonable sobre todo si tenemos en cuenta el crecimiento de China y India. La concentración de comercio internacional y los flujos de inversión declinaron entre las economías más abiertas en las últimas décadas, mientras que sucedió justo lo contrario para las economías menos cerradas. De cara al futuro, el crecimiento de las economías china e india y de las economías emergentes desbancará a las economías de la tríada formada por EE.UU-Europa-Japón: "De hecho, lo que se predecía para 2050 es un cambio del dominio de Estados Unidos, Europa y Japón a una situación en lo que China y la India serán dos de las tres mayores economías mundiales. Eso nos devolverá aproximadamente a donde estábamos en 1820, cuando China y la India representaban casi la mitad de la economía mundial y el G7 sólo un cuarto. Y mientras la estatura de Estados Unidos como el superpoder solitario mundial se va erosionando, la sencilla aritmética de las distribuciones del PIB sugiere que ni China ni la India ni nadie más se levantará para ocupar su lugar en varias décadas futuras." El resultado de este cambio será el paso de la Pax Americana a la multipolaridad

De acuerdo a esto, no hay ningún país que pueda adueñarse del mundo gracias a la globalización. Pero, ¿y las multinacionales? ¿Existe una mayor concentración industrial a nivel global? Mientras que la concentración industrial en los mercados es una cuestión de poder, la superconcentración provoca preocupación "sobre el poder económico, social y político en un frente más amplio." Si comparamos los niveles globales de superconcentración con los niveles de concentración global de las industrias veremos que ha bajado a nivel mundial. Los gobiernos obligan a los negocios a cumplir todo tipo de normas como participantes en los mercados, "lo que incluye impuestos, subsidios, restricciones de precio/beneficio, requisitos de presentación de cuentas y otras regulaciones financieras, normativas sobre productos y de procesos de fabricación, requisitos de que los productos se fabriquen con ingredientes locales, normativas comerciales e industriales,...." Todas estas leyes las hacen los gobiernos. Las empresas pueden influenciar. Y su grado de influencia es muy limitado si se ciñen a los canales legales. En resumen, los tamaños de las empresas no tienen en cuenta la función del gobierno y su capacidad de legislar. También, ignora el papel de los gobiernos en los mercados como "resolver disputas sobre las normas, asegurar el riesgo del mercado, supervisar la inversión en Bolsa y hasta representar los intereses de sus empresas en organizaciones multilaterales como la OMC." La apertura puede impulsar la "vitalidad competitiva" poniendo coto a las relaciones entre los gobiernos y las empresas.

Los miedos a la globalización volvieron a aflorar con la caída de las economías de planificación central o en el caso de China en su conversión a la economía de mercado. Eso "creó falsas percepciones de un nuevo consenso sobre política económica." Y, en este contexto, "el Consenso de Washington, una serie de principios originalmente designados como paquete de reformas para los países en vías de desarrollo afectados por la crisis, hizó metástasis en una recomendación general de fundamentalismo de mercado para todos los países. Como escribió mi amigo y antiguo colega de Harvard Dani Rodrik en 2006, en el prestigioso Journal of Economic Literature, "estabilizar, privatizar y liberalizar" se convirtió en el mantra de toda una generación de tecnócratas." Este mismo autor, Dani Rodrik, aporta la noción del "Trilema político de Rodrik", según el cual "una fuerte integración económica internacional, o bien precisa que las naciones-Estado acepten recortes en su capacidad de legislar, lo que restringe las políticas de masas, o bien la política de masas ha de operar internacionalmente, dejando de lado la primacía de la nación-Estado." Dicho de otro modo, según Rodrik, los legisladores han de elegir dos de los tres objetivos- una fuerte integración económica internacional, naciones-Estado y política de masas, pero no los tres. O sea, la competencia global puede limitar "el espacio político disponible para los gobiernos." No obstante, como sugiere Pankaj Ghemawat, el trilema político de Rodrik "no es que no sea incorrecto; simplemente, en la mayoría de los aspectos no parece relevante" sobre todo si tenemos en cuenta que estamos en un mundo semiglobalizado.

Trilema de Rodrik


Entonces, ¿es la globalización mala para la democracia? La intuición apunta en dirección contraria, así como también, las pruebas. " De manera intuitiva, abrirse al exterior, en especial liberalizando los flujos de información y de ideas, debería asociarse con la apertura política en el interior. De hecho, autores tan distintos como Emmanuel Kant, Joseph Schumpeter, Friedrick Hayed y Niels Bohr identificaron una relación causal entre apertura y democracia. En palabras de Bohr, " la mejor arma de una dictadura es el secretismo, pero la mejor arma de una democracia ha de ser la de la apertura." El período reciente de globalización también ha visto una ampliación de la democracia: en 1975, sólo había 30 países donde se escogía democráticamente el gobierno, en 2010 ya eran 116: "Mas concretamente, y de formas que intentan llegar a los mecanismos subyacentes, los académicos apuntan a las experiencias de países de Europa Central  y del Este y de Sudamérica como prueba de la fuerte relación entre apertura y democracia." Esto sugiere que la eliminación de la democracia tienden a necesitar de un mayor control de las fronteras, mientras que una mayor apertura tiende a estimular la democracia y una mayor distribución del poder dentro de la sociedad. También, Pankaj Ghemawat establece una relación entre globalización y democracia, centrándose en los efectos del comercio y la inversión internacional. ¿Cómo puede la integración comercial y financiera promover la integración democrática, y viceversa? Los beneficios de la integración económica apoyan el crecimiento económico, "y sabemos que la democracia es más estable en países en los que la renta per cápita está por encima de los 3.000- 6.000 dólares." La integración financiera y la transparencia política también son complementarias. Además, hay que tener presente que la distancia geográfica condiciona la difusión de la democracia. Los estudios sobre la teoría del efecto dominó, según la cual, la implantación o eliminación en un país "infecta" a los países vecinos, aumentando o disminuyendo su propensión a adoptar la democracia. Pero, no es menos cierto que si un país está sujeto a un alto nivel de desigualdad, la democracia puede provocar una reacción contraria a la globalización al centrarse en la redistribución interna.

¿Una mayor integración transfronteriza podría promover conflictos transfronterizos? Los escenarios de todos los intervenciones militares estadounidenses entre 1990 y 2002 y su yuxtaposición con la implicación de países en conflictos en la OMC sugería que la implicación económica y los conflictos militares tienden a sustituirse: si no tienes lo uno, tienes lo otro. Si analizamos las guerras nos permite una mayor comprensión "de los problemas y las oportunidades." Aunque los conflictos militares han descendido de manera espectacular desde principios de la década de los 90, las guerras civiles siguen siendo más frecuentes. Los países pobres tienen una probabilidad mucho mayor que los países ricos de verse atrapados en conflictos armados. Estos conflictos internos son atribuidos a la globalización, aunque, como afirma, Pankaj Ghemawat, "cuando, de entrada, muchos de ellos no están demasiado integrados en la economía mundial, es ir demasiado lejos." Dicho esto, estos conflictos muchas veces sobrepasan las fronteras nacionales. Así, se calcula que el coste económico de los Estados fallidos es de hasta 270.000 millones de dólares al año. Buena parte de este coste se calcula que lo soportan "los países vecinos, ellos mismos también pobres, cuyos ingresos se ven mermados por el conflicto de la puerta de al lado." Éste es, en palabras de Pankaj Ghemawat, "un ejemplo de externalidad transfronteriza." Finalmente, buena parte de los conflictos están provocados por sentimientos nacionalistas más que por la globalización. El nacionalismo tiene tendencia a reavivarse en épocas de crisis o de incertidumbre económica: "Hay un estudio que sugiere que un descenso de un punto porcentual en la tasa de crecimiento se asocia, de manera aproximada, con un punto porcentual de más apoyo a los partidos de extrema derecha o nacionalistas de un país, y todavía más en los países en los que la renta está relativamente bien distribuida."

¿Qué hay detrás del surgimiento de estos movimientos independentistas? La aspiración de creación de nuevas naciones-Estado, que está detrás de muchos conflictos internos, también han sido asociadas a la globalización. Parece ser que la globalización "de los mercados va de la mano del separatismo." La idea es que en un mundo cerrado- Mundo 1.0-, los países grandes disfrutan de ventajas económicas sobre los países pequeños "porque las demarcaciones políticas determinan el tamaño del mercado." Pero, con un comercio más libre, los países más pequeños pueden "formar jurisdicciones políticas homogéneas que resultan económicamente viables." Aún así, la fragmentación no equivale a una "siempre creciente libertad."

En resumen, una mayor apertura mejora la política y ayuda a estimular el crecimiento, que históricamente ha tendido a dar "un mayor grado de justicia social, democracia, liberalización y respeto de los derechos humanos." Así, estas preocupaciones políticas no son motivo para poner freno a la globalización.
Pankaj Ghemawat Mundo 3.0


15 de mayo de 2015

Quinto fallo de mercado en la integración transfronteriza: la explotación global

La mayoría de las personas creen que la globalización es injusta y sostiene prácticas de explotación. De modo que "debemos sopesar cómo se distribuyen entre la gente los beneficios y los costes de la integración transfronteriza, en vez de fijarnos sólo en su impacto total." En los países ricos, existe la percepción que el comercio con los países pobres amenaza las condiciones de vida de los trabajadores de los países desarrollados. Por contra, en los países pobres, existe la percepción que la globalización "está que las posiciones de relativa desventaja, privando a los países y a las personas de vías hacia la prosperidad que los ricos de hoy recorrieron en el pasado." Detrás de ambas, está la noción de que la globalización ha sido una imposición que beneficia a los "propietarios del capital" sobre los trabajadores. En este capítulo, la explotación global, Pankaj Ghemawat revisa estas percepciones y "examina las pruebas" existentes que apoyan a esas percepciones:"Primero resumimos las diferencias económicas entre las personas de todo el mundo y los países en los que viven. Luego examinamos el impacto de la globalización sobre los trabajadores de las economías avanzadas, ocupándonos de las inquietudes sobre la creciente desigualdad y el descenso de los niveles salariales y la seguridad laboral. Finalmente, evaluamos los efectos de la globalización sobre los trabajadores de los países en vía de desarrollo. Veremos que la globalización no es explotadora de por sí, pero que hay quien sale perdiendo cuando los mercados se integran. El capítulo concluye con una serie de sugerencias para dar forma a la integración para crear un mundo más justo y, a la vez, más próspero."

Los economistas tienden a evitar el tema de la distribución. Cuando prestan atención a la distribución de la riqueza, suelen centrarse en la desigualdad de ingresos. Tradicionalmente, los economistas han considerado la desigualdad y el riesgo de pérdidas de trabajo "consecuencias necesarias pero indeseables de los incentivos requeridos, para animar el crecimiento económico." Han contemplado la redistribución como algo que reducía el crecimiento "porque rebajaba los incentivos para enriquecerse." Hay otras teorías que conciben la desigualdad por sí misma como un obstáculo para el crecimiento, "creando inestabilidad política y social y desanimando a los ricos de acumular riqueza." Óbviamente, los niveles altos de desigualdad no sólo perjudican a los pobres sino también a las clases medias. Y, como bien resume, Pankaj Ghemawat: "mientras que la noción comunista de igualdad forzosa de los resultados es claramente una mala idea, las preocupaciones por la distribución de la riqueza no pueden ni deben ser ignorados. Existen buenos motivos para intentar aportar mayor igualdad de oportunidades, si no unos resultados más igualitarios." Veamos como la desigualdad se ha traducido a nivel global, en los países ricos y en los países pobres.

En 2002, el 10% de la población mundial más rica tenía el 57% de los ingresos mundiales, mientras que el 70% más pobre sólo tenía el 5%. ¿Cómo se distribuye la riqueza dentro de un país? y ¿cómo se distribuye entre países? Un indicador que permite conocer las desigualdades es el índice Gini. Actualmente, el índice Gini en todo el mundo ronda entre el 60% y el 70%, "y si observamos la riqueza más que los ingresos, el Gini global se acerca 90%." En paralelo, se ha estado produciendo un declive en la desigualdad total en las últimas décadas, aunque "ocultando patrones mixtos de sus dos componentes: la desigualdad entre países y la desigualdad dentro de los países." Respecto a la desigualdad entre países, la incorporación e integración del sudeste asiático en la economía de mercado ha reducido la desigualdad total, "elevando el nivel más bajo de la distribución de los ingresos." Mientras que, la desigualdad dentro de los países, se ha elevado. Para profundizar más, vamos a ver a continuación cómo se ha desarrollado la desigualdad entre los países ricos y entre los países pobres.

El impacto de la globalización ha provocado enormes inquietudes en los trabajadores de los países desarrollados. De entre esas inquietudes, Pankaj Ghemawat menciona tres: "que los trabajadores no cualificados queden rezagados respecto de los cualificados; que el conjunto de trabajadores pierden poder respecto de los propietarios de capital, y que los puestos de trabajo se hagan menos seguros." Respecto al primero, ha aumentado en los países desarrollados. Es el caso de EE.UU donde ha aumentado la desigualdad "desde 40, en 1980, hasta 47, en 2007." La creciente brecha salarial en EE.UU se ha relacionado con el creciente comercio con los países pobres: "La cobertura en la prensa de empresas que cerraban plantas de fabricación en Estados Unidos y abrían nuevas en países con menores costes de mano de obra alimentó todavía más el miedo y lo extendió entre la opinión pública." Pero, la globalización tan sólo es un factor más: "la economía estaba cambiando de la fabricación a los servicios, los sindicatos perdían fuerza, la tecnología que ahorra mano de obra se implantaba rápidamente..." El cambio tecnológico es la principal causa de la creciente desigualdad, no la globalización: "Tal vez esta última produjera entre un 10 y un 20% del aumento de la brecha salarial." También, existen dudas sobre el papel de la globalización sobre la distribución de ingresos en EE.UU. A pesar de que, EE.UU se había integrado "en los mercados internacionales en las décadas de 1990 y 2000, sin ensachar la brecha salarial entre trabajadores cualificados y no cualificados." Aún así, los trabajadores de EE.UU cualificados o no cualificados podrían estar perdiendo con la globalización. La proporción de ingresos nacionales "que van al mercado de trabajo cayeron entre un 3% y un 4% en EE.UU y otras economías anglosajones, y cerca del 10% en Europa y Japón de 1980 a 2006." Respecto al segundo, "¿Qué explica la proporción descendente de ingresos nacionales en el mercado laboral en los países desarrollados desde la década de los ochenta?", el factor principal que explica esta disminución es el cambio tecnológico. Es el factor determinante de la reducción de la parte laboral de los ingresos nacionales. Respecto al tercero, "¿hace la globalización que los puestos de trabajo sean menos seguros?" En EE.UU, la moderación salarial no se ha traducido en una mayor estabilidad salarial o en una mayor seguridad laboral. La duración de los empleos y del empleo a largo plazo ha ido disminuyendo. Este fenómeno no es sólo exclusivo de EE.UU. sino también en Europa. La globalización podría reducir la volatilidad de los mercados laborales. ¿Por qué? "A medida que los mercados se abren y las ventajas comparativas pasan de un país a otro, los trabajadores de sectores en los que crecen las importaciones se enfrentan a un riesgo creciente de pérdida del empleo, lo que también podría conducir a un desempleo más conflictivo." Otra asociación propuesta entre globalización y volatilidad laboral es que la globalización pudiera facilitar que "los empresarios sustituyan a los trabajadores nacionales por extranjeros." Hay estudios donde se desmuestra, que no se produce esa substitución. Aunque sí hay trabajadores en los países ricos que pierden su trabajo "por culpa de la competencia extranjera y la deslocalización, los mercados laborales siguen siendo apabullantemente nacionales."

Buena parte de la preocupación de los países en vía de desarrollo "refleja la verdadera explotación a la que se vieron sometidos muchos de estos países bajo la bota colonial." ¿Qué ha ocurrido bajo la globalización? La pobreza ha descendido: "el número de personas que viven con menos de 2 dólares al día pasó de 1.600 millones en 1970 a 850 millones en 2006, aunque la población mundial casi se duplicó durante el mismo período." La integración de los países pobres en el comercio internacional ha reducido su pobreza. No obstante, se ha producido una creciente desigualdad dentro de esos países. Un aspecto fundamental es cómo se genera esta desigualdad y cómo influye sobre el crecimiento: "la concentración empresarios es muy distinta de su concentración entre las oligarquías afianzadas. Hay estudios que han mostrado que la riqueza multimillonaria de los ricos hechos a ellos mismos promueve un crecimiento económico más rápido, mientras que los altos niveles de patrimonios en manos de herederos llegan a restar hasta dos puntos porcentuales al año. La riqueza afianzada plantea un reto especial en algunos países en vías de desarrollo: las posesiones de los multimillonarios de media, representan menos de un 3% del PIB en los países industriales, pero el 13,3% en algunos países del Este de Asia." La globalización puede afectar a los mercados laborales de los países pobres. Los trabajadores pueden perder el empleo por la competencia extranjera. La globalización puede beneficiar a los trabajadores, si se produce una mayor apertura que impulse la creación de empleos, convirtiendo "el potencial demográfico de los países pobres en prosperidad real."

¿Cómo podemos construir un mundo más justo? Para Pankaj Ghemawat es posible un mundo más justo y próspero, promoviendo la productividad y protegiendo a las personas, más que "proteger los puestos de trabajo." Debemos aprovechar los beneficios del comercio pero sin olvidar la seguridad laboral. Las políticas para fomentar la productividad y proteger a las personas son responsabilidad  de los gobiernos: "Éstos tienen la capacidad de estimular una demanda sofisticada, abrir el acceso a inversiones extranjeros, incrementar la rivalidad entre empresas, facilitar la redistribución de recursos, financiar la formación y los seguros de desempleo, etcétera." Pero también hay quien piensa que la globalización cuarta a los gobiernos esta función a favor de las multinacionales.




30 de abril de 2015

Cuarto fallo de mercado en la integración transfronteriza: los desequilibrios globales.

Los tres capítulos anteriores hablamos sobre tres tipo de fallo de mercado: la concentración, las externalidades globales y los problemas de información. En este capítulo, los desequilibrios globales, vamos a centrarnos en los desequilibrios transfronterizos. Se está produciendo un aumento del desequilibrio comercial y de capitales a nivel global. Al mismo tiempo, se discute si debe haber o no una intervención política al respecto: "Mientras, los países que tienen grandes déficits comerciales, Estados Unidos en especial, se muestran más receptivos a los argumentos 1.0 a favor del proteccionismo y el mercantilismo como formas de reducir los requisitos externos de préstamo." En la primera mitad del capítulo, Pankaj Ghemawat se centra en los desequilibrios de capital. Centrándose, en los desequilibrios comerciales y de inversión entre EE.UU. y China. Mientras que, en la segunda mitad, se centra en los desequilibrios demográficos entre diferentes regiones del mundo y como se podría mitigar con una mayor "migración transfronteriza."

Los desequilibrios de capital tienen relación con los desequilibrios comerciales. En una economía cerrada no existe ningún desequilibrio entre ambos: "el comercio es cero y los ahorros equivalen a la inversión." Es el comercio el que "hace de brecha entre los ahorros y las inversiones." Si un país tiene superávit comercial, sus ahorros superan a la inversión nacional, y si tiene déficit comercial, justo el fenómeno contrario. A falta de otros flujos de capital, hay que añadir la balanza comercial y la balanza de pagos. ¿Qué son?: "El ahorro nacional menos la inversión nacional equivale a la balanza comercial: exportaciones menos importantes. Y añadiéndole otros tipos de flujos de capital, los ahorros menos las inversiones se convierten en el equivalente a la balanza de pagos: la balanza comercial más renta neta de los factores de producción exterior y el pago de transferencias netas." Los superávits o los déficits crónicos a nivel nacional implican mayores desequilibrios que tienden a acumularse. Estos efectos tienen repercusión en la inversión internacional de un país. Respecto a los desequilibrios de la balanza comercial, han aumentado estos últimos años a nivel mundial. El motivo fundamental es la demografía: "Advirtamos de momento que la relación entre edad y propensión al ahorro es muy intuitivo: los jóvenes no pueden ahorrar demasiado y muchos piden préstamos para ganarse los estudios; los adultos ahorran en su etapa laboral, pero luego se gastan los ahorros durante la jubilación. Esto sugiere, entre otras cosas, que puesto la parte de la población de ahorradores principales llegará a su máximo en los países desarrollados mucho antes que en las economías emergentes, los desequilibrios- con los mercados desarrollados incurriendo cada vez más en déficits de balanza comercial y los mercados emergentes, en superávits- irán aumentando hasta 2025." Sin embargo, la demografía no explica totalmente los actuales desequilibrios de balanza comercial.

Éste es el caso de China y EE.UU. Pankaj Ghemawat acuña el término "Chimérica" para describir la relación entre los dos países que se caracteriza por un superávit comercial de China y por un déficit comercial de EE.UU. ¿Cuáles son sus efectos? Pankaj Ghemawat lo resume así: "El superávit de China se añade a sus reservas de moneda extranjera, como lo hacen sus adquisiciones de moneda extranjera que entra en el país, destinados a mantener bajo el dinero chino. Estas reservas se utilizan para financiar los préstamos adicionales del gobierno estadounidense- China es el mayor poseedor del mundo de tesoro estadounidense- y ayudar a apuntar el dólar. Esto, a su vez, alimenta el consumo de Estados Unidos  y los déficits comerciales, perpetuando los desequilibrios." ¿Cómo un país como China ha podido financiar el déficit de balanza comercial de Estados Unidos? Para poder comprenderlo, hay que analizar las balanzas comerciales de ambos países. Existen desequilibrios internos- una brecha entre ahorro e inversión- como externos- déficits comerciales y "disparidades monetarias"- entre China y EE.UU que explican esos desajustes entre las balanzas comerciales de ambos países.

El siglo XXI es el "siglo del envejecimiento", dejando atrás al "siglo del crecimiento de población", que había sido el siglo XX. La población mundial llegará a los 9.000 millones a mediados del siglo XXI. Detrás está la llamada "transición demográfica" que está consolidada en los países ricos, "pero en etapas distintas y progresando a ritmos diferentes por el mundo en vías de desarrollo." La relación entre demografía y economía ha evolucionado desde los planteamientos maltusianos. Las investigaciones actuales indican que no hay efectos positivos ni negativos del crecimiento de población sobre la renta per cápita. Sí, sobre la distribución por edad de la población: "Una gran cantidad de niños como en Níger o una amplia proporción de jubilados como en Japón representan que cada trabajador ha de mantener a más dependientes, lo cual dificulta la acumulación de riqueza." Una solución a estos desequilibrios demográficos es el aumento de las migraciones. Dicho aumento suscita miedos en la población receptora de la inmigración. Actualmente, los flujos migratorios son menores que los flujos de capital  y de mercancias, con sólo un 3% de la gente viviendo fuera de su país, "la misma proporción que hace 50 años." ¿por qué no se ha disparado el número de inmigrantes? "La respuesta es que mientras los beneficios de la migración netos después de su coste han subido, han aumentado las barreras para bloquear su crecimiento." Las políticas de la mayoría de los países están más centradas en restringir que en facilitar la migración. La mayoría de las migraciones no son a países desarrollados: "El 60% de la migración desde países en vías de desarrollo es hacia otros países en vías de desarrollo. Un 37% es de países en vías de desarrollo a países desarrollados, y el resto 3% es desde países desarrollados a países en vías de desarrollo." También, la mayoría de los que emigran "se quedan dentro de sus regiones natales; un 60% se va a un país con la misma religión principal, un 40, a un lugar en el que se habla el mismo idioma principal, etcétera." ¿Cuáles son los beneficios de la liberalización de los flujos transfronterizos? Para los inmigrantes que se trasladan de un país pobre a uno rico, "tienen enormes beneficios económicos, culturales, administrativos y geográficos." Sin embargo, también existen miedos a la inmigración en los países receptores y en los países emisores.

En los países receptores, el flujo constante de inmigrantes crean tensiones en los mercados laborales. Los "trabajadores nativos" temen que la llegada de inmigrantes signifique una mayor competencia, sueldos menores y mayor desempleo. Y, esto sería cierto, "si todos los trabajadores fueran idénticos y la demanda de mano de obra fuera fija." Pero, la realidad es que el trabajo de los inmigrantes sustituye parte del trabajo de otros nativos, ayudándoles a mejorar sus perspectivas de empleo y sueldo." Al mismo tiempo, los inmigrantes "precisan bienes y servicios en las economías a las que se incorporan, lo cual crea trabajo adicional para los nativos." Quizás, si deberíamos preocuparnos acerca del impacto de las migraciones sobre los trabajadores no cualificados o con baja cualificación de los países desarrollados. La inmigración puede ayudar a corregir los desequilibrios demográficos en los países desarrollados aunque no es nunca la panacea. Las migraciones pueden ser útiles, "pero también plantean cuestiones difíciles sobre cómo gestionar las transiciones y reforzar los requisitos de regreso, a la vez que se respetan los derechos y los intereses de todas las partes implicadas." De modo que la inmigración debe formar parte de un conjunto de políticas: impulso de la productividad, incremento de la fertilidad, etc. Nunca sustituyen a estas políticas. No, como única medida. Otros miedos relacionados con la inmigración que cabe prestar atención, son "los miedos culturales y administrativos." Desde el punto de vista cultural, habrá quien quiera evitar la inmigración para preservar "el carácter étnico e histórico-cultural de sus comunidades." Y, desde el punto de vista administrativo, existe la creencia de que la inmigración puede disparar los niveles de delincuencia. Otro miedo "administrativo" es el uso de los servicios de bienestar por parte de los inmigrantes, suponiendo una sangría de estos recursos para los países receptores. La insistencia en estos argumentos refleja según Pankaj Ghemawat,"la convicción "todo o nada" de que hay una cantidad fija de prosperidad de la que disfrutar, y que si se la llevan los inmigrantes, quedará menos para repartir entre los nativos."

En los países emisores, el gran miedo es "que la fuga de cerebros o la partida de profesionales cualificados marchándose a ganar sueldos superiores a los países ricos priva a la economía local del talento y se lleva los beneficios que cabría esperar de la escasa inversión que el país ha hecho en educación." Esta preocupación se contrarresta por los beneficios que reciben los países emisores, cuando los emigrantes se marchan al extranjero. El beneficio más evidente son las remesas. Por otro lado, los emigrantes "traen de vuelta conocimientos a sus países en vías de desarrollo." Así, la movilidad de los trabajadores cualificados "dista mucho de ser una pérdida pura o una fuga de cerebros para los países en vías de desarrollo."
Pankaj Ghemawat desequilibrios globales