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20 de octubre de 2014

La política demográfica de la revolución islámica en Irán

Después del triunfo de la revolución islámica en Irán, tanto los laicos como los religiosos creían que "vivirían su vida y su religión como quisieran, con el ayatolá Jomeini como guía espiritual del país." Un año después, Sadam Huseim aprovecha para invadir Irán. Irak utilizó armamento convencional y gas mostaza contra población cívil. Pero Iran, con más del triple de población, respondió y recuperó el territorio ocupado por los iraquíes. Antes de la revolución islámica, Irán había iniciado un programa de planificación familiar a raíz de un censo de 1966 que mostraba un alarmante incremento de la población. En 1956, Irán tenía 18,9 millones de habitantes. Las mujeres iraníes tenían una media de 7,7 hijos por mujer. En, solo 10 años, añadieron más de 6 millones a la población del país. El ministerio de Sanidad empezó a distribuir píldoras anticonceptivas. A pesar de ello, el censo de 1976 todavía mostraba tasas de fecundidad de 6,3 hijos por mujer. En la época de la revolución de 1979 había 37 millones de iraníes. El propio Jomeini clarificó que estaba permitido métodos de control de la natalidad. Pero la guerra con Irak lo cambió todo. La Oficina de Población y Planificación Familiar fue clausurada, y en su lugar se lanzó una campaña a favor de que "cada mujer fértil iraní ayudara a hacer de Irán "un ejército de 20 millones de hombres." La edad legal a la que las muchachas podían casarse pasó de los 18 a los 13 años. A medida que la guerra con Irak se prolongaba, la tasa de natalidad superaba los "sueños demográficos" de Jomeini. El censo de 1986 arrojó la cifra de casi 50 millones de iraníes: el doble que hacía dos décadas.

Cuando finalizó la guerra, la Oficina de Planificación y Presupuesto de Irán calculó cuánta gente podría suportar la economía iraní: "Todos aquellos varones nacidos para abastecer al ejército de veinte millones de hombres ahora necesitarían empleos, y las posibilidades de proporcionárselos se reducían con cada nuevo nacimiento." El director de planificación y presupuesto, junto con el Ministro de Sanidad, presentaron una iniciativa para conducir a Irán y lanzaron una campaña de planificación familiar a escala nacional con el visto bueno del líder supremo Jomeini. Implicaba convencer a 50 millones de iraníes de lo contrario de lo que habían estado oyendo durante los 8 últimos años: "que su deber patriótico era ser obligatoriamente fecundos." Otro eslogan substituirá al anterior, "Uno está bien. Dos es suficiente." Este nuevo eslogan empezó a aparecer en pancartas, en vallas publicitarias, en las paredes, en la televisión o en las oraciones de los viernes por los mismos mulás que antes habían ordenado tener más hijos para producir "una gran generación islámica." Al año siguiente, en 1989, muere Jomeini. A diferencia de China, la decisión de cuántos hijos tener se dejaba a los padres. Ninguna ley prohibía tener los hijos que se quisiera. Lejos de ello, se produjó una inversión en el crecimiento demográfico. Doce años después, el ministro de Sanidad iraní recibió el Premio de Población de las Naciones Unidas por haber aplicado "el enfoque más progresista y acertado de la planificación familiar que el mundo había visto nunca."

¿Cómo lo hizó Irán, si era voluntario? Utilizaron "brigadas ecuestres a las que la doctora Hourich Shamshiri y sus colegas obstreta-ginecólogos acompañaron hasta los rincones más apartados del país pusieron toda clase de medios de control de la natalidad- desde los preservativos y píldoras hasta la cirugía- a disposición de todas las iraníes, y gratis." Los objetivos del programa eran: reducir la tasa de fecundidad media de los mujeres iraníes a cuatro hijos en 2011 y, a la larga, disminuir la tasa de crecimiento demográfico de Irán. Los médicos enviados a las zonas rurales habían planeado alentar a las mujeres a espaciar los embarazos de 3 a 4 años. Más de 100.000 mujeres fueron esterilizadas. El programa de planificación familiar fue posible porque se apostó por la educación de la mujer. No solo en la enseñanza primaria y secundaria sino también en la universitaria. En 1975, apenas 1/3 parte de las mujeres sabían leer. En 2012, más del 60% de los estudiantes universitarios iraníes eran mujeres. La tasa de alfabetización de las mujeres menores de 26 años era del 96%. En 2012, 1/3 parte de los funcionarios públicos de Irán eran mujeres. Con el programa de planificación familiar la edad legal de contraer matrimonio se elevó y la edad media de las novias no tardó en subir a los 22 años, edad en la que terminaban sus estudios. En la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo celebrada en el Cairo en 1994, los números de Irán sorprendieron a la ONU: ¿cómo era posible que una nación musulmana y con un programa voluntario pudiera alcanzar esas cifras? En 2000, la tasa de fecundidad absoluta de Irán alcanzó el nivel de sustitución, 2,1 hijos por mujer, un año antes que China con su política obligatoria del hijo único. En 2012 había bajado a 1,7 hijos. El programa de planificación familiar de Irán fue un éxito de la revolución islámica. Había un compromiso en reducir las diferencias entre ricos y pobres y entre el medio urbano y el medio rural.

En 2005, Mahmud Ahmedineyad fue elegido presidente de Irán. En 2006 afirmó que el programa de planificación familiar de Irán era antiislámico. Pidió a las mujeres de 16 años o más que dejaron las universidades, se casaran y se quedaran embarazadas: "A los 70 millones de habitantes de Irán, decía, había que añadirles 50 millones más." En junio de 2009, Ahmadineyad fue reeligido de nuevo como presidente de la República islámica de Irán. Las calles se llenaron de iraníes, especialmente de mujeres. El recién reelegido presidente Ahmadineyad reiteró a la población la necesidad de duplicar la población de Irán. Su oferta de 10 millones de riales- unos 800 euros- por recién nacido se volvió en su contra al saberse que costaría más de 1.000 millones de dólares anuales a las arcas públicas.

Aunque Irán había diseñado un programa de planificación familiar muy eficaz, todavía tendría que esperar décadas hasta que, la generación de la explosión demográfica de los años de la guerra contra Irak,desaparezca. Mientras tanto, sus 75 millones de personas tendrá que hacer frente a una población envejecida y cada vez más decreciente. Eso significaría más gastos médicos y de seguridad social para los mayores, y menos gente joven productiva que los pagará.

política demográfica- irán

9 de octubre de 2014

Origen de la política del hijo único en China

En 1979, es el primer año que se aplica la política del hijo único. Violar la ley podía significar una multa equivalente a más de un año de salario: "Todavía hoy es así, y la cantidad varía por provincias y en función de lo cerca que están los funcionarios locales de planificación demográfica de cubrir sus cuotas mensuales." Para las mujeres que preferían morir antes que abordar, se les ofrecía "una soga o una botella de veneno." China tenía que controlar los nacimientos. La controvertida política del hijo único ha dado paso a un progresivo relajamiento: "Unas 22 excepciones jurídicas han permitido al 35 por ciento de las familias tener al menos dos. Además de la excepción rural, desde 2002 a las 56 minorías étnicas de China se les permite tener tres hijos a fin de evitar su disminución hasta la extinción cultural. También se han concedido exenciones a los mineros, a los discapacitados y a los niños discapacitados y en el caso de los niños nacidos en el extranjero." En los últimos años, a los hijos únicos se les permite tener dos. Aunque la mayoría no tienen más de un hijo por el costosísimo mantenimiento de los hijos. Pero, ¿ hasta qué punto China puede seguir creciendo? Actualmente, hay al menos 150 ciudades chinas con más de un millón de habitantes. En 2025 habrá 220. Hoy la mitad de la población china vive en ciudades y se espera que en 2030 las 3/4 partes vivirán en ellas. Aunque la tasa de fecundidad china descendió al nivel de sustitución después de implantar la política del hijo único seguirá creciendo durante otra generación. En 2012, China todavía sumaba un millón de personas más cada 7 semanas. Alrededor de 2030, el número de habitantes de China alcanzará el punto máximo, entorno a unos 1.500 millones, para posteriormente producirse una reducción drástica "a medida que vayan falleciendo los miembros de la generación de transición entre la China de alta fecundidad y la China de baja fecundidad." En 2100 volverá a haber menos de 1.000 millones de chinos. El problema es qué ocurrirá a partir de ahora y hasta entonces. Esa generación de transición es la que preocupa porque está envejeciendo. Una de las consecuencias imprevistas de la política del hijo único en China, es la ausencia o disminución de chicas en el censo. Y, junto a esto, otro de enormes repercusiones: el cuidado de los ancianos ahora que hay menos jóvenes.

A finales de la década de 1950, se empezó a hablar de planes para estabilizar la población china entre los 700 y los 800 millones de habitantes. Pero la idea de restringir el crecimiento demográfico se concebía como "una desviación radical del comunismo." Esta interpretación se debe a Marx y a Engels que habían condenado a Thomas Robert Malthus por sugerir que la presión de la superpoblación sobre los recursos limitaría la producción. Más bien, es lo contrario: "la población proporciona recursos de trabajo que incrementan la producción."Al principio, esa era la creencia de Mao Zadong: "la población era una fuerza, no un estorbo." Pero tras el llamado "desastre del Gran Salto Adelante", que consistió en sacar a China de la vida agraria e introducirla en la era industrial, cambió de sentido. Empezó a reclutar científicos para que ayudarán a estabilizar la población china. La idea del control de la población había surgido en 1953 a raíz de un censo que revelaba que había casi 600 millones de chinos. Mao Zadong alternó 2 posiciones: "Durante el Gran Salto Adelante, primero propuso la planificación estatal de la natalidad, pero luego la abandonó y acosó a sus demógrafos."

Sin duda, fue la Revolución Cultural china de 1966 sentó las bases de la política del hijo único a través del programa de control de mísiles. En 1958, la Universidad Jiaotong se trasladó a la antigua capital china de Xi'an. Fue en esa universidad donde se desarrollaría los programas de control de mísiles:"fue así como se dio la extraña circunstancia de que la política del control de la natalidad más famosa y severa del mundo, algo que normalmente pertenece al ámbito de los sociólogos y demógrafos, terminó siendo diseñada por un par de ingenieros de misiles." Ese desarrollo no hubiera sido posible sin la contribución de Qian Xuesen, un ingeniero chino que había obtenido un máster en el MIT y un doctorado en el Caltech. Durante la era McCarthy fue purgado y se le mantuvó bajo arresto domiciliario hasta mediados de la década de 1950, año en que regresa a China. Qian se convirtió en el asesor científico de Mao Zedong y Zhou Enlai y en el padre del programa de mísiles chino. El protegido más brillante de Qian Xuesen, Song Jian, aplicó "su teoría y la potencia computacional de la división de mísiles al desarrollo de modelos para las crecientes necesidades de planificación social de China." Song Jian pudo viajar a Occidente y tenía acceso a su bibliografía científica: "Era consciente de que cuantificar el agua dulce, los suelos y la contaminación, además de la demografía humana y entender cómo interactuaban, era fundamental para dirigir el desarrollo económico y social." Song Jian junto a Jiang Zhenghua se centraron en la población como "el parámetro del ecosistema más fácilmente cuantificable." El objetivo era determinar "cuántos seres humanos constituían el número adecuado para su país." En 1979, Song Jian y Jiang Zhenghua presentaron sus respectivas investigaciones por separado en el Simposio Nacional de Teoría de la Población celebrada en Chengdu, la capital de la provincia de Sichuan. El simposio sobre población estaba constituida por demógrafos, sociólogos, humanistas y etnógrafos. A este simposio asistieron Song y Jiang por separado: "Presentamos 2 ponencias distintas. Ninguno de los dos sabía qué había estado haciendo el otro. Él utilizó unas matemáticas diferentes de las mías. Pero no había mucha diferencia en el proceso ni en los resultados." Calcular la capacidad de carga de China implicaba múltiples variables: "para ellos se habían centrado en la tierra cultivable, en los recursos de materias primas disponibles o escala local, en el coste de importar los demás, y en el potencial( y el coste) económico de cada persona adicional." Los estudios concluían que la población óptima para China se situaría entre los 650 y los 700 millones de habitantes. Pero China había superado ya los 900 millones y seguía creciendo. Song concluyó que de mantenerse la tasa de fecundidad que había en ese momento, de tres hijos por mujer, en 2075 China tendría más de 4.000 millones de habitantes.

De repente, el tema del control de la población salió "de la oscuridad de un congreso académico y se convirtió en una noticia nacional." La publicación, en el Diario del Pueblo, del artículo de Song, en que abogaba por la política del hijo único para frenar el crecimiento demográfico, llevó al gobierno de Deng Xiaoping a la oficialidad de dicha política en 1980. No obstante, los modelos matemáticos, que sustentaban la política del hijo único, tendrán consecuencias sociales imprevisibles, que habían pasado por alto a los investigadores. Problemas como: "¿cuál era el valor de un hijo en una granja en comparación con una ciudad?" o "¿cuál era el valor tradicional de un niño en comparación con una niña, y cómo cambiaban dichos valores en función de la clase social y del entorno?" Detrás de estas preguntas había otra subyacente: "¿acaso recurrir a instrumentos matemáticos para organizar el comportamiento humano no era deshumanizador?" Una de las consecuencias más dañinas de la política del hijo único es el desequilibrio demográfico entre hombres y mujeres. La discriminación entre hombre y mujer existía en China desde mucho antes de la política del hijo único. El desequilibrio era favorable a los niños, 118 por cada 100 niñas. Este desequilibrio se debe a varios motivos: al infanticidio, al aborto selectivo y al no registro de los nacimientos de niñas. El infanticidio femenino en China había sido una práctica habitual durante el desarrollo de la política del hijo único pero después dicha política se relajó para permitir que las parejas de las zonas rurales, cuyo primer hijo fuera una niña, pudieran tener un segundo hijo. El aborto selectivo se produce desde que se puede comprobar el sexo del feto. Un año antes de la aprobación de la política del hijo único, China comenzó a fabricar aparatos de ecografía. Al poco tiempo, en gran parte del país no era difícil para una mujer averiguar el sexo del feto. El no registro de los nacimientos de las niñas puede explicar el superávit de niños. Muchos nacimientos de niñas no se registran. Otros investigadores sostienen que el déficit de niñas se debe a la adopción tanto nacional como internacional. Se calcula que China tiene entre 24 y 50 millones más de varones que de hembras, más de la mitad de ellos, son hombres en edad de casarse que no encuentran pareja. Durante las próximas décadas, el número de chinos de entre 20 y 30 años bajará en casi la mitad, mientras que el número de los que superan la edad de jubilación aumentarán aún más deprisa. China, igual que Europa, le preocupa que haya pocos jóvenes en activo cotizando a la seguridad social para garantizar las pensiones de tantos ancianos.

El "experimento" de un hijo por familia en China tiene sus pros y sus contras: "Sin él, hoy había cientos de millones de chinos más en un país donde el agua, la pesca y las tierras de cultivo se están volviendo ya cada vez más escasos. Pero también ha revelado los potenciales peligros del control de la población, como el cruel e inesperado sesgo de género de una generación que necesitará como mínimo otra más para restablecer el equilibrio."

China
 

3 de octubre de 2014

La supervivencia de los gorilas de montaña

Bwindi es el hogar de 400 gorilas de montaña. Representa casi la mitad de todos los gorilas de montaña que quedan en el mundo. El reto están repartidos entre Ruanda y la República Democrática del Congo. Bwindi debe su gran biodiversidad "tanto a los cambios de elevación como el hecho de ser uno de los bosques más antiguos de la Tierra" que tiene una antiguedad de 25.000 años. Antaño este bosque formaban parte de la selva tropical que se extendía a lo largo del Rift que marcaba la frontera entre Uganda, Ruanda y el Congo. La única presencia humana era la de los pigmeos batwa que coexistían pacíficamente con los gorilas de montaña. Sin embargo, durante los últimos siglos no pasaron de llegar agricultores bantúes, que talaban y quemaban los bosques para obtener campos de cultivo. La selva quedó dividida en tres fragmentos separados. En 1990, la confirmación de la presencia del gorila de montaña llevó al gobierno de Uganda a darle el estatus de parque nacional. La razón de la creación del parque nacional era que los europeos y norteamericanos pagaran 500 dólares por cabeza por tener la oportunidad de ver los gorilas de montaña. El contacto con el ser humano ha provocado la difusión de enfermedades contagiosas al gorila de montaña, causando mortalidad.

Para preservar a los gorilas de montaña, Gladys Kalema, una veterinaria ugandesa, crea una ONG para preservar el medio ambiente, y con ello también a los gorilas de montaña, ayudando a los ugandeses que viven en Bwindi. Creó el Hospital Comunitario de Bwindi cuando se fundó el parque nacional de Bwindi. Inicialmente atendía a los pigmeos batwa, que habían sido desposeídos de sus tierras, pero posteriormente, se incorporó a los 100.000 bantúes que habitaban alrededor del parque nacional. Uganda tiene una de las tasas de fecundidad más altas del mundo. En Bwindi, las familias suelen tener una media de 8 o más hijos. No se puede salvar a los gorilas de montaña, si no se aborda la superpoblación de las regiones rurales como Bwindi. Ejercen mucha presión sobre el bosque de Bwindi, el hábitat de los gorilas. Las mejoras en la asistencia sanitaria debe acompañarse con la planificación familiar. La idea es muy sencilla: "Si tenemos demasiados bebés y seguimos creciendo más, la gente talará más bosque para plantar más cultivos, perderemos a los gorilas, y los turistas nunca volverán." La planificación familiar no está prohibida en Uganda. Aunque el gobierno ugandés no los financiaba por carecer de recursos. El problema erradica en la financiación de los programas de planificación familiar. Depende en gran medida de las donaciones privadas que reciben las ONG's:"cada año es un auténtico viaje de supervivencia por las selvas impenetrables de la filantropía. Todas las ONG de todos los países en desarrollo compiten por el mismo acervo benéfico; el cual, a medida que las economías se contraen y las poblaciones crecen, se está reduciendo como el hielo del Ártico." Uno de los retos de Uganda es el acceso a los medios anticonceptivos por parte de la población ugandesa.Así como, la distribución masiva y continuada de esos medios anticonceptivos. El Gobierno ugandés no procura suficientes anticonceptivos. La mayoría de ellos los dona el UNFPA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas. El déficit de anticonceptivos de Uganda se traduce en al menos un 1.000.000 de embarazos no deseados al año.

Regresando a la protección y a la supervivencia de los gorilas de montaña, éstos afrontan el reciente hallazgo de petróleo en las selvas de Bwindi en el Rift Albertino. Ya se han otorgado concesiones. De hecho, la compañía petrolera Shell tiene el contrato para las zonas del Rift Albertino con la mayor concentración de chimpancés. Se estima que la esperanza de vida del yacimiento petrolífero es de 20 años. Y, que contiene unos 300 millones de barriles. ¿Pueden poner en riesgo la supervivencia de los gorilas de montaña, las prospecciones de petróleo en su hábitat? ¿Son conscientes los ugandeses de su dependencia del medio ambiente para garantizar su supervivencia y la de los gorilas de montaña?

Gorilas de montaña

29 de septiembre de 2014

La política demográfica del Vaticano

En 1994, se celebró en el Cairo la III Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre la Población y el Desarrollo. Dos años antes, el Vaticano no quiso abordar la cuestión de la población en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. Durante décadas, la Santa Sede "había infiltrado topos en grupos como Planned Parenthood. Después de años de presiones, los miembros católicos del Congreso estadounidense habían forzado la dimensión del director de la Oficina de Población de la USAID, el doctor Reimert Revenholt, artífice de los programas de planificación familiar internacionales del organismo desde sus comienzos." Juan Pablo II dio instrucciones para la preparación de un libro blanco sobre el estado de la población en el planeta a la Pontificia Academia de las Ciencias. En junio de 1994 hicieron público su informe. En sus 77 páginas, Popolazione e risorse "analizaba las tendencias demográficas y económicas globales y regionales. Examinaba los recursos naturales, el desarrollo tecnológico, el agua y la producción de alimentos, incluida la revolución verde. Consideraba asimismo la educación, los temas de la familia, las cuestiones relacionadas con la mujer, el trabajo, la cultura, la religión, la moral y la ética." Cinco años después, hicieron pública otra provocativa declaración: "nuestro planeta está amenazada por una multitud de procesos interactivos: el agotamiento de los recursos naturales; el cambio climático; el crecimiento demográfico- de 2.500 millones o más de 6.000 millones de personas en solo 50 años-; una disparidad rápidamente creciente en la calidad de vida; la desestabilización de la economía ecológica y la perturbación del orden social." Años más tarde, en 2009, el papa Benedicto XVI aborda pobreza y población en su encíclica Caritas in veritate. En ella denunciaba a la economía de mercado "por recortar los salarios, la seguridad social y los derechos de los trabajadores a fin de maximizar los beneficios, obligando a los países pobres a competir en una puja a la baja de salarios y prestaciones por obtener unos puestos de trabajo fabriles que traen más miseria que desarrollo real." No obstante, rechazaba cualquier conflicto entre el medio ambiente y el mantenimiento de una población creciente: "la comida no se está agotando. Se están introduciendo nuevas especies cultivables. Gente que era pobre se está haciendo rica; ganan más cultivando soja transgénica que criando ganando." Y, añadió:" si el alimento transgénico no fuera sano, la naturaleza se rebelaría contra ello." En parte, este argumento remite contra el hecho de que el alimento "sea considerado menos un sustento humano que una mercancía comercializable." Y, esto responde a la presión de las agroindustrias biotecnólogicas que afirman que la forma de alimentar al mundo hambriento es a través de cultivos transgénicos. Esa presión pretendía contrarrestar la oposición a los alimentos modificados genéticamente. Y sus consecuencias: "exponer a la ruina a los pequeños propietarios agrícolas suprimiendo los métodos de siembra tradicionales y volver a los agricultores dependientes de las empresas que producen los transgénicos." Aún así, los grandes avances en materia de transgénicos necesarios para alimentar al mundo "están aún a décadas de distancia de ser viables, por no hablar de que todavía están en las primeras fases." Por tanto, será imposible seguir alimentando a todo el mundo a menos que se frene el crecimiento demográfico. Por otra parte, está la oposición de la Iglesia a la contracepción. Lo que subyace a esta oposición es que la Iglesia tiene un interés fundamental en las masas: "Cuantos más católicos haya en el mundo, más importará el juicio de los mil ciudadanos varones de la Ciudad del Vaticano." De ahí, su oposición frontal a la contracepción y al control demográfico.
Vaticano demografía

25 de agosto de 2014

Crisis demográfica y medioambiental en Israel y Palestina

La primera parte de La cuenta atrás, se subdivide en cuatro apartados:
En ella, se desarrolla los conceptos básicos del libro.

En este primer apartado se plantea 4 cuestiones fundamentales. Primero: ¿"Cuánta gente puede albergar nuestro planeta"? Segundo: ¿"existe una manera aceptable y no violenta de convencer a la gente de todas las culturas, religiones, nacionalidades, tribus y sistemas políticos del mundo de que redunda en su propio interés"?¿"Hay algo en sus liturgias, historias o sistemas de creencias que potencialmente acepte la idea aparentemente antinatural de limitar lo que más naturalmente se nos ocurre, a nosotros y a todos los demás especies: hacer copias de nosotros mismos"? Tercero: ¿"Cuánto ecosistema se requiere para mantener la vida humana"?¿"qué especies o procesos ecológicos son esenciales para nuestra supervivencia"?¿"en qué punto nuestra arrolladora presencia desplaza a tantas especies que a la larga acabamos por expulsar del planeta de lo que dependía nuestra propia existencia hasta que ya es demasiado tarde; algo sin lo que no podemos vivir en absoluto"? y Cuarto: ¿"cómo diseñamos una economía de cara a una población menguante y luego de cara a una población estable, esto es, una economía que puede prosperar sin depender de un crecimiento constante"? Se formulan en paralelo al conflicto entre palestinos e israelíes por la gestión de los recursos naturales y del medio ambiente.

Una de la razones, porque las familias palestinas son tan numerosas, es por el conflicto con los israelíes. Para el demógrafo palestino Tufakyi, el útero de las mujeres palestinas es la mejor arma para la OLP. También, las familias de jaredíes, la minoría religiosa ultraortodoxa de Israel, tienen una descendencia muy numerosa, unos 7 hijos por mujer: "Multiplicar su descendencia se considera la solución frente a los judíos modernos, que profanan su religión, a la vez que la mejor defensa contra los palestinos, que amenazan con superar a los judíos en población en su histórica patria." Su vertiginoso ascenso numérico obliga a incluirlos en las coalicciones políticas que gobiernan Israel. Esa influencia se traduce en privilegios: exención del servicio militar y subsidios por cada nuevo nacimiento. En la Palestina histórica, hay cerca de 12 millones de personas. Los británicos creyeron que esa tierra podría sustentar como mucho 2,5 millones de personas. En la década de 1930, David Ben Gurión argumentó "que no había que pasar por alto la determinación y el ingenio judíos" para transformar Palestina en una tierrra próspera. Estaba convencido de que aquella tierra podía sustentar a 6 millones de personas. Más tarde, el propio Ben Gurión ofrecería premios a las mujeres israelíes que tuvieran 10 o más hijos. Hoy, son los jaredíes los que se duplican cada 17 años. Al mismo tiempo, la mitad de los palestinos están entrando en la edad reproductiva y podrían superar a los judíos israelíes en 2016. Históricamente, una gran parte del crecimiento de Israel, ha dependido de la inmigración de judíos de otros países. Hoy día, son más los judíos que se van, que los que llegan de Estados Unidos. Sin embargo, dado que la tasa de natalidad de los jaredíes "aumenta exponencialmente" es posible que los judíos recuperen la mayoría en 2020. Eso sí, si las cosas siguen igual, a mediados de este siglo, entre Palestina e Israel, se llegará a los 21 millones como mínimo.

Con este parónama exige que nos formulemos 4 preguntas:
"¿Cuánta gente puede albergar su tierra?" Para responder a esta pregunta cabe hacerse otras: "¿Qué gente?" "¿Qué comen?" "¿Cómo se guarecen y cómo se desplazan?" "¿De dónde sacan el agua que necesitan y cuánta hay a disposición?", etc. Las respuestas a estas preguntas-y a otras- exige la aportación de ecólogos, geógrafos, hidrólogos o agrónomos al debate y no sólo de ingenieros y economistas. Pero, la mayoría de las decisiones políticas no las toman ninguno de ellos. Si para algunos, el término "control de la población" evoca el malthusianismo, para los judíos jaredíes es simplemente impensable. No son conscientes de las consecuencias de la duplicación de la población en Israel o Palestina. Menos aún, el aumento demográfico de la población mundial. Detrás se esconde el hambre y la sed que afectan a una gran parte de la humanidad y que se prevé que empeoren durante este siglo. Mientras que la población humana se ha cuatruplicado en los últimos 100 años, el consumo de recursos se ha multiplicado por 17: "Este atracón en el bufet planetario lo han disfrutado relativamente pocos, y a expensas de muchos". Pero el consumo y la población, son 2 caras de la misma moneda. Y, "a medida que esta gira cada vez más deprisa, plantea preguntas que trascienden el ámbito de su dividida nación, porque el mundo entero siente cada vez mayor vérdigo a consecuencia de unas fuerzas que giran vertiginosamente fuera de control."

¿"existe una manera aceptable y no violenta de convencer a la gente de todas las culturas, religiones, nacionalidades, tribus y sistemas políticos del mundo de que redunda en su propio interés"?; ¿" hay algo en sus liturgias, historias o sistemas de creencias que potencialmente acepte la idea aparentemente antinatural de limitar lo que más naturalmente se nos ocurre, a nosotros y a todos los demás especies: hacer copias de nosotros mismos"? Debido al conflicto israelí-palestino, las familias palestinas, que solían tener 5 o 6 hijos, comenzaron a tener más. Todo podría irse abajo, si Israel sigue fragmentando Palestina porque entonces jamás podrá formarse un Estado palestino viable. Pero, si se mantiene como un solo Estado, los judíos se arriesgan a terminar siendo una minoría. La única manera en que una minoría podría mantenerse en el poder sería por medio del apartheid, no de la democracia. Aun así, pasará un tiempo antes de que se reduzca la presión demográfica. Hay otras preocupaciones como son la gestión de la cuenca del Jordán y de los acuíferos. Sólo Israel la gestiona y a Palestina no se le permite explotar nuevos pozos. Además no hay que olvidar que la mitad del agua se destina a la agricultura, que produce solo el 1% de la renta de Israel. Hoy, todos las aguas del Jordán menos un 2% están "ya repartidas cuando dejan el lago. El hilillo que llega al mar Muerto es el sobrante de su paso por campos o piscifactorías, lleno de pesticidas, fertlizantes, hormonas, residuos de pescado y aguas residuales sin tratar." Más del 90% de las aguas negras de Cisjordania fluyen sin tratar al medio ambiente. La mayoría de los residuos sólidos se queman o se dejan pudrir en el desierto. Los asentamientos vierten libremente aguas negras sin tratar en las tierras de los palestinos. Muchos tienen fábricas que no aplican las leyes medioambientales israelíes. Pero Israel no va a dar permiso a los palestinos para construir más plantas de tratamiento de aguas residuales a menos que acepten tratar también las residuales de los asentamientos judíos. Luego está la Franja de Gaza con 1,5 millones de personas en unos 40 kilómetros de largo y entre 6 y 11 de ancho cuya población se duplica cada 12 o 15 años. Sin embargo, se pregunta Alan Weisman: "en otro aspecto, el ecológico, ¿qué importancia tiene su diminuto cajón de arena al borde del mar, y su población conjunta de alrededor de 12 millones de habitantes- apenas una 584ª parte de la población actual del planeta-, en un mundo que se acerca a los 10000 millones de almas?"

"¿Cuánto ecosistema se requiere para mantener la vida humana?" O dicho de otro modo, "¿qué especies o procesos ecológicos son esenciales para nuestra supervivencia?" En la década de 1960, Israel había soltado 50000 pollos bañados en estrictinina para erradicar un brote de rabia atribuido a un aumento de la población de chacales, la cual, a su vez, se debía al aumento de la población humana. Los chacales se alimentaban de los pavos, gallinas, terneros y vacas acumulados en vertederos. A medida que el número de personas iba creciendo y la agricultura se intensificaba, se empezó a utilizar el DDT y los organofosfatos. Aunque actualmente el DDT está prohibido, el volumen de pesticidas por área de cultivo usados en Israel, es todavía el más elevado del mundo desarrollado. Ha supuesto la desaparición de algunas especies de pájaros. Las aves no sólo son "vistosas y musicales" sino también "polinizadoras, difusoras de semillas y comedoras de insectos.": "un par de lechuzas comen alrededor de cinco mil roedores al año. Multiplícalo por 2000. Así los granjeros dejan de usar pesticidas fuertes." Todo esto ha afectado al ser humano: "nuestros recuentos de esperma han bajado ahora un 40%. Nuestras tasas de cáncer han aumentado en esa misma proporción. Todo por las hormonas y pesticidas." En el valle de Jule, al norte del lago Genesaret, es donde inverna la grulla común. En la década de 1950, la marisma de Jule fue drenada a fin de reconvertir la tierra para la agricultura. ¿Qué sucedió entoncés? "Los nutrientes de nitrógeno y fósforo que antaño absorbían, fluían ahora libremente al Genesaret, junto con tanta de turba que la fuente de agua más importante de Israel se hallaba en peligro de convertirse en un estiércol verde pobre en oxígeno." ¿Cuál fue la respuesta? "Hubo que volver o inundar 3000 hectáreas de Jule para evitar la muerte del lago Genesanet. Pero eso era menos de una décima parte del antiguo humedal que antaño alimentaba a las aves acuáticas en su migración." Los granjeros, que amenazaban con envenenar a las grullas, porque arrasaban con sus campos, se consiguió "esparcir miles de kilos de maíz y garbanzos para las grullas y criar peces mosquito en el lago de Jule para las cigüeñas y pelícanos." Hoy en día, las 30000 grullas son una atracción turística: "Un espectáculo surrealista en este árido corredor, donde quedan tan pocos sitios húmedos para unas aves que vuelan la tercera parte de una vuelta completa al mundo para reabastecirse. Si Jule desapareciera por completo, podría producirse una cascada de desastres ecológicos desde Rusia hasta Sudáfrica." Que sirva esta última reflexión: "Nuestras reservas naturales son meros fragmentos de aquel antiguo ecosistema. Somos un país del tamaño de Nueva Jersey, con nuestra mitad superior complementamente superpoblada." Y añade: "Los palestinos están muy fragmentados. Como la fauna." En el Kibutz, tiene su sede el Instituto Arava, ofrece un programa de estudios medioambientales de posgrado para árabes y judíos. La filosofía de Arava "es que el medio ambiente es un derecho de nacimiento compartido y una crisis compartido y una crisis cuya urgencia supera todas las diferencias políticas, culturales y económicas que dividen a la gente." Alan Tal, uno de los fundadores del Intituto Arava, se cuenta entre los pocos ecólogos israelíes que se han atrevido a abordar un tema tabú: "nuestra tierra está abarrotada. Puede que los futuros historiadores identifiquen el actual callejón sin salida como una de las mayores tragedias de Israel." Según Tal, la cuestión demográfica llegó a un punto muerto a causa de las subvenciones a las familias ultraortodoxas por tener más hijos: "La población es la base de todo. Si no la abordamos pronto, será demasiado tarde. Seremos ecológicamente estériles y socialmente insostenibles." Una de las razones por las que se niega o no se cuestiona la amenaza de la superpoblación, es el optimismo tecnológico que se respira en Israel. Los ecólogos israelíes a menudo hablan de la llamada "falacia de los Países Bajos": "el hecho de que tantos holandeses en un territorio tan densamente poblado tengan un nivel de vida tan alto no prueba que los seres humanos puedan prosperar en un entorno esencialmente antinatural y artificial." Si alguna vez, Israel o Palestina tuvieran que ser autosuficiente, tendrán que afrontar "numerosas necesidades humanas, así como el hecho de que los humanos dependen de otros seres vivos, que requieren suelo y agua suficientes para prosperar". ¿Estarán preparados? ¿Serán conscientes?

Antes de dejar a Israel y Palestina, Alan Weisman se planteá una última pregunta:
"Si una población sostenible para la Tierra resulta ser menor que los más de 10000 millones hacia los que nos encaminamos, o incluso menor que los 7000 millones, que ya sumamos, ¿cómo diseñamos una economía de cara a una población menguante y luego de cara a una población estable; esto es, una economía que pueda prosperar sin depender de un crecimiento constante?" Esta última pregunta, la deja en el aire.
La cuenta atrás Alan Weisman
 

13 de agosto de 2014

Descripción de La cuenta atrás de Alan Weisman

La Cuenta atrás ¿Tenemos futuro en la tierra? de Alan Weisman está editado por Debate en 2014. Contiene 602 páginas. El libro se estructura en diferentes apartados: un índice, el cuerpo del libro- 5 capítulos con subcapítulos-, un epílogo, agradecimientos, una bibliografía y un índice alfabético.
La cuenta atrás de Alan Weisman