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15 de noviembre de 2014

¿Qué podemos extraer del libro La cuenta atrás de Alan Weisman?

¿Qué ideas, reflexiones o conclusiones podemos extraer de la lectura del libro La cuenta atrás de Alan Weisman? Vamos a mencionar unas cuantas:
1- Estamos en un momento crucial de la historia de la humanidad en que depende de nosotros como especie no causar más daños al planeta. Nuestra existencia está causando enormes daños medioambientales y ecológicos a gran escala como antes no había sucedido. Hasta el punto que estamos provocando un cambio climático sin precedentes en la historia de la Tierra que puede conducir- si nadie lo remedía- a una sexta extinción en masa de las especies que hoy habitan nuestro planeta. Alan Weisman nos advierte de este hecho en su libro. ¿Qué papel juega la demografía en este contexto? La superpoblación puede ejercer una presión muy fuerte sobre los hábitats de las especies. De ahí, la importancia de la planificación de la población como eje fundamental para preservar dichos hábitats, y de este modo, salvar de la extinción a miles y miles de especies. Por este motivo, las políticas de planificación poblacional son fundamentales donde existe una enorme biodiversidad. La presión demográfica en espacios de enorme riqueza biológica conduce a una presión por los recursos, entrando en competición por esos recursos, el ser humano y las otras especies que habitan esos espacios. Las políticas de planificación disminuyen esta presión y reduce la competitividad por los recursos entre las diferentes especies y el ser humano.

2-Alan Weisman recoge en su libro diferentes políticas de planificación poblacional realizados por diversos países. La existencia- o no- de políticas de planificación familiar en diferentes países así como su estado actual nos tiene que hacer reflexionar sobre cómo la ausencia o la ineficacia de esas políticas repercuten no sólo en esos países, mayoritariamente pobres, sino también en los países ricos porque sus efectos pueden llegar en forma de inmigración masiva. Las diferentes políticas de planificación familiar, que se han desarrollado e implantado, que se recogen en el libro, refleja diferentes momentos, diferentes mentalidades, a la hora de abordar el tema del control demográfico en los diferentes países que aborda el libro de Alan Weisman. Desde políticas coactivas como la política del hijo único de China a políticas participativas en la política de planificación familiar como el régimen de Irán. Estas políticas tienen como objetivo estabilizar la población de esos países y situar la tasa de substitución en dos hijos por mujer.

3- La importancia del sistema de creencias de las diferentes sociedades en el éxito o en el fracaso de las políticas de planificación poblacional. Son precisamente los sistemas de creencias los que pueden impulsar o frenar determinadas políticas de planificación familiar como la introducción de métodos anticonceptivos en determinadas regiones del mundo donde la religión tiene un peso específico. No tener en cuenta este aspecto puede llevar al traste una buena política de planificación poblacional. En todo caso, hay que transformar o cambiar el sistema de creencias de las poblaciones. El sistema de creencias es el medio y no el fin de dichas políticas de planificación.

4- Determinar la población óptima del planeta. Cuál debería ser la población óptima de cada país es una de las cuestiones que se plantea en el libro. Para ello, habría que implicar a la propia población del país. Dejarían de ser actores pasivos y recobrarían un papel activo en la sociedad con la planificación familiar. Sin la implicación de la población, no es posible determinar una población estable y óptima para un país menos aún para el conjunto de la humanidad. No puede hacerse al margen, de ser así, sería una medida antidemocrática e injusta.

La cuenta atrás Alan Weisman

12 de noviembre de 2014

¿Estamos a tiempo de detener la catastrofe demográfico?

El libro de Alan Weisman La cuenta atrás plantea abiertamente esta cuestión. ¿Estamos a tiempo de detener una catástrofe humanitaria si no podemos fin al aumento demográfico y a una forma de vida que destruye la biodiversidad del planeta? El "problema substancial" es si hay solución a la superpoblación que atenaza al planeta, y, muy especialmente, algunas regiones del mundo, muy sensible al cambio climático. De producirse el cambio, debe hacerse en unas décadas, de superarse ese plazo, quizás no estaríamos a tiempo para que el aumento de la población mundial se estabilizará y, al mismo tiempo, se produjera simultániamente un proceso de decrecimiento económico de los países más industrializados. Este cambio es consubstancial para solventar el problema, pero no, para solucionarlo definitivamente. Para ello, se requeriría un plazo mayor de tiempo, quizás 100 años más, después de que se alcanzará una estabilización definitiva de la población mundial, no antes del 2100.

El reto está en la estabilización de la población antes del 2100. Cuando antes se produzca esta estabilización y, con un menor número de personas, antes se podrá planificar un decrecimiento demográfico y económico, en primer lugar, en los países occidentales y más industrializados, y posteriormente, en la mayoría de los países pobres. Hemos de ser capaces de encontrar una manera de vivir más dignamente, compatible con la biodiversidad del planeta. Este reto ha de implicar al conjunto de la humanidad y a la totalidad del planeta.

La estabilización demográfica no podrá tener éxito sin un cambio profundo en la mentalidad de la población y sin un giro de más de 180º en las políticas sociales, educativas, financieras, económicas y medioambientales de la totalidad de los países del mundo. En el aislamiento, no habrá una solución posible. Sólo en la cooperación y en la solidaridad entre países puede hallarse una solución a la estabilización demográfica y a un paulatino decrecimiento de la población.

La estabilización de la población en los países más pobres no debe afectar irremediablemente a la biodiversidad. Sin esta estabilización, hagamos lo que hagamos, no podemos salvar la diversidad biológica necesaria para que el planeta pueda existir como ente vivo y para que las especies que coexisten en la Tierra puedan continuar reproduciéndose. La diversidad biológica debe estar en el centro de esas políticas de estabilización, y de posterior, decrecimiento demográfico. Tener presente cuál debe ser su número y qué espacio debe ocupar en el planeta. De este modo, podemos conocer cuál debería ser el número de seres humanos, en un mundo habitable.

Además, esta política de estabilización demográfica de los países pobres debe estar acompañada con un proceso de decrecimiento económico en las regiones más ricas del mundo. De lo contrario, no servirá para nada el esfuerzo de los países pobres sino se procede al decrecimiento económicos de los países ricos.
reflexión la cuenta atrás libro