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15 de noviembre de 2014

crítica al libro La cuenta atrás de Alan Weisman

El libro de Alan Weisman, La cuenta atrás, está sujeto a numerosas críticas:
Una primera crítica al libro es que plantea continuamente algunas cifras de cuántas personas deberían habitar el planeta en condiciones óptimas sin que por ello perjudique a otras especies que coexisten con la especie humana. Esta cifra es de unos 10.000 millones de seres humanos entorno al año 2100 y unos 1.500 o 2.000 millones de personas en condiciones adecuadas, una vez superada la fase de estabilización de la población, pasado un siglo. Weisman cree que estamos ante un desafío de enormes repercusiones que debemos encauzar en este siglo XXI. Para él, es durante este siglo, cuando se van asentar las bases de la población óptima del planeta. Es intrigante no saber si se va a llevar a cabo esta política de la población óptima y sobre todo cómo y quién se va a encargar de ello.
Este sentimiento de incertidumbre sobre el futuro de la población mundial hace más difícil combatir el cambio climático. Y con ello, la supervivencia de otras especies. Especies, algunas de ellas, imprescindibles para la propia supervivencia de la especie humana.

Una segunda crítica al libro, es la más sólida, que se le puede efectuar, es el planteamiento neomalthusianista. Aunque siempre con matices. Una parte de la argumentación neomalthusiana puede tener una validez parcial. Es cierto que la población no puede crecer al margen de los recursos. También que las innovaciones tecnológicas en el ámbito agrícola, como el uso de transgénicos y de combustibles fósiles, han solventado el problema de la producción de alimentos, pero no son seguros ni tampoco son fuentes inagotables. Más bien, como bien apunta Alan Weisman, tienen sus propias limitaciones a la hora de garantizar la producción y el suministro de alimentos al conjunto de la población mundial. Existe un límite en la Revolución verde, y al mismo tiempo, origina problemas como el enorme impacto sobre el medio ambiente. Estas limitaciones, en el uso de variantes enanas en los cultivos de arroz, maíz o trigo para alimentar la mayoría de la población junto con el uso de energías fósiles, tienen repercusiones en el mantenimiento de poblaciones enteras. También supone que debemos plantearnos, debido a las propias limitaciones de los cultivos de la Revolución verde, cuántas personas puede sustentar nuestro planeta sin poner en riesgo a la propia humanidad con su diversidad y a los diferentes ecosistemas del planeta. Pero, ¿realmente queremos hacerlo? ¿Estamos dispuesto a ello?
Alan Weisman la cuenta atrás

7 de noviembre de 2014

Principales teorías sobre demografía

Una teoría demográfica pretende hablarnos de la estructura y la dinámica de las poblaciones estableciendo leyes o principios que regirían esos fenómenos. Una teoría demográfica explicaría los cambios y acontecimientos de las poblaciones humanas, de su dimensión, estructura, evolución y características, tanto desde un punto de vista cuantitativo- estadística- como cualitativo- sociológico y económico-.

Se han desarrollado diferentes teorías sobre demografía. Destacaríamos las siguientes:
- Teoría de la población de Malthus o Malthusianismo.
- Neomalthusianismo.
- Teoría de la transición demográfica.
- Teoría de la revolución reproductiva.
- Teoría demográfica de los ciclos económicos.

La teoría malthusiana o malthusianismo es una teoría desarrollada por el pastor protestante Thomas Malthus durante la revolución industrial en Inglaterra. A finales del siglo XVIII se publica su libro Ensayo sobre el principio de la población en 1798. La tesis principal del libro es que el ritmo de crecimiento de la población responde a una progresión geométrica mientras que el ritmo de aumento de los recursos lo hace en progresión aritmética. Por esta razón, y, según esta hipótesis, si no existe ningún tipo de "obstáculos represivos"- hambre, guerra, peste...- el nacimiento de nuevos seres humanos mantiene a la población en el límite de la subsistencia, en el hambre y en la miseria.
El malthusianismo ha ejercido una enorme influencia en las ciencias sociales, en la economía, en la política, en la biología y en la ecología. Ha sido recurrente la apelación al mathusianismo por los movimientos ecologistas en el siglo XX y ha ayudado a proporcionar una justificación y desarrollo de métodos anticonceptivos. También muchos modelos de crecimiento y de agotamiento de los recursos siguen la inspiración malthusiana: el club de Roma con su informe Los límites del crecimiento, organizaciones como Optimun Population Trust o la tasa de consumo de energía.
Aunque la teoría de Thomas Malthus afirmó en su ensayo que pese al progreso tecnológico y de producción de alimentos, el crecimiento de la población neutralizaría este progreso y la mayoría de la población permanecería en la pobreza y en el hambre. Los métodos anticonceptivos y el control de la natalidad han limitado el crecimiento de la población en los países ricos, de manera que la producción de los alimentos ha sobrepasado a las necesidades de la población. Estas predicciones aún no se han cumplido en los países pobres.

El neomalthusianismo es una revisión actualizada del malthusianismo clásico. El neomalthusianismo considera correcta la teoría malthusiana que la población crece a un ritmo geométrico y los recursos en progresión aritmética pero discrepa de las medidas para controlar el crecimiento de la población. Los neomalthusianos proponen una toma de conciencia de la superpoblación como un problema que hemos de ser capaces de solucionar. Apuestan por la "procreación consciente", la promoción de la planificación familiar, el uso y la difusión de los métodos anticonceptivos así como el aborto y la defensa de la esterilización femenina o masculina.

La teoría de la transición demográfica, asociada al fenómeno de la revolución industrial, señala la existencia de un desfase entre una disminución de la mortalidad y la de la natalidad. El resultado es el cambio de unas tasas de natalidad y mortalidad altas por unas otras de bajas. Este proceso se ha acelerado con el tiempo, desde hace casi 100 años, durante el desarrollo de la revolución industrial, hasta hace 25 años, en algunos países en vías de desarrollo. Según, esta teoría existe 4 fases:
- Fase 1: Antiguo régimen demográfico. En la primera fase, las tasas de natalidad y de mortalidad son muy altas, por lo que el crecimiento natural de la población es muy lenta. Es propio de sociedades preindustriales.
- Fase 2: Comienzo de la transición.  Los índices de mortalidad empiezan a caer gracias a las mejoras introducidas en la higiene, a los avances en medicina, a la alfabetización de la población y a las innovaciones tecnológicas agrarias. Estos avances contribuyen en el aumento de la esperanza de vida y en la reducción de la mortalidad. Es propio de países en vías de desarrollo.
- Fase 3: Final de la transición. Los índices de natalidad inician un descenso motivado por la incorporación de la mujer a la educación y al mercado laboral, acceso a los medios anticonceptivos,  al estado de bienestar, a la sustitución de la agricultura de subsistencia por la agricultura industrial junto a cambios profundos de la estructura y de la dinámica social. Es propio de sociedades industriales. 
- Fase 4: Régimen demográfico moderno. Se caracteriza porque las tasas de natalidad y de mortalidad caen en picado, igualándose. El crecimiento natural de la población es muy bajo o nulo. Es propio de sociedades postindustriales.

La teoría de la revolución reproductiva crítica la metodología de estudio de la teoría de la transición demográfica. Su modelo de cambio, apoyado en estudios longitudinales, pretende dar cuenta de los cambios demográficos de manera sistémica. Los conceptos claves de la teoría de la revolución reproductiva son eficiencia reproductiva, longevidad y reemplazo generacional. En líneas generales, las consecuencias de la revolución reproductiva tiene efectos sobre el trabajo, en el declive del patriarcado, la "desregulación social" de la sexualidad, el "paso de género a la generación como eje de distribución de roles productivos- reproductivos", el refuerzo de lazos familiares y el envejecimiento de la población. El concepto de "eficiencia reproductiva" es central en la teoría de la revolución reproductiva para comprender el cambio demográfico de las sociedades modernas. Un alta eficiencia reproductiva implica una alta longevidad asociada a una baja natalidad.

En la teoría demográfica de los ciclos económicos, se expone la importancia de dichos ciclos económicos en la demografía. Los ciclos económicos repercuten en los patrones de vida de las personas. La economía afecta a aspectos como la educación, el matrimonio, la adquisición de bienes, el ahorro o la jubilación. Los cambios y las expectativas económicas tienen claros efectos demográficos y al mismo tiempo los cambios demográficos tienen consecuencias económicas.

transición demográfica