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9 de octubre de 2014

Origen de la política del hijo único en China

En 1979, es el primer año que se aplica la política del hijo único. Violar la ley podía significar una multa equivalente a más de un año de salario: "Todavía hoy es así, y la cantidad varía por provincias y en función de lo cerca que están los funcionarios locales de planificación demográfica de cubrir sus cuotas mensuales." Para las mujeres que preferían morir antes que abordar, se les ofrecía "una soga o una botella de veneno." China tenía que controlar los nacimientos. La controvertida política del hijo único ha dado paso a un progresivo relajamiento: "Unas 22 excepciones jurídicas han permitido al 35 por ciento de las familias tener al menos dos. Además de la excepción rural, desde 2002 a las 56 minorías étnicas de China se les permite tener tres hijos a fin de evitar su disminución hasta la extinción cultural. También se han concedido exenciones a los mineros, a los discapacitados y a los niños discapacitados y en el caso de los niños nacidos en el extranjero." En los últimos años, a los hijos únicos se les permite tener dos. Aunque la mayoría no tienen más de un hijo por el costosísimo mantenimiento de los hijos. Pero, ¿ hasta qué punto China puede seguir creciendo? Actualmente, hay al menos 150 ciudades chinas con más de un millón de habitantes. En 2025 habrá 220. Hoy la mitad de la población china vive en ciudades y se espera que en 2030 las 3/4 partes vivirán en ellas. Aunque la tasa de fecundidad china descendió al nivel de sustitución después de implantar la política del hijo único seguirá creciendo durante otra generación. En 2012, China todavía sumaba un millón de personas más cada 7 semanas. Alrededor de 2030, el número de habitantes de China alcanzará el punto máximo, entorno a unos 1.500 millones, para posteriormente producirse una reducción drástica "a medida que vayan falleciendo los miembros de la generación de transición entre la China de alta fecundidad y la China de baja fecundidad." En 2100 volverá a haber menos de 1.000 millones de chinos. El problema es qué ocurrirá a partir de ahora y hasta entonces. Esa generación de transición es la que preocupa porque está envejeciendo. Una de las consecuencias imprevistas de la política del hijo único en China, es la ausencia o disminución de chicas en el censo. Y, junto a esto, otro de enormes repercusiones: el cuidado de los ancianos ahora que hay menos jóvenes.

A finales de la década de 1950, se empezó a hablar de planes para estabilizar la población china entre los 700 y los 800 millones de habitantes. Pero la idea de restringir el crecimiento demográfico se concebía como "una desviación radical del comunismo." Esta interpretación se debe a Marx y a Engels que habían condenado a Thomas Robert Malthus por sugerir que la presión de la superpoblación sobre los recursos limitaría la producción. Más bien, es lo contrario: "la población proporciona recursos de trabajo que incrementan la producción."Al principio, esa era la creencia de Mao Zadong: "la población era una fuerza, no un estorbo." Pero tras el llamado "desastre del Gran Salto Adelante", que consistió en sacar a China de la vida agraria e introducirla en la era industrial, cambió de sentido. Empezó a reclutar científicos para que ayudarán a estabilizar la población china. La idea del control de la población había surgido en 1953 a raíz de un censo que revelaba que había casi 600 millones de chinos. Mao Zadong alternó 2 posiciones: "Durante el Gran Salto Adelante, primero propuso la planificación estatal de la natalidad, pero luego la abandonó y acosó a sus demógrafos."

Sin duda, fue la Revolución Cultural china de 1966 sentó las bases de la política del hijo único a través del programa de control de mísiles. En 1958, la Universidad Jiaotong se trasladó a la antigua capital china de Xi'an. Fue en esa universidad donde se desarrollaría los programas de control de mísiles:"fue así como se dio la extraña circunstancia de que la política del control de la natalidad más famosa y severa del mundo, algo que normalmente pertenece al ámbito de los sociólogos y demógrafos, terminó siendo diseñada por un par de ingenieros de misiles." Ese desarrollo no hubiera sido posible sin la contribución de Qian Xuesen, un ingeniero chino que había obtenido un máster en el MIT y un doctorado en el Caltech. Durante la era McCarthy fue purgado y se le mantuvó bajo arresto domiciliario hasta mediados de la década de 1950, año en que regresa a China. Qian se convirtió en el asesor científico de Mao Zedong y Zhou Enlai y en el padre del programa de mísiles chino. El protegido más brillante de Qian Xuesen, Song Jian, aplicó "su teoría y la potencia computacional de la división de mísiles al desarrollo de modelos para las crecientes necesidades de planificación social de China." Song Jian pudo viajar a Occidente y tenía acceso a su bibliografía científica: "Era consciente de que cuantificar el agua dulce, los suelos y la contaminación, además de la demografía humana y entender cómo interactuaban, era fundamental para dirigir el desarrollo económico y social." Song Jian junto a Jiang Zhenghua se centraron en la población como "el parámetro del ecosistema más fácilmente cuantificable." El objetivo era determinar "cuántos seres humanos constituían el número adecuado para su país." En 1979, Song Jian y Jiang Zhenghua presentaron sus respectivas investigaciones por separado en el Simposio Nacional de Teoría de la Población celebrada en Chengdu, la capital de la provincia de Sichuan. El simposio sobre población estaba constituida por demógrafos, sociólogos, humanistas y etnógrafos. A este simposio asistieron Song y Jiang por separado: "Presentamos 2 ponencias distintas. Ninguno de los dos sabía qué había estado haciendo el otro. Él utilizó unas matemáticas diferentes de las mías. Pero no había mucha diferencia en el proceso ni en los resultados." Calcular la capacidad de carga de China implicaba múltiples variables: "para ellos se habían centrado en la tierra cultivable, en los recursos de materias primas disponibles o escala local, en el coste de importar los demás, y en el potencial( y el coste) económico de cada persona adicional." Los estudios concluían que la población óptima para China se situaría entre los 650 y los 700 millones de habitantes. Pero China había superado ya los 900 millones y seguía creciendo. Song concluyó que de mantenerse la tasa de fecundidad que había en ese momento, de tres hijos por mujer, en 2075 China tendría más de 4.000 millones de habitantes.

De repente, el tema del control de la población salió "de la oscuridad de un congreso académico y se convirtió en una noticia nacional." La publicación, en el Diario del Pueblo, del artículo de Song, en que abogaba por la política del hijo único para frenar el crecimiento demográfico, llevó al gobierno de Deng Xiaoping a la oficialidad de dicha política en 1980. No obstante, los modelos matemáticos, que sustentaban la política del hijo único, tendrán consecuencias sociales imprevisibles, que habían pasado por alto a los investigadores. Problemas como: "¿cuál era el valor de un hijo en una granja en comparación con una ciudad?" o "¿cuál era el valor tradicional de un niño en comparación con una niña, y cómo cambiaban dichos valores en función de la clase social y del entorno?" Detrás de estas preguntas había otra subyacente: "¿acaso recurrir a instrumentos matemáticos para organizar el comportamiento humano no era deshumanizador?" Una de las consecuencias más dañinas de la política del hijo único es el desequilibrio demográfico entre hombres y mujeres. La discriminación entre hombre y mujer existía en China desde mucho antes de la política del hijo único. El desequilibrio era favorable a los niños, 118 por cada 100 niñas. Este desequilibrio se debe a varios motivos: al infanticidio, al aborto selectivo y al no registro de los nacimientos de niñas. El infanticidio femenino en China había sido una práctica habitual durante el desarrollo de la política del hijo único pero después dicha política se relajó para permitir que las parejas de las zonas rurales, cuyo primer hijo fuera una niña, pudieran tener un segundo hijo. El aborto selectivo se produce desde que se puede comprobar el sexo del feto. Un año antes de la aprobación de la política del hijo único, China comenzó a fabricar aparatos de ecografía. Al poco tiempo, en gran parte del país no era difícil para una mujer averiguar el sexo del feto. El no registro de los nacimientos de las niñas puede explicar el superávit de niños. Muchos nacimientos de niñas no se registran. Otros investigadores sostienen que el déficit de niñas se debe a la adopción tanto nacional como internacional. Se calcula que China tiene entre 24 y 50 millones más de varones que de hembras, más de la mitad de ellos, son hombres en edad de casarse que no encuentran pareja. Durante las próximas décadas, el número de chinos de entre 20 y 30 años bajará en casi la mitad, mientras que el número de los que superan la edad de jubilación aumentarán aún más deprisa. China, igual que Europa, le preocupa que haya pocos jóvenes en activo cotizando a la seguridad social para garantizar las pensiones de tantos ancianos.

El "experimento" de un hijo por familia en China tiene sus pros y sus contras: "Sin él, hoy había cientos de millones de chinos más en un país donde el agua, la pesca y las tierras de cultivo se están volviendo ya cada vez más escasos. Pero también ha revelado los potenciales peligros del control de la población, como el cruel e inesperado sesgo de género de una generación que necesitará como mínimo otra más para restablecer el equilibrio."

China