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7 de julio de 2015

Pankaj Ghemawat: "El mundo no es plano."

Pankaj Ghemawat habla sobre el grado de globalización en el que estamos - o no- sujetos. Cuestiona la afirmación "el mundo es plano" de Thomas Friedman y que vivamos en un único mundo global: "Las fronteras nacionales aún importan." También, porque es importante ser precisos al hacer este tipos de afirmaciones. 


6 de julio de 2015

Vídeo presentación del Mundo 3.0. La prosperidad global y las vías para alcanzarla.

Es un vídeo promocional de la IESE Business School del libro de Pankaj Ghemawat Mundo 3.0. La prosperidad global y las vías para alcanzarla- en inglés, World 3.0. Global Prosperity and How to Achieve it-. El vídeo gira entorno a 4 cuestiones: 1) What does world 3.0 mean? 2) World 3.0 for Governments, businesses and individuals. 3) An antidote to the fears of Globalization. 4) A World 3.0 Perspective in Business. 


3 de julio de 2015

Globalización, semiglobalización y antiglobalización para Pankaj Ghemawat

El Mundo 3.0. La prosperidad global y las vías para alcanzarla. se detiene en cómo los fallos de mercado afectan a los procesos de integración y de regulación de los mercados transfronterizos. Estos fallos de mercado- pérdidas de trabajo, degradación medioambiental, volatilidad macroeconómica y desequilibrios comerciales y de capital- podrían mitigarse a través de una mayor integración y regulación de los mercados. Detrás de esta creencia, existe un compromiso favorable a una creciente globalización que traería consigo una mayor prosperidad global. Pero, como reconoce Pankaj Ghemawat, "vivimos en un mundo semiglobalizado, aún estamos muy lejos de un 100% de globalización." También, apunta la existencia de diferentes concepciones o visiones del mundo- el Mundo 0.0, 1.0, 2.0 y 3.0- acerca cómo nos enfrentamos al mundo. La globalización estaría unida al Mundo 2.0, la semiglobalización se identificaría con el Mundo 3.0 y la antiglobalización reinvidicaría la vuelta al Mundo 1.0. Pankaj Ghemawat apuesta decididamente por la semiglobalización porque puede conducirnos a mayores cuotas de prosperidad económica y social y de un mayor enriquecimiento cultural a nivel global.

¿Qué es la globalización, la semiglobalización y la antiglobalización para Pankaj Ghemawat? En primer lugar, vivimos en un mundo que no está globalizado al 100%. Por tanto, estamos en un mundo semiglobalizado donde las diferencias - culturales, económicas, administrativas o geográficas- y las distancias entre o dentro de los países son aún importantes. En otras palabras, existen fronteras. Los partidarios de la globalización niegan la existencia de fronteras, tanto internas como externas, y, consecuentemente, creen que "el mundo es plano." Los detractores de la globalización defienden el regreso al Mundo 1.0. con fronteras nacionales y vuelta a un mercado local o regional frente a los mercados globales. En medio de esta disputa encontramos la propuesta de Pankaj Ghemawat a favor de la semiglobalización. En segundo lugar, la integración y regulación de los mercados globales están en el punto de mira en los procesos de globalización. Pankaj Ghemawat cuestiona la existencia de unos mercados globales, plenamente integrados, como afirmaban los partidarios de la globalización. Existen mercados semiglobales con una integración global parcial, y no total, de los mercados. Los antiglobalización se oponen frontalmente a los mercados globales y piden el regreso a los mercados nacionales. Respecto a la necesidad de regular los mercados, los partidarios de la globalización sostienen que no debe haber una regulación - o bien debe ser escasa-  para facilitar el correcto funcionamiento de los mercados. El papel del Estado debe reducirse al máximo, facilitando la integración de los mercados. Los antiglobalización defienden la recuperación de la capacidad reguladora del Estado, especialmente, en relación a los fallos de mercado que se producen como consecuencia de la falta de regulación de los mercados. La semiglobalización asume tanto la integración como la regulación de los mercados. Pone más énfasis en la integración y menos en la regulación. Aunque remarca la necesidad de la regulación de los procesos de integración de los mercados transfronterizos. Especialmente, aquellos procesos de regulación que pueden evitar fallos de mercado.

26 de junio de 2015

Nosotros y ellos en el Mundo 3.0.

En este último capítulo del libro, Nosotros y ellos en el Mundo 3.0., Pankaj Ghemawat habla "cómo replantear nuestras propias relaciones con el resto del mundo." La posibilidad de "ganancias adicionales" derivadas del hecho de abrirse depende de la tolerancia a la apertura. Desafortunadamente, como afirma el autor, aún estamos muy lejos de abrirnos a los demás: "En realidad, como sugiere este capítulo, la distancia moldea nuestra emociones y relaciones personales mucho más de lo que habitualmente pensamos. Como han advertido los filósofos desde tiempos inmemoriables, tenemos una propensión a relacionarnos, confiar y preocuparnos más por aquellas personas que están más próximas a nosotros: a medida que la distancia aumenta la capacidad de conexión entre los seres humanos disminuye." Precisamente, reconocer esa sensibilidad a la distancia y reducirla es un paso importante "para tomar más conciencia de los beneficios que aporta el Mundo 3.0."

La noción de sensibilidad a la distancia apareció en la obra del filósofo estoico, Hierodes, antes que fuera recogida por el físico Isaac Newton en su ley de la gravedad universal.
El término que mejor describe la distancia, que Hierocles deseaba que redujéramos, es la distancia psíquica. La distancia psíquica se refiere a la distancia subjetiva o percibida entre dos personas, es decir, "no a una distancia objetiva y real, aunque los investigadores con frecuencia la han analizado en función de parámetros objetivos." Su campo de acción se ha ampliado, "hasta el punto de que llega a incluir al menos las dimensiones económica y cultural del marco CAGE, incorpora con frecuencia también las diferencias administrativas y en ocasiones, añade incluso los factores geográficos."  Pankaj Ghemawat prefiere reducir todas las dimensiones CAGE a una única categoría de distancia: el grado de desapego emocional o compasión mantenido hacia una persona, un grupo o un lugar. Según el autor, nuestro compromiso hacia los otros, depende de la confianza, por un lado, y la compasión o la preocupación por los demás, por otro lado. Ambas dependen de la distancia. Respecto a la confianza, las relaciones bilaterales entre dos países disminuyen o aumentan con la "distancia geográfica, lingüística, religiosa, genética y somática", como también con otros factores como la capacidad de ingresos o el historial de guerras; El aumento de la confianza en las relaciones bilaterales entre dos países pueden aumentar el comercio, la inversión directa o la inversión de fondos. Respecto a nuestra capacidad para sentir compasión o preocuparnos por los demás, depende de la cobertura informativa de los desastres naturales: "al tiempo que es supervisado por la organización que nos proporciona las noticias, está presumiblemente sintonizada con nuestra voluntad de mostrar interés." Un estudio que analizo más de 5 mil desastres naturales sugiere que, desde el punto de vista de la cobertura mediática, la contabilidad de las muertes tiene un valor diferente: "cada muerto europeo valía 3 sudamericanos, 43 asiáticos, 45 africanos o 90 habitantes de las islas de Pacífico." Esta diferencia en la voluntad de prestar ayuda también se confirma cuando comparamos la aportación a los pobres nacionales con la aportación al desarrollo destinado al resto de los pobres del mundo. Según un informe de la OCDE, los 14 economías más desarrolladas gastaron más- 35.000 veces- en ayudas por cada persona pobre de su país que por cada extranjero pobre. ¿Por qué sucede este hecho? Para Pankaj Ghemawat es porque nuestras simpatías se muestran más sensibles a la distancia,"es decir, localizados, cuando se trata de la preocupación por los demás(cobertura informativa) y, especialmente, de ayuda."

Llegados a este punto, qué deberes y obligaciones tenemos para con personas que se encuentran a diferentes distancias de nosotros. Pankaj Ghemawat propone diferentes actitudes mentales que corresponden al Mundo 0.0., 1.0., 2.0. y 3.0., es decir, el comunitarismo, el nacionalismo, el cosmopolitismo y el cosmopolitismo enraizado, respectivamente. Se centra, principalmente en estas últimas mentalidades: el cosmopolitismo convencional relacionado con el Mundo 2.0. que aspira a un estado donde la distancia no tiene importancia y el cosmopolitismo enraizado con el Mundo 3.0. que reconoce la importancia de la distancia y "también su carácter esencialmente egocéntrico." Aquello que está cerca y lo lejos de nosotros depende de quiénes somos y dónde estamos. Empecemos por el cosmopolitismo convencional del Mundo 2.0. El proyecto cosmopolita es el que articula Hierocles: "trazar los círculos juntos de alguna manera hacia el centro." La filósofa Martha Nussbaum muestra una visión más contemporánea del cosmopolitismo. Define a un cosmopolita como "la persona cuya lealtad se debe a la comunidad mundial de seres humanos." Los auténticos cosmopolitas se esfuerzan por romper ese vínculo entre "los límites políticos y las opciones que la gente tiene en la vida, y centran sus esfuerzos en aliviar las condiciones vigentes en los países más pobres teniendo en cuenta la magnitud de las carencias económicas que allí existen." El filósofo Peter Singer ofrece un fundamento lógico al cosmopolitismo convencional a través de una imagen: el "estanque poco profundo." ¿De qué se trata? Lo describe así: "si uno ve que un niño se está ahogando en un estaque poco profundo y puede salvarlo sin ningún riesgo para la propia seguridad, sin más inconveniente que mojar y ensuciarse la ropa, debería saltar literalmente al rescate de ese niño." Por extensión, dado que aún existen situaciones críticas en el mundo, no deberíamos pensar en ninguna otra cosa hasta que esas necesidades básicas estuviesen satisfechas. El problema que plantea la imagen del estaque poco profundo, es que, seguramente, es un pozo sin fondo. Las dificultades son dos. Primero, el correspondiente a la ayuda, "nos percatamos de que el reto de una igualdad absoluta es sin duda muy inquietante." Segundo, concentramos nuestra energía en ayudar a personas muy pobres, que se encuentran muy lejos de nosotros, no coincide con la psicología del Mundo 0.0. y 1.0. que enfatizan la obligación de ayudar a la gente que está más cerca de nosotros. Al abordar esta problemática, otro filósofo, Kwane Anthony Appiah, "hace hincapié en las obligaciones locales además de las obligaciones hacia aquellas muy lejos de nosotros." La postura de Appiah es que tenemos obligaciones para con los extranjeros y también obligaciones con personas y comunidades que están próximas a nosotros. Appiah sugiere que "las conexiones profundas con personas y lugares específicos son necesarias para desarrollar una capacidad individual a fin de poder vivir una vida cosmopolita." El cosmopolitismo enraizado del Mundo 3.0., reconoce que el beneficio, que se obtiene de prestar atención ayuda a los demás es muy grande, especialmente, en los países más pobres. Responde a la ley de Zipf, "el principio de que se necesita más energía para conectarse con aquellas personas que se encuentran lejos que con los que están cerca de nosotros." A esto, añadir, según el autor, el hecho de que, "cuando intentamos ayudar a gente a quién no entendemos bien, el mal que hacemos es mayor que el bien que intentamos hacer." En el cosmopolitismo enraizado lo que debemos hacer y dónde hacerlo depende de dónde venimos y qué es lo que pretendemos conseguir. Para poder vivir el cosmopolitismo enraizado es necesario "que cambiemos nuestra propia predisposición mental" según Pankaj Ghemawat.

Pankaj Ghemawat describe tres etapas o pasos progresivos para relacionarse mejor con los demás a través de la distancia: conciencia, conocimiento y altruismo. En las tres etapas, se centra en cómo comprometerse con los otros y, en última instancia, aumentar la compasión con las personas que están lejos. Cada uno de estos componentes- conciencia, conocimiento y altruismo- serán necesarios para el desarrollo del cosmopolitismo enraizado.

El primer paso a dar es ser consciente. ¿A qué se refiere Pankaj Ghemawat? Se refiere a la falta de conocimiento acerca de nuestro país en el extranjero, que podría esperarse que fuese superior al conocimiento que tenemos acerca de los países extranjeros. Muchos ciudadanos disponen de información errónea sobre la participación de su país en el exterior. Y tienen unos conocimientos limitados de los países extranjeros. Aparte de averiguar sobre lo que sabemos o deberíamos saber más sobre los demás, "parece incluso más útil revisar cómo podríamos ser más conscientes de ello." Pankaj Ghemawat propone una herramienta- El protocolo de Actitud Global(GAP)- sobre nuestro grado de conocimiento sobre otros países y otras culturas. Con esta herramienta podemos conocer cuál es nuestro conocimiento acerca de otros países y otras culturas, es decir, si "somos razonablemente cosmopolitas y estamos relativamente bien informados." Como concluye el autor: "incluso aquellas personas que tienden a pensar que son relativamente urbanas, globales o sofisticadas, a menudo carecen de la clase de apertura que Lippman tenía en mente. La tecnología puede ayudarnos a aprender cosas acerca de pueblos y lugares remotos y a conectarnos con ellos, pero llegar a entender realmente a personas que se encuentran muy lejos de nosotros requiere a menudo que nos traslademos allí mentalmente y, si es posible, físicamente."

El segundo paso, después de la conciencia, es el nivel de conocimiento. El conocimiento requiere que se establezca algún tipo de intercambio entre personas. También, contactos y un compromiso a lo largo del tiempo. Para que se desarrolle la confianza, para posteriormente exista compasión, debe producirse una interacción entre personas de forma permanente. Para ampliar el conocimiento puede hacerse a través de: "Para muchas personas, un punto de partida más práctico es centrarse en aprender detalladamente todo lo relativo a un país o región extranjeros: conocer todo su historia y geografía y qué es lo que revelan sobre sus lazos con otros lugares; entender sus distancias internas y externas, e intentar empatizar con los problemas que la gente debe afrontar allí y recordar que, incluso en aquellos lugares que parecen idílicos desde lejos, la gente real que los habita tiene problemas concretos que merecen un respeto. Luego anima este contexto a través de la interacción y viaja con gente real, no sólo una vez, sino durante un período prolongado. "

Para alcanzar un cosmopolitismo enraizado, además de conciencia y conocimiento, se requiere un tercer componente, el altruismo. El altruismo nos ayuda a comprender a otras personas que están a una cierta distancia física y psicológica. La secuencia de conciencia- conocimiento- altruismo tenía como objetivo ayudarnos a avanzar en la dirección de abrirnos al resto del mundo. Nuestra atención debe ir dirigida a reducir la distancia interna a nivel individual, "en lugar de hacerlo a los niveles de país o negocio." ¿Por qué es necesario esta apertura? ¿Qué nos aporta? En primer lugar, "contiene numerosas atracciones posibles a nivel individual." Las personas biculturales/triculturales tienen el potencial de servir como conectores útiles "en organizaciones que cruzan las fronteras y salvan las distancias." Las "experiencias transfronterizas" contribuyen a enriquecer a las personas independientemente de los beneficios económicos y/o materiales. En segundo lugar, si un número suficiente de personas amplía su capacidad de empatía se podría hacer frente a una serie de desafíos: "la amenaza del proteccionismo, las oleadas de sentimiento antiinmigración, las tensiones en las relaciones entre Estados Unidos y China, el riesgo de que los más pobres entre nosotros, particularmente en África, puedan quedar aún más rezagados, etc." Aunque estos desafíos pueden acabar desapareciendo, la necesidad de promover más "compromiso y compasión transfronteriza" estará allí. De ahí, que hemos de estar atentos a un regreso al Mundo 0.0. o al Mundo 1.0. Puesto que podríamos regresar a ellos en cualquier momento. Por otro lado, la cooperación global puede ayudar a la apertura hacia los otros.

Durante el transcurso del libro, Pankaj Ghemawat ha propuesto un cambio de actitudes de los lectores respecto a la globalización: "a liberarse de los mitos que producen una enorme cantidad de orientaciones erróneas, a entender sus beneficios y costes auténticos y a que presionen para conseguir una mayor apertura y un poco de regulación, pero sólo en la medida de lo necesario." Construyendo puentes de diálogo "a través de la distancia cultural, administrativa, geográfica y económica." para llegar a liberar todo el potencial del Mundo 3.0. Finaliza el autor, afirmando: "Cuando conquistamos los miedos irracionales y no permitimos que se disparen los excesos de los errores del mercado, podemos salir al mundo y mejorar las posibilidades para nosotros y el resto de la humanidad. Y esta visión es la promesa del Mundo 3.0."

pankaj ghemawat Mundo 3.0.

19 de junio de 2015

Los negocios en el Mundo 3.0.

Los directivos de empresa tienden a situarse entre los defensores del Mundo 2.0. "debido a las aparentemente ilimitadas oportunidades de beneficios que promete." Pero, cuando se estrellan contra la semiglobalización, "los resultados son decepcionantes". Entonces, Pankaj Ghemawat propone para las empresas "pensar diferente". ¿En qué consiste "pensar diferente"? "No sólo pensar de otro modo, sino pensar diferente en el sentido de volverse más sensible a las diferencias locales y acogerlas con auténtico entusiasmo." Para la mayoría de las empresas, pensar diferente implica reestructurar su estrategia global empresarial. Superar la mentalidad del Mundo 2.0, en la que se subestima las diferencias y en la que se falta el respeto a la soberanía de los países, es crucial para encauzar esta reestructuración. El cambio hacia una mentalidad Mundo 3.0. puede ayudar a no cometer estos errores. Si las empresas respetan las diferencias, "mejorarán su rendimiento de manera que también contribuirán mejor a la sociedad en general, promoviendo un clima de mayor confianza y seguridad que pueda allanar el camino hacia una mayor integración." Es fundamental elaborar una estrategia global empresarial que esté en consonancia con "una persistente semiglobalización y con la ley de la distancia." 

Es poco improbable que desaparezca las diferencias entre los países. En primer lugar, la crisis económica ha acelerado el cambio hacia mercados emergentes, especialmente asiáticos. En segundo lugar, los gobiernos están participando más activamente en las economías nacionales. Y, en tercer lugar, el proteccionismo sigue ahí. Y, puede utilizarse. Las prioridades de los empresarios deberían ser un mayor control sobre las diferencias entre países y las distancias entre ellos. La exploración de las diferentes clases de distancia y de las diferencias entre países debe hacerse bajo el marco CAGE.

Reconocer las distancias y las diferencias entre los países supone no adoptar un enfoque imperialista "para globalizar los negocios." Abandonar este enfoque es dejar de expansionarse "buscando extender su esfera de acción a todos los rincones del mundo y engullendo en el proceso la mayor cantidad posible de activos extranjeros." La globalización conlleva riesgos cuando acumulas activos. También, es poco probable que consideremos la ubicuidad- competir en todas partes- como un objetivo en sí. A medida que las empresas se vuelvan más conscientes y más sensibles de las diferencias entre países y se alejan de una mentalidad basada en el crecimiento. Evitar el imperialismo del mercado coincide con otros cambios estratégicos en la expansión global que pase y no se limite "a esperar a estallar allí y dominar, ni tampoco pueden prosperar persistiendo en la práctica de dirigirse a las élites locales y urbanas. Estas empresas, en cambio, necesitarán prestar atención seriamente a los competidores locales y pensar en extender su presencia a las ciudades secundarias." Frenar este menosprecio hacia "esas escalas menores de mercado", puede ayudar a contener el proteccionismo y reforzar el apoyo a una mayor integración del mercado. Prescindir del imperialismo de mercado puede redundar en la mejora de la reputación de las empresas.

Redefinir la globalización a través de la adopción de tres tipos de estrategias: estrategias de adaptación, estrategias de agregación y estrategias de arbitraje para hacer frente a un mundo semiglobalizado donde las diferencias aún son importantes. ¿En qué consisten estas estrategias? Las estrategias de adaptación intentan adaptarse a las diferencias a través de los países. Las estrategias de agregación tratan de superar las diferencias entre los países para conseguir economías de escala que se extiendan por las fronteras nacionales. Y, las estrategias de arbitraje buscan explotar las diferencias. Las tres triples estrategias AAA, teniendo en cuenta su orientación centrada en las diferencias, son un conjunto de estrategias aplicables a las empresas en la definición y en la dirección hacia un Mundo 3.0.

Las empresas deben modelar también las distancias y los flujos dentro de las fronteras nacionales. Muy específicamente, 4 tipos de flujos: productos, personas, información y capital. Con la finalidad de "pensar en términos tanto de la reconfiguración  de las distancias internas entre o dentro de los países como ajustar la facilidad o dificultad con la que pueden recorrerse." Las empresas están reduciendo la distancia interna en el ámbito de la producción mediante la adaptación de la automatización de las diferentes fábricas en los países, especialmente, de salarios bajos. Esta baja automatización- desautomatización selectiva- también "dice algo acerca de cómo están cambiando los flujos de innovación y conocimiento." Debería dejarse atrás, el modelo de "primero en casa" que las multinacionales han utilizado para "organizar la innovación." La innovación para los mercados emergentes debe ir de la mano de un modelo de negocio diferenciado de los mercados tradicionales de las multinacionales.

Respecto al I+D+I debe relacionarse con la formación de las personas y las estrategias de mercado. La mano de obra está creciendo en los mercados emergentes y se prevé que habrá déficits de ingenieros y personal técnico. De manera que muchas empresas trasladan su I+D a los mercados emergentes. A esos cambios, añadir que la mayoría de los directivos de empresas suele ser del país de origen o bien no saben cómo sacar partido a la red de comunicaciones. Las empresas podrían aprovechar más la tecnología para mejorar la comunicación interna de las empresas. El avance más significativo, será el cambio en el centro de gravedad de las grandes empresas hacia los mercados emergentes más importantes. En resumen, los directivos de empresa necesitan prestar más atención a la distancia interna entre y dentro de los países y asegurarse que "las organizaciones y operaciones se configuren de manera que apoyen las estrategias de sus compañías."

Pensar más allá del mercado. Si existen fallos de mercado en el Mundo 3.0., "las compañías necesitan asumir una visión más amplia de las implicaciones que tienen sus acciones para la sociedad en su conjunto." La crisis económica ha contribuido a deteriorar la reputación de las empresas. La mayoría de la población considera que las empresas no contribuyen al bienestar de la sociedad. Esta desconfianza puede alentar el proteccionismo y llevarnos de vuelta al Mundo 1.0. El proteccionismo "florece cuando la confianza en los negocios asume una creciente importancia considerando el valor que tiene impulsar la apertura." La falta de reputación puede llegar a ser letal para las empresas. Deben volverse hacia la comunicación, "en lugar de colocar los mercados en un pedestal." Las empresas deben ser sensibles hacia las diferencias "reguladoras, legales, políticas, sociales y culturales" de los países. Los líderes empresariales deben influir a favor de una mayor apertura a los mercados "de una manera creíble en los actores ajenos" a estos mercados. Además, los negocios deben dirigirse al público en general. Deberían priorizar cómo responder a las preocupaciones sociales y ambientales, incluyendo aquellas relacionadas con la globalización.

Si los gobiernos implementan políticas favorables a los negocios, la posibilidad de alcanzar una mayor prosperidad es "una perspectiva real." La mayoría de las empresas tienen un largo recorrido antes de llegar al Mundo 3.0. Deben dejar atrás, "mapas mentales limitados y una retórica basada en el Mundo 2.0." Deben guardarse la tentación de volverse hacia atrás y replegarse al Mundo 1.0.





15 de junio de 2015

Hacia el Mundo 3.0

Con este capítulo, hacia el Mundo 3.0, iniciamos la tercera parte del libro Mundo 3.0 de Pankaj Ghemawat. En esta tercera parte del libro, las opciones, se va a centrar básicamente en el desarrollo de la cosmovisión del Mundo 3.0. En otras palabras, cómo se concibe los países y los negocios en el Mundo 3.0, nuestra relación con los otros, y cómo llegar a ese Mundo 3.0. En este capítulo, hacia el Mundo 3.0, vamos a explorar más sobre el Mundo 3.0, centrándonos en una serie de debates entorno a las dimensiones del Mundo 3.0, relacionadas con la integración transfronteriza "porque es en ella donde parecen residir los beneficios potenciales", y con la regulación. Además del diseño de mapas mentales del Mundo 3.0 que nos permita navegar por él y resulte útiles a países, negocios o individuos.

Hasta ahora, se ha explorado los beneficios potenciales de una mayor apertura económica así como los problemas de la globalización. En el transcurso de este capítulo, se va a hablar sobre el debate "acerca de la regulación y el modo en el que ha sido y no ha sido globalizado" entre la Escuela de Harvard y la Escuela de Chicago. Por su parte, Pankaj Ghemawat ofrece seis propuestas de cómo gestionar la regulación de los mercados y su integración transfronteriza.

El reconocimiento de los fallos del mercado y de los problemas que la concentración podría provocar ha dominado durante décadas las discusiones de la política pública en Estados Unidos. En el tablero, estaban dos escuelas de economía enfrentadas: la Escuela de Harvard y la Escuela de Chicago. La Escuela de Chicago creía en "la eficacia del libre mercado como un medio de organizar los recursos, y mostrarse escépticos con respecto a la intervención del Estado en los asuntos económicos." El gobierno debía fijar y sostener "un índice de crecimiento estable del suministro de dinero" y hacer cumplir los derechos de propiedad. No debía tocar la economía. En el ámbito de la microeconomía, la Escuela de Chicago estaba más preocupada por los costes de los fallos de mercados y por las distorsiones del mercado impuestos por los gobiernos, que por los fallos de mercados en sí y por la regulación de estos últimos. En cambio, la Escuela de Chicago estaba preocupada por los fallos de mercado y defendía la intervención del gobierno para corregir esos fallos porque podrían persistir sino se intervenía. La Escuela de Chicago muestra una tendencia favorables a los negocios mientras que la Escuela de Harvard muestra interés por el consumidor. Era favorable a contemplar las intervenciones del gobierno "como una forma de controlar los negocios, especialmente los grandes, y Chicago no."

En la segunda parte de este libro, Pankaj Ghemawat analiza "las respuestas reguladoras y no reguladoras a una variedad de miedos y fallos de mercado, centrándose en la gestión de los efectos de más integración transfronteriza." El objetivo no era sólo realizar recomendaciones sino también explorar el nexo de unión entre los fallos del mercado y la integración de los mercados. En este capítulo, Hacia el Mundo 3.0., Pankaj Ghemawat presenta 6 propuestas "acerca del nexo entre los  miedos y los fallos del mercado y la integración del mismo, unas propuestas relativas a cómo gestionar el Mundo 3.0." Estas propuestas son:
1- Los miedos y fallos del mercado deben ser incorporados a los análisis de la integración. Hay que tomarse en serio los miedos y fallos del mercado en el análisis de la integración transfronteriza.
2- La integración transfronteriza de los mercados ayuda a menudo a corregir los fallos del mercado en lugar de combinarlos. Esta propuesta asocia la integración transfronteriza con la desregulación, y, consecuentemente se preocupa por los fallos del mercado relacionados con la globalización. Una mayor apertura puede sustituir la regulación de los mercados.
3- La integración tiene un efecto insignificante sobre los fallos del mercado y no debería ser restringido.
4- Cuando la integración amenaza con agravar los fallos del mercado, hay que mezclar y combinar políticas para intentar preservar algunos de los beneficios de abrirse al tiempo que se atenúan los efectos adversos.
5- La sensibilidad a la distancia está inversamente relacionada con las iniciativas integradoras y reguladoras.
6- Las grandes oportunidades de integración las podemos encontrar tanto dentro de las fronteras nacionales como a través de ellas.

Pankaj Ghemawat Mundo 3.0

8 de junio de 2015

Séptimo fallo de mercado en la integración transfronteriza: la homogeneización global

En el anterior capítulo, la opresión global, se ha expuesto los miedos políticos sobre la globalización. En este capítulo, la homogeneización global, vamos a hablar de los miedos culturales sobre la globalización. 

La globalización se percibe "como una invasión de la cultura consumista estadounidense homogeneizada que parte por la mitad las culturas locales auténticas." Sin embargo, Pankaj Ghemawat matiza esta afirmación: "Hasta cierto punto, puede que en las últimas décadas las barreras culturales nacionales hayan caído, pero siguen siendo extremadamente importantes, y seguirán siéndolo. Y no sólo hablamos de gastronomía y ocio, sino también de aspectos culturales profundos que en su aspecto más positivo hace de nuestro hogar un lugar de comodidad y pertenencia, y en el más negativo se traducen en parroquialismo, etnocentrismo y racismo." La mentalidad del Mundo 2.0 tiende a igualar la globalización mediante la homogeneización o la convergencia cultural. Por contraposición, a la del Mundo 3.0, en el que las culturas no convergen pero tampoco son totalmente impermeables. Obviamente, puede existir casos donde una creciente apertura sí puede representar una amenaza cultural. Pero, también deja claro que la resistencia cultural a la apertura refleja más un miedo "a lo extranjero" que un análisis de sus costes y beneficios culturales. 

Estudios sistemáticos han revelado "la resistencia de las diferencias culturales." Aunque la modernización ha significado un enorme cambio cultural, "los valores subyacentes siguen permaneciendo intactos." Los valores tradicionales también pueden surgir incluso después de que la modernización, la globalización y el desarrollo económico parezcan haberlos eliminado. Los detractores de la globalización señalan la destrucción de las culturas tradicionales y la imposición de la homogeneización: "Los nacionalistas europeos temen a los burócratas de Bruselas, que se supone que están arrinconando las culturas nacionales para favorecer una identidad europea. Los europeos, los nacionalistas islámicos y otros temen a las culturas nacionales hegemónicas, en especial la de Estados Unidos. Muchos anticorporacionistas que creen en el Mundo 1.0 temen a las multinacionales como Coca-Cola o Mc Donald's, aduciendo que intentan seducir a los consumidores para que adopten un único estilo de vida global, superficial y muy poco saludable. Y de forma tal vez más amplia, los teóricos poscolonialistas temen que los conceptos y las costumbres occidentales estén ejerciendo una especie de poder imperialista marginando tras una máscara de universidad." Pero, para Pankaj Ghemawat detrás de estos "villanos", que están detrás de la crisis y decadencia de las culturas tradicionales o nacionales, se esconde otra cosa: "Europa, como observamos en el capítulo anterior, quizá se ha unido más en los últimos años, pero la unificación ha engendrado también contramovimientos separatistas locales en lugares como Kosovo y Cataluña. Y a pesar de todo su supuesto poder, el consumismo impulsado por las grandes corporaciones, el imperialismo cultural y la homogeneización han demostrado distar mucho de resultar aplastantes." Aunque, con la apertura de las fronteras, ciertamente el imperialismo cultural y la homogeneización son visibles hasta cierto punto, no son ni de lejos "tan pronunciados como creen los detractores de la globalización."

¿Qué beneficios y pérdidas culturales trae la globalización? Empecemos por los beneficios. Existen importantes beneficios culturales si nos abrimos al mundo. Tyler Cowen ha sugerido como el intercambio cultural ha fomentado la innovación cultural, "multiplicando el número de posibilidades culturales disponibles." ¿Cuáles son esas estrategias de innovación cultural? Básicamente, habla de 4: la inspiración, la mezcla, el trasplante más adaptación y la transnacionalización de culturas. Más allá de la innovación cultural, la apertura aporta otros beneficios como la difusión de nuevas tecnologías, conocimientos e ideas. En un contexto cultural, la difusión ayuda a conservar "lo que se está difundiendo." Respecto a las pérdidas culturales. La apertura parece exponer a ciertas culturas a la extinción,"en especial las pequeñas y económicamente marginales que suelen existir a nivel subnacional." Pero hay aspectos de las culturas amenazadas que pueden ser "más robustos que otros" como la gastronomía y la música que tienen "el potencial de alcanzar un estatus de nicho, contribuyendo, aunque sea en una escala muy pequeña, a la variedad de opciones variables. En tales casos, ciertos tipos de conexiones con el mundo exterior- por ejemplo, el comercio- pueden ayudar a preservar o incluso a revitalizar una cultura tradicional." La lengua es más difícil "porque está sujeta a externalidades de red, de modo que su valor cae rápidamente a medida que lo hace su número de hablantes." En resumen, la globalización aporta tanto beneficios como pérdidas culturales que deben ser sopesadas con detenimiento. Y, como concluye Pankaj Ghemawat en una parábola, "en la literatura sánscrita encontramos el cuento de una rana que vivía dentro de un pozo y que no había salido nunca de sus límites. Dicho de otro modo, toda la visión del mundo de la rana tenía que ver con el pozo, y desconfiaba de la vida en el exterior. Esta parábola con moraleja sugiere que la reclusión nos empobrece como seres humanos y que tener una visión más amplia del mundo es intrínsecamente enriquecedor." Y añade: "vale la pena que la diversidad y la diferencia se alimenten por derecho propio."

A pesar de los beneficios potenciales del intercambio cultural, la mayoría de nosotros tenemos preferencias culturales que no van a desaparecer por efecto de la globalización. Estas preferencias culturales son el resultado de "diferencias en valores" difíciles de cambiar. Encontramos países con poco sentimiento de superioridad cultural, y otros que tienen una fuerte percepción de superioridad cultural y miedo a los extranjeros. ¿Cómo se traduce estos datos? Si la gente piensa que su cultura es realmente superior, cabría esperar que no sintieran la necesidad de protegerla. El bienestar económico así como la (in)seguridad cultura influyen en esta percepción. Es difícil analizar directamente el miedo a los extranjeros y a sus culturas, pero lo podemos hacer indirectamente observando los niveles de confianza. La confianza cae cuando el índice GINI de desigualdad económica y la corrupción, crecen, y aumenta cuando las tasas de crecimiento económico, gasto en educación o niveles de democracia, crecen. Podemos conocer el nivel de confianza en los extranjeros a través de observar la "geografía de la confianza." ¿Cómo? Mediante las encuestas del Eurobarómetro, que miden la confianza entre los ciudadanos de distintos países, en especial dentro de Europa. Se realizan encuestas en dieciséis países de Europa Occidental que preguntaban a los ciudadanos si confiaban mucho en sus conciudadanos, en los ciudadanos de los otros quince países, y en los de algunos países del Este, Japón, Estados Unidos y China. Al pensar en la confianza, resulta útil ir más allá de la confianza en "nuestros conciudadanos" y en los extranjeros. La confianza puede estar sujeta a la ley de la distancia, como sugiere Pankaj Ghemawat, "en los términos del marco CAGE, el resto de los países nórdicos están muy cerca de Suecia, e incluso los países europeos no nórdicos están mucho más cerca que los países no europeos de la muestra, que son Japón, China y Estados Unidos." Resulta interesante echar un vistazo qué países nos merece confianza y qué países, no. Comprobar los niveles de confianza, confirma nuestros sesgos culturales lo que tiene "implicaciones administrativas y económicas concretas." En función de cuánta gente puede confiar en gente de otros países afecta de manera considerable a las relaciones transfronterizas. Si los niveles de confianza se incrementan, puede aumentar el comercio, la inversión directa, en fondos y en capital riesgo "en un 100% o más, incluso después de tener en cuenta otras características de los 2 países."

Como hemos visto, existe una mayor confianza en los propios conciudadanos que en los extranjeros, "y que muchos manifiestan miedos culturales muy arraigados." El miedo a los extranjeros, o xenofobia, ha de tomarse en serio. La xenofobia pudo tener un componente adaptativo o de supervivencia: Este miedo a los extranjeros "como portadores de enfermedades es la base de calumnias como "alimaña judía" y "cucaracha tutsi", además de conceptos como "limpieza étnica" como eufemismo de genocidio." La teoría del juego también ofrece explicaciones a la xenofobia, favoreciéndola o bien inhibiéndola: "La teoría del juego ofrece también racionalizaciones de la xenofobia o, a la inversa, favoritismo hacia los miembros del propio grupo. Entre las explicaciones más simples está que las interacciones con compañeros del propio grupo es más probable que se repitan que no que sean únicas, lo que facilita una cooperación basada en la reciprocidad. En ausencia de ninguna otra restricción podría tener sentido aprovecharse de los extranjeros, basándonos en la suposición de que no los volverás a ver nunca más." Todas éstas son explicaciones de por qué nuestros sesgos culturales contra los extranjeros están tan arraigados y por qué han de ser tenidos en cuenta. Hoy en día, la xenofobia o el etnocentrismo no son útiles ni adaptativos.

Dicho esto, Pankaj Ghemawat identifica una serie de pasos concretos para reducir "el factor miedo y aplanar el camino hacia una mayor apertura en el Mundo 3.0." Entre estos pasos se incluye una mayor educación; disminuir y contrarrestar el discurso negativo de la prensa y del discurso político sobre la inmigración; fomentar el contacto interpersonal entre culturas; creación de una "identidad social cosmopolita global"; potenciar el entendimiento intercultural en países con potencial económico pero con relaciones políticas tensas; animar al sector privado a involucrarse en tender puentes entre diferentes culturas.

En resumen, este capítulo se ha centrado en el temor que la globalización pueda destruir las culturas tradicionales. Empezando por descartar una serie de aspectos negativos asociados a la apertura cultural. Y, como el proceso de apertura puede traer beneficios reales gracias al contacto con gente de otras culturas. Este capítulo concluye examinando como el avance de la globalización provoca efectos negativos- como la xenofobia- y cómo podemos contrarrestarlos mediante medidas que ayuden a neutralizarla.
Pankaj Ghemawat

18 de marzo de 2015

Primer fallo de mercado en la integración transfronteriza: la concentración global.

¿Cómo debería afectar el redescubrimiento de los fallos del mercado cuando contemplamos la integración transfronteriza de dichos mercados? En este capítulo del libro, la concentración global, se centra en uno de los fallos de la integración de mercado dentro del contexto de la globalización: el escaso número de competidores o la alta concentración del mercado. Tanto los partidarios como los detractores de la globalización "creen que la mayoría de las industrias están cada vez más dominadas por un número no reducido de competidores, a medida que los mercados están cada vez más integrados." Según Pankaj Ghemawat, "parte de la retórica sobre la globalización que supuestamente conduce a monopolios u oligopolios globales es, como veremos, exagerada." ¿Por qué preocupa tanto la concentración global? Un nivel alto de concentración puede perjudicar la iniciativa empresarial:
"¿ por qué intentar fundar una nueva empresa si mandan cuatro peces gordos?" Además, también preocupa la manera en la que la concentración empresarial puede afectar a la política. No hay pruebas claras de que la globalización lleve a una concentración industrial creciente. De hecho, la globalización parece fomentar una mayor competencia, no una mayor concentración. Y cuando se diagnostica un problema de concentración, la regulación suele ser "la respuesta política recomendada en vez de las restricciones de la competencia transfronteriza."

Uno de los sectores, "que para mucha gente personifica las grandes empresas globales", y, que se percibe una alta concentración global, es la industria del coche. En 2010, las seis principales compañías automovilísticas representaban el 50% de la producción mundial. En la década de 1970, eran cinco compañías, en 1950, dos, y sólo una, en la década de 1920. Parece que no encaja con una historia de una concentración. En la industria automovilística, la integración de los mercados ha intensificado la competencia en vez de reducirla, y, por tanto, favoreciendo una mayor concentración.

Si vamos más allá de la industria automovilística, ¿cómo de concentradas globalmente están las industrias? Pankaj Ghemawat pone en duda los niveles de concentración global en diferentes industrias: "En el año 2000, Ghadar y yo publicamos datos detallados de la concentración en tres industrias: la producción automovilística, la petrolera y la fundición de aluminio. Alegábamos que a pesar de la ferviente actividad de fusiones y adquisiciones en estos sectores, parecía haber un bombo exagerado sobre la consolidación global. Aunque las tres industrias parecían haber experimentado cierto incremento de concentración entre finales de los años 80 y finales de los noventa, esta tendencia parecía modesta en comparación con los grandes descensos de concentración experimentados por las mismas industrias desde principios de la década de los setenta y los todavía más grandes desde la segunda guerra mundial." Y continúa: "en un artículo de 2006, Ghadar y yo proseguimos añadiendo ocho industrias más a las tres que hemos comentado antes. Estas ocho fueron seleccionadas porque había datos de concentración global disponibles en términos de volumen de entre diez y quince años a lo largo de los años 80 y los noventa. De ellas, cuatro mostraban aumentos en la ratio de concentración en cinco empresas- bebidas carbonatadas, papel y cartón, cemento y acero-, y cuatro experimentaban descensos- líneas aéreas de mercancías, de pasajeros, cobre y mineral de hierro-. En conjunto, la concentración global en la muestra de once industrias aumentó ligeramente entre la década de los ochenta y finales de los noventa: del 35 al 38%. Pero, como en el caso de la automoción, los cambios desde los años ochenta quedaron muy ensombrecidos por los descensos presentados desde 1950 por las siete industrias, de las once, de las cuales teníamos datos. Llegamos a la conclusión de que el creciente bombo sobre la consolidación global no coincidía con los cambios reales en los niveles de concentración, y que a lo largo de períodos más amplios, la concentración parecía haber caído en picado." Podemos extraer la conclusión que el mundo no se dirige a una mayor concentración de las industrias sino más bien hacia una mayor diversificación global.

Mas allá de los cambios en la concentración global, ¿qué podemos encontrar? Cada vez menos competidores tendrán el control de los mercados como resultado de la integración. Esto significa  que debemos mirar más allá de los niveles de concentración global y "examinar cómo las nociones del Mundo 3.0 de las diferencias entre países y la sensibilidad a la distancia pueden ayudar en este aspecto. Así, en vez de observar solamente los cambios en los niveles de concentración de las diferentes industrias, debemos tener en cuenta dichos niveles y la distancia "puesto que las situaciones problemáticas son aquellas en las que el nivel de concentración es alta y los efectos de la distancia, bajos." También subrayan la necesidad de tener en cuenta "las múltiples dimensiones de la distancia a la hora de decidir si calcular la concentración a nivel global, regional o nacional." Desde el punto de vista de la globalización, la apertura afecta a la concentración industrial, a la competitividad y al mercado. Es importante porque la competitividad puede aumentar la concentración, "más que estar inversamente relacionadas."

Hemos empezado diciendo que la percepción sobre la concentración global, que tienen los partidarios como los detractores de la globalización, a medida que los mercados "se van volviendo más integrados", era falsa. Pankaj Ghemawat ha aportado pruebas que apuntan lo contrario: "aunque hay sectores que muestran un aumento de concentración global, otros muestran un descenso, lo cual deja los niveles medios de concentración más o menos iguales desde la década de los ochenta. Y si miramos todavía más atrás en el tiempo a las industrias de las cuales hay datos disponibles, aparecen declives muy pronunciados de concentración global desde 1950." Además, aunque la concentración global sea alta o vaya en aumento, eso no indica necesariamente una ausencia de competencia. La clave estaría en cómo la apertura va afectar a la competitividad y no sólo a la concentración. La integración transfronteriza intensifica la competitividad que se traduce en "mejoras en eficiencia de costes, calidad y diseño." Por otro lado, no debemos olvidar del papel que juega el gobierno en la intervención en el mercado para preservar la competencia, "ha de ir con mucho cuidado para no acabar convirtiéndose en la principal restricción a la misma." La apertura "no es parte del problema, sino una parte clave de la solución" como apunta Pankaj Ghemawat. Así, la apertura reduce la necesidad de regulación. Cualquier problema de concentración "en sectores muy sensibles a la distancia, puede corregirse generalmente dentro del ámbito doméstico." Este énfasis en la apertura diferencia el Mundo 3.0 del Mundo 1.0 y el énfasis en la regulación lo diferencia del Mundo 2.0: "adviértase el principio amplio de que, en el Mundo 3.0, el gobierno tiene funciones duales." Lejos de ser perjudicial, la globalización es en general "una gran ayuda a la hora de tratar con problemas de escasa concentración industrial."


20 de enero de 2015

La era de la semiglobalización según Pankaj Ghemawat

El estado actual del mundo es de semiglobalización para Pankaj Ghemawat. Por "semi" entiende como "parcial" y "no del 50%". ¿Cómo de parcial? Entre un 10 % y un 25 %. Eso queda muy lejos de la globalización total del Mundo 2.0. Estas exageraciones sobre el nivel de globalización del mundo "refleja una creencia sesgada sobre la globalización que puede ser peligrosa de varias maneras y que, por lo tanto, vale la pena desenmascarar." En el centro del debate está la disputa entre los partidarios del Mundo 2.0 y los del Mundo 1.0. Los defensores del Mundo 2.0 suponen que una mayor integración "incluía la coincidencia de gustos, el fin de la nación-Estado y la historia, la muerte de las distancias y, probablemente, la estrella de todos ellos, el allanamiento de la Tierra, basado en la visión del periodista Thomas Friedman." En el otro extremo, está los partidarios del Mundo 1.0, que llaman a la resistencia contra "el gobierno internacional de las corporaciones multinacionales y sus marcas, defienden la interrupción de las cumbres del G20." Creen que el Mundo 2.0 ya está aquí o a punto de "instalarse". Ha contribuido a esta visión apocalíptica la obra de Thomas Friedman. Este autor con su obra The World is Flat ha influenciado a la opinión pública, sosteniendo que el mundo es plano, carece de fronteras y distancias. A pesar de ello, aún queda mucho para la integración transfronteriza como veremos a continuación.

Entonces, ¿cuál es el nivel de globalización real? Para Pankaj Ghemawat, la forma de calcular el nivel de globalización se puede resumir: "el más sencillo e intuitivo que he encontrado es tener en cuenta los flujos o las actividades que pueden darse dentro o a través de las fronteras nacionales, y luego calcular el componente internacional como porcentaje del total. Así, tengamos en cuenta tales medidas para los flujos transfronterizos de información, de personas, de productos e inversiones directas y de otro tipo de capital, como manera de controlar la integración transfronteriza de estos tipos distintos de mercados." El correo o las llamadas telefónicas son un buen indicador del grado de apertura al exterior. Sólo el 2% de las llamadas telefónicas son internacionales. La mayoría de las llamadas siguen estando restringidas a personas de nuestro país. Mientras que sólo 1% del correo es internacional. El tráfico por internet entre "un 17% y un 18% cruza fronteras nacionales". Un número parecido es el registro de patentes en los países ricos de la OCDE: "los de propiedad extranjera representan sólo un 18% del total, y el porcentaje de patentes que realmente conllevan la colaboración internacional en su investigación es sólo la mitad de este 15%." Todos son indicadores del nivel de globalización de la circulación de información. Pero, ¿qué hay de los movimientos de las personas? Los inmigrantes de primera generación representan sólo un 3% de la población mundial. Sólo el 2% de todos los universitarios son extranjeros. Se calcula que aproximadamente un 90% de la población mundial no abandonará nunca el país donde nació. Donde sí puede existir un mayor movimiento es en el de la circulación de mercancías y dinero. Al fin y al cabo, el comercio parece ser un ámbito donde el nivel de integración de los mercados de productos debe ser una realidad. La intensidad comercial, entendida como "productos y servicios exportados de un país a otro como porcentaje del PIB", alcanzó el 29% en 2008, bajando a un 23% en 2009. A pesar de que, el porcentaje parece muy alto, "está muy por debajo de la ratio bruta del 90% entre exportaciones y PIB que esperaríamos encontrar si las fronteras y las distancias no tuvieran ninguna importancia." Algo parecido le ocurre al flujo de las inversiones en todo el mundo. El flujo transfronterizo de la inversión extranjera directa representa sólo un 9% de todas las inversiones en 2009. Los flujos de la inversión extranjera directa(FDI) fluctúan mucho lo que sugiere que "alrededor de un 90% de todas las inversiones fijas en el mundo siguen siendo domésticas." Otros flujos transfronterizos de capital de riesgo entre el 15% y el 20% traspasan las fronteras y los depósitos bancarios y de la deuda de los gobiernos están en el 25% y el 35%, respectivamente.

La globalización es muy desigual. En general, "el capital se mueve con mayor libertad por las fronteras nacionales que los productos, que a su vez también son más móviles que las personas." Las diferencias en el flujo de productos, capital, personas e información tienen que ver con los niveles reales de internacionalización de los diferentes mercados. Los resultados suscitan para Pankaj Ghemawat dos críticas. Primero, "que las personas desestiman los datos presentados arriba como demasiado limitados y, concretamente demasiado centrados en los flujos económicos." Segundo, "se centra en el hecho de que los datos presentados antes dan una sensación de niveles de globalización pero no de cambios a lo largo del tiempo." Así, los niveles de integración transfronteriza puede llevarnos a los niveles del Mundo 2.0 o bien, si desciende muy rápidamente, podría llevarnos al Mundo 1.0. Las tendencias a largo plazo "contribuyen poco a apoyar la afirmación de que "el Mundo 2.0 es mañana, si no es hoy." En segundo lugar, el crecimiento en los niveles de internacionalización se ha conseguido porque el comercio se ha vuelto cada vez más regionalizado, hasta el punto de que el comercio internacional entre regiones supera al de naciones. En tercer lugar, los declives de los flujos interfronterizos "nos recuerdan los límites de la extrapolación lineal." La integración transfronteriza no necesariamente progresará sino que puede dar marcha atrás "como lo hizo entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial."

Los niveles de integración transfronteriza están sobrevalorados. Esta sobreestimación de los niveles de integración transfronteriza está muy extendida entre la población en general y sobre todo en la clase empresarial. Pankaj Ghemawat denomina globobada o Globaloney- en inglés- a esta percepción: " Es importante responder a esta pregunta porque la globobada es algo más que una simple manera inofensiva de atraer más atención a lo internacional." La globobada según Pankaj Ghemawat puede "ser peligrosa para el bienestar global porque crea complacencia entre los pro globalizadores y provoca paranoia entre los antiglobalización." La globobada funciona porque se dispone de pocos datos. La disponibilidad de datos es "el problema es por sí problemática." Otro factor es el psicológico: "las creencias no se basan sólo en los datos."

La razón, por la que la mayoría de la gente suele creerse la globalización, es por la tecnología. Es debido a que "el crecimiento de la productividad y de los ingresos despegó realmente en el siglo XIX, la gente sumida en el progreso industrial se encandila una y otra vez por la tecnología, deslumbrada por ella, cayendo incluso en lo que me gusta llamar un "tecnotrances"." Esta fascinación con la tecnología, hizó pensar que estábamos ante la "abolición de la distancia" o la "desaparición de las fronteras." Este énfasis en la tecnología, como el principal impulsor del Mundo 2.0, parece haberse borrado con la crisis financiera: "De manera más amplia, el día después de la crisis ha visto el declive del apoyo público a la globalización, un resurgimiento del separatismo, nuevos retos asociados a la multipolaridad y la incertidumbre sobre el estatus del dólar como moneda de reserva mundial." ¿Por qué la tecnología de hoy no puede producir una integración completa? Las tecnologías revolucionarias "que en su momento se consideraron apocalípticas" no han llevado a una integración transfronteriza completa. Este hecho no significa negar la importancia de la tecnología. Menos aún, de la "comunicación transfronteriza en particular." Pero una mayor conectividad no significa convergencia: "El mero hecho de que la gente de distintas partes del mundo pueda hablar entre ellas a un coste muy bajo no garantiza que lo harán en una cantidad mucho mayor."

En resumen, la intención de Pankaj Ghemawat en este segundo capítulo del libro, es "desacreditar las exageraciones sobre la globalización sin restricciones que persisten a ambos lados del debate sobre la globalización." Y continúa afirmando que "El mundo de hoy está sólo semiglobalizado y que mañana todavía seguirá así."

Libro Mundo 3.0 Pankaj Ghemawat

1 de diciembre de 2014

Descripción del libro Mundo 3.0. La prosperidad global y las vías para alcanzarla

El Mundo 3.0. La prosperidad global y las vías para alcanzarla del profesor de la escuela de negocios IESE de Barcelona Pankaj Ghemawat fue publicado por la editorial Deusto en 2011. Ésta es la primera edición del libro en español. El título original del libro es World 3.0. Fue publicado por la Harvard Business Riview Press en 2011. El libro contiene 383 páginas. Se organiza entorno a un prólogo, al cuerpo del libro que se estructura en tres partes con sus correspondientes capítulos y a unas notas del autor.
Respecto al cuerpo del libro, está formado por una primera parte- las posibilidades-, una segunda parte- siete posibles problemas- y una tercera parte- las opciones-. Cada una de estas tres partes tiene sus propios capítulos:
- Primera Parte: Posibilidades.
Capítulo 1: Visiones enfrentadas del mundo.
Capítulo 2: la semiglobalización, hoy y mañana.
Capítulo 3: Fronteras, diferencias y la ley de la distancia.
Capítulo 4: El valor ADDING con una mayor apertura.

- Segunda Parte: Siete posibles problemas.
Capítulo 5: La concentración global.
Capítulo 6: Las externalidades globales.
Capítulo 7: Los riesgos globales.
Capítulo 8: Los desequilibrios globales.
Capítulo 9: La explotación global.
Capítulo 10: La opresión global.
Capítulo 11: La homogeneización global.

- Tercera parte: Las opciones.
Capítulo 12: Hacia el Mundo 3.0
Capítulo 13: Los negocios en el Mundo 3.0
Capítulo 14: Nosotros y ellos en el Mundo 3.0

Libro Mundo 3.0