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6 de octubre de 2013

La revolución islandesa: Las Reuniones cívicas y La asamblea nacional de Islandia.

En el  octavo capítulo, Ética y valores: redefiniendo el rumbo de la sociedad mediante reuniones y foros de ciudadanos, Elvira Mendez desarrolla dos iniciativas sociales: las "reuniones cívicas de discusión" y la Asamblea nacional o Pjodfundur como promotoras de la regeneración política en Islandia. 

La crisis económica y financiera alumbra otras dos crisis: una crisis social y una crisis de identidad que obligan a los islandeses a hacer un examen de conciencia para averiguar cómo se ha llegado a este colapso. La ciudadanía toma conciencia de la situación y rompe su silencio. Cada ciudadano contribuye, en la medida de sus posibilidades, a la reconstrucción de la sociedad a través de la participación en "reuniones cívicas de discusión" o de un foro nacional o Pjodfundur.

Alda Sigmundsdóttir desempeña un papel fundamental en la transmisión de lo que sucede en Islandia. Alda Sigmundsdóttir refleja el abismo entre la clase política y el pueblo. Resume los acontecimientos que dan lugar a las protestas y a la renuncia del Gobierno y muestra la arrogancia de una clase política que ha perdido la legitimidad de la calle. ¿Qué pasa por la mente de los ciudadanos? Comprender que detrás hay una crisis de identidad colectiva que motivará el despertar de la sociedad civil y el surgimiento de un movimiento de regeneración democrática. ¿Por qué protestan? ¿Qué mensaje quieren transmitir? Denuncian un gobierno incompetente que no goza de la legitimidad del pueblo. Quieren una rendición de cuentas así como una regeneración de la vida política mediante una mayor participación democrática a través de referéndums, listas abiertas en los partidos, reforma de la ley electoral y una revisión de la Constitución.

Tras la crisis y el shock, se denuncia la corrupción, la mala gestión del gobierno y la criminalidad de bancos y empresas financieras. Robert Woole, profesor de la London School of Economics, publica un artículo en 2009, que concluye que la crisis ha desacreditado al partido conservador que ha gobernado Islandia. Además, menciona problemas específicos: la corrupción, el nepotismo, el clientelismo y el amiguismo son constantes en el funcionamiento de la administración.

Lo más interesante de la revolución islandesa son las "reuniones cívicas de discusión". Las reuniones cívicas constituyen un ejemplo de debate democrático surgido de la ciudadanía. Entre octubre de 2008 y enero de 2009, tienen lugar reuniones donde se discute sobre la crisis. Se invita a la clase política, a los ministros y a los parlamentarios para que escuchen "la voz del pueblo". Las reuniones son organizadas por un director de teatro, Gunnar Sigurdsson. Las dos primeras reuniones tuvieron lugar en el teatro Idno. La asistencia fue masiva. La tercera se trasladó a una sala de conciertos y también se llenó. Y, la cuarta se celebró en uno de los auditorios más grandes de Reikiavik con capacidad para mil personas. Fue el primero que fue retransmitido en directo por la televisión nacional.

En 2009, se produce una de las iniciativas cívicas más importantes en el proceso de regeneración política de Islandia. Se trata de una Asamblea nacional llamada Pjodfundur (Foro Nacional) cuyo objetivo era conocer "la voz del pueblo" y se celebró en el polideportivo más grande de Reikiavik. Cerca de 1250 personas fueron elegidas al azar en el registro nacional y otras 300 recibieron invitaciones para asistir. Representan el 5% de la nación islandesa. Elvira Méndez resume en qué consistió y cómo se desarrolló la Asamblea nacional:
"Los participantes fueron divididos en 162 grupos, que constaban de nueve personas cada uno y en los que un moderador aseguraba que se escuchara la voz de todos. Hubo un 47% de participación femenina y un 53% de participación masculina, y todos los grupos de edades estuvieron representados proporcionalmente, desde los diecisete hasta los cien años. A los participantes se les preguntó primero por los valores que la nación islandesa debía utilizar como guía. Después se eligieron los temas en los que debían centrarse las políticas públicas. Por último, se determinaron los objetivos que debería marcarse la sociedad para el futuro."

Para los participantes, los recursos de Islandia deben ser protegidos y debe beneficiarse toda la nación. También, se menciona los problemas de deuda surgidos tras la crisis y la vulneración de los derechos de los ciudadanos y de las pequeñas empresas frente a los abusos financieros que han llevado a Islandia al borde de la quiebra. Hay un acuerdo: los individuos que causaron o contribuyeron al colapso de la economía islandesa deben ser llevados ante la justicia.

¿Ha habido cambios en Islandia? Para Alda Sigmundsdóttir, el mayor cambio que se ha producido es el incremento de la conciencia cívica. Y, una transformación de la identidad nacional: "El cambio ha sido provechoso, pero no se ha dado la revolución en la estructura social del país que muchos soñaban". El poder ha vuelto a la élite económica del país. Las estructuras fundamentales de poder siguen intactas.