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9 de febrero de 2012

Ángeles Román: La intuición

"Vivir desde la intuición es tener plena confianza en el misterio de la vida, porque sabemos que el Todo nos contiene, a pesar de la disolución de las formas temporales. Cada ser, cada elemento, cada instante son únicos; la vida es un continuo re-crear, un milagro, y nuestra conciencia espiritual tiene la libertad de entrar en sintonía con ese orden. Podemos decir que la intuición es una facultad inherente al ser humano, su naturaleza es espiritual y opera por medio de una captación de información a través de cualquiera de las otras potencias; surge desde el no tiempo o eternidad y proviene de un Todo omnipresente que protege a las partes, señalando lo correcto en cada suceso próximo o lejano"
( Espiritualidad y política, página 297)

En el artículo de Ángeles Román, La intuición, tiene como propósito definirnos qué es la intuición, cómo se manifiesta en la vida cotidiana, qué está implicado en la intuición, y, qué relación guarda con la conciencia, con la percepción directa, con el cerebro humano y con el orden del universo y cómo podemos fluir intuitivamente en nuestra vida.

¿Cuál es la tesis principal del artículo de Ángeles Román? Ángeles Román quiere defender en su artículo, La intuición, que ésta última es una facultad inherente al ser humano que se manifiesta "como una información o aviso" y surge desde una "dimensión no- temporal". En la intuición, no está implicado ni el pensamiento ni el tiempo.

¿Cuál es el origen de la intuición en el ser humano? En la evolución humana, la intuición surge y se desarrolla en los primeros hominidos. Los primeros seres humanos vivián- a diferencia de nosotros- en un presente continuo, desde una percepción directa de las cosas, donde predominaba "lo simultaneo" sobre el transcurrir del tiempo. Fluían en su quehacer cotidiano y estaban estrechamene conectados con el cosmos y a un Todo. El ser humano funcionaba exclusivamente con la intuición porque carecía de lenguaje, y, por consiguiente, de pensamiento. Sólo operaba en la percepción directa con la naturaleza. Así fue, hasta que apareció- emergió, en realidad- el habla- y muy concretamente, la capacidad de nombrar las cosas-. Con la aparición de la palabra, se perdió para siempre la percepión directa con las cosas. El símbolo- la palabra- separó al ser humano de la naturaleza- de su unión con ella-. Se desarrolló el lenguaje,y, con él, el pensamiento y el razonamiento. Dejó de vivir en el presente y se adentró en el flujo del tiempo.

El ser humano es un sistema que está integrado dentro de otros sistemas naturales. Al estar en contacto con otros, provoca desequilibrios con el consecuente sufrimiento humano y daño al medio ambiente. Las facultades humanas tiene un sustrato cerebral. ¿Cuál es ese sustrato biológico? En realidad, el ser humano tiene 3 cerebros en uno que interactúan entre sí y que en ellos están inscriptas las diferentes etapas evolutivas de la humanidad. Estos cerebros son: el cerebro reptílico( es el más antiguo y tiene como función la preservación de la vida), el cerebro mamífero(es el intermedio y el responsable de los emociones y de los sentimientos) y, el neocortex( el más moderno y donde reside las funciones superiores) está constituido por dos lóbulos( el izquierdo donde radica el pensamiento analítico- racional y el derecho donde radica el pensamiento sintético- holístico). Por último, tenemos la intuición, que es una facultad inherente al ser humano, que opera en el instante, a través de la captación espontánea y la intuición puede operar a través de los sentidos, sentimientos o razón.

Ángeles Román desarrolla su tesis sobre la intuición a partir del trabajo de Sri Aurobindo, David Bohm y Ervin Laszlo. Cada uno de estos trabajos fundamenta la tesis central del artículo sobre la intuición como "un aviso/información" y que surge de "una dimensión no- temporal". Vayamos, pues a exponer esas "bases teóricas". 

Sri Aurobindo fue poeta, filósofo y maestro del yoga. En su libro, La evolución supramental, habla de la existencia de una "conciencia supramental gnóstica" que indica que existe un conocimiento verdadero por encima de la mente. Esta conciencia supramental gnóstica está presente en cada ser humano. Está al alcance de todos, el poder llegar a comprender esa conciencia supramental e integrarla en la vida quotidiana.

David Bohm es uno de los grandes físicos teóricos del s.XX. David Bohm consideraba a la intuición como "una inteligencia activa que no presta atención al pensamiento, puentea, por así decirlo, el pensamiento". El libro más conocido de David Bohm, Totalidad y el Orden implicado, afirma que, en la realidad, existe un orden oculto que denomina el orden implicado y que es el origen de la materia en el universo, denominada orden manifiesto u orden explicado, que se despliega en el espacio y en el tiempo a diferencia del orden oculto que no se rige por la dimensión espaciotemporal. Existe, a su vez, otro orden en el orden implicado, que llamó orden superimplicado. La intuición, como veremos más tarde, surge desde este orden superimplicado. Desde ese orden, se da un holomovimiento causal que genera y sustenta la totalidad tanto manifiesta- orden manifiesto- como implicada- orden implicado-. Por medio de la física cuántica, se puede observar el orden implicado- la materia- y el orden superimplicado- la conciencia-. El orden oculto contiene al universo/mundo manifiesto y el futuro es y se despliega a través del orden implicado. Ambos se rigen por las leyes de la física cuántica.

Ahora, nos vamos a centrar en el orden superimplicado- orden superior- donde actúa la intuición. Este orden superimplicado es esencial en nuestra naturaleza consciente, en dos ámbitos diferentes:

La sincronicidad consiste "en una respuesta material a un orden mental". Es un tipo de intuición que suele dejar una emoción positiva. Desde el orden superimplicado, surge la intuición en cada momento de la vida y depende de nuestra comprensión el poder fluir intuitivamente o no.

La experiencia mística es un estado especial de conciencia. Es una experiencia suprema que no es comparable con ninguna experiencia. En ese estado, se produce un proceso de integración entre la persona que vive una experiencia mística y ese "océano de conciencia divina" que pertenece a ese orden superimplicado.  Se experimenta un amor y una paz inconmensurable e imposible de transmitir con palabras. La conciencia, en estas circunstancias, se encuentra fuera de las dimensiones espacio- temporales, en una dimensión de eternidad.

Ervin Laszlo, en su libro, El universo informado, expone su tesis principal: la información es una característica del universo. Las leyes del universo cuántico son diferentes a las del universo visible. Mente y materia integran el universo/mundo de la información. Mente y materia interactúan con respecto a la información. En el nivel orgánico, la información actúa de forma autónoma. Y, en el nivel consciente, podemos darle apertura o crear barreras a la información. Nuestra relación con el mundo es fundamental para crear orden o caos, esto "depende de captar la informacón, y esta captación tiene que ver con incorporar de manera permanente la intuición." Es decir, de nuestra capacidad para fluir intuitivamente.

El ser humano no actúa desde el fluir intuitivo por dos motivos fundamentales, en primer lugar, porque se considera al ser humano separado del todo "y desde allí ignora las facultades que lo sostienen y sus funciones, las leyes naturales que lo abarcan y la íntima relación con el flujo de información que subyace". Y, en segundo lugar, se aparta de la intuición, al vivir exclusivamente desde el pensamiento y su discurrir en el tiempo. Pierde la capacidad de atender el instante, y, con ello, desaparece el flujo intuitivo.

En este contexto, encontramos la Escuela del Estudio de la Intuición. En ella, se trabaja en restablecer y en vivir en ese flujo, de dos maneras:
- De una forma teórica: hacer consciente las leyes naturales y facilitar la comprensión del ser humano.
- De una forma práctica: ayudar a operar desde la intuición en el quehacer cotidiano.

Desde la Escuela del Estudio de la Intuición, sostiene que la información se hace consciente, se incorpora al patrimonio genético del individuo. Considera dos leyes naturales: la primera, "la interacción activa sin intención", todos los elementos son solidarios entre sí y la función de la naturaleza es mantener el equilibrio. La segunda, "el medio se adapta al ser", se le da importancia a los pensamientos que tenemos y cómo, desde la razón, no se puede cambiar el medio. El cambio siempre debe proceder del interior y no del medio. Si el interior cambia, cambia el medio. Darse cuenta del "aviso intuitivo" es entrar en el proceso evolutivo del propio ser. Sólo depende de nosotros entrar y permanecer en ese fluir intuitivo.

Estamos a las puertas de otro proceso evolutivo. Ese proceso, "se vería desde dos líneas: en la primera se descubrirían las fuerzas secretas de la naturaleza y los ocultos planos de los universos apartados de nosotros por la acción del mundo de la materia, y en la segunda se descubriría el alma del hombre, del ser espiritual"

En resumen, vivir desde la intuición es tener pleno confianza "en el misterio de la vida". La vida es un continuo re-crear y nuestra conciencia puede entrar en sintonía con el orden oculto del universo. La intuición es una facultad inherente al ser humano que opera por medio de la captación de información, desde una dimensión no-temporal- o eternidad- y, que proviene de un "Todo omnipresente".

10 de octubre de 2011

Jiddu Krishnamurti: La bendición de la meditación

La bendición de la meditación es la décima charla del libro Krishnamurti esencial. Esta charla se desarrolló en la Universidad de Claremont, California el 17 de noviembre de 1968.


¿Qué es vivir? Vivir es lo que sucede en este instante en nuestra vida. Eso es un hecho real, no algo ilusorio o teórico como los ideales o los principios sobre el que debería basarse la vida. ¿Cómo es nuestra vida? Debemos comprender lo que sucede realmente en nuestra vida, no "lo que debería ser" nuestra vida, sino observar "lo que es" y descubrir que se produce un cambio cualitativo en nuestra manera de percibir y de ver "lo que es" nuestra vida. ¿Hay relación en nuestra vida? Para estar directamente relacionados con algo o alguien no debe haber ninguna imagen entre nosotros y la cosa que observamos: "porque la imagen es la imagen, el símbolo, los recuerdos de lo que sucedió ayer o hace miles de ayeres. Es decir, para exponerlo de forma sencilla, ea relación basada en una imagen, y esa imagen es una acumulación de muchos años de placer, de sexo, de reprimendas, de monotomía, de repetición, de dominio, etc, cada uno tiene una imagen del otro y el contacto entre esas imágenes es a lo cual llamamos relación, pero como es obvio, eso no es relación, aunque nosotros lo aceptamos como relación, porque no hay contacto directo con el otro ser humano ". Cuando no existe contacto directo con la realidad, con "lo que es", hay una división entre el observador y la cosa observada. Esa división es el espacio donde surgen los conflictos, ese espacio es el propio ego. Ese ego es el resultado de la acumulación de imágenes, recuerdos y pensamientos acerca de nosotros mismos y de las cosas. Al no haber contacto directo con "lo que es", por tanto relación, nunca podemos comprender "lo que es" nuestra vida. Descubrir la estructura y la naturaleza del observador es meditación. Darse cuenta que el observador es lo observado, de la unicidad de ambos, en la que no hay ningún conflicto, y en consecuencia, se produce una disolución, un ir más allá de "lo que es" es también meditación.

Por otro lado, el placer es un producto del pensamiento. El placer es pensar en una experiencia del pasado, que al crear una imagen de ésta, genera el placer. También podemos pensar en lo que puede suceder mañana, ese pensar genera dolor, miedo. Por tanto, el pensamiento crea tanto el placer como el miedo. Para nosotros, el amor es un producto del pensamiento, algo que el pensamiento nutre, fomenta y prolonga como placer. Pero, realmente, ¿el amor es pensamiento? ¿Puede éste cultivarlo? El pensamiento puede cultivar el placer pero no el amor. El amor no es placer. Sin embargo, cuando interfiere el pensamiento genera un espacio y un tiempo en el que el placer y el recuerdo crecen. Si nos damos cuenta de esto, si comprendemos la estructura y la naturaleza del placer en relación con el amor, siendo la comprensión de esa relación parte de la meditación. Entonces, podemos descubrir que el amor es algo por completo diferente.

Además del pensamiento y su relación con el placer, está una última cuestión: el significado de la muerte. Podemos descubrir cuál es el significado de la muerte, si comprendemos cómo morir: el proceso de terminar. ¿Qué significa morir? ¿Qué significa morir psicológicamaente, internamente? Debemos descubrir internamente qué es morir, es decir, cómo terminar con el pasado, cómo dar fin a la continuidad del placer, esto es, cómo morir cada día, desprendiéndonos de la ilusión de continuidad del pensamiento. Si se vive de esa manera, la mente se renueva continuamente. Este proceso también forma parte de la meditación.

En síntesis, si uno ha puesto los cimientos de la meditación, que son el orden en la relación, y, si existe esa cualidad de amar y morir, que es la totalidad de la vida, en nuestra vida diaria, entonces la mente se vuelve silenciosa y sosegada. En ese momento, la mente ha dejado de investigar lo absoluto porque en ese silencio está "lo que es". 

7 de octubre de 2011

Jiddu Krishnamurti: Poner los cimientos de la meditación

Poner los cimientos de la meditación es la sexta charla que recoge el libro Krishnamurti esencial de la editorial Kairós. Esta charla pública tuvo lugar en Chennai, la India el 7 de enero de 1979. 

Poner los cimientos de la Meditación es una charla introductoria a la temática de la meditación. En esta charla se desarrolla aspectos esenciales de la vida - la belleza, el orden, la relación o la libertad- que Krishnamurti considera imprescindibles para poner los cimientos de la meditación.

Cuando uno mira su propia vida se pregunta por qué hay tanta poca belleza, es decir, porque hemos perdido la capacidad de comunicarnos con la naturaleza. Si perdemos el contacto con la naturaleza perdemos el contacto con los otros seres humanos. La belleza tiene esa cualidad de libertad que es por completo diferente de la independencia. Pero nosotros raramente lo vemos y lo apreciamos porque estamos demasiados ocupados con nuestros problemas, preocupaciones o ideas. Nunca somos libres del todo.

Un aspecto de la meditación es el orden. Debemos investigar el orden porque nuestras vidas son desordenadas, confusas y contradictorias. Donde no hay orden, hay contradicción, confusión y conflicto. ¿Nos damos cuenta del desorden en el mundo y en nosotros mismos? Darse cuenta del desorden es observar lo que realmente está sucediendo. Hemos de observar nuestra vida, lo que realmente es, lo que está sucediendo porque cualquier acción en nuestra vida configura la sociedad. No podemos transformar la sociedad a menos que cada uno se transforme a sí mismo. Ahora bien, ¿cómo podemos producir orden? El orden constante es espacio. Si la mente tiene espacio, eso significa que la mente no está ocupada con ningún problema. Sin embargo, nuestra mente " está tan llena, tan atestadas de creencias que persiguen cualquier tipo de cosas, está tan confundida, con tantas ilusiones, que no tiene espacio, y donde no hay espacio no puede haber constancia ni orden". Si en nuestra vida no hay orden, la meditación se convierte en una simple evasión de la propia vida y el escaparse por medio de la meditación sólo conduce a la ilusión.

Otro aspecto de la meditación es la relación. Nuestra vida está basada en la relación, sin relación no es posible existir. ¿Cuál es nuestra relación con los demás? ¿Hay en esa relación orden o es una actividad egocéntrica y antagónica? Debemos investigar qué tipo de relación mantenemos con los otros. Y, debemos averiguar si hay orden en esa relación. Si no hay orden, sólo puede existir el conflicto y el desorden.

En definitiva, debemos poner los cimientos para descubrir aquello que está más allá del pensamiento, que es incommesurable, que no puede expresarse en palabras y donde hay libertad total. En esa meditación hay orden y relación