4. Theodor W. Adorno (1903–1969) y la Escuela de Frankfurt
Relación intelectual: Aunque contemporáneos y exiliados en EE. UU., hubo cierta distancia. Adorno y Horkheimer desconfiaban del carácter “literario” de Arendt, mientras que ella veía la teoría crítica como demasiado abstracta.
Puntos de fricción:
Adorno criticó la noción de “banalidad del mal”.
Arendt rechazaba la excesiva sistematicidad de la Teoría Crítica.
5. Gershom Scholem (1897–1982)
Relación personal: Filólogo y estudioso de la mística judía, amigo cercano de Walter Benjamin.
Conflicto: Tras la publicación de Eichmann en Jerusalén, Scholem acusó a Arendt de “falta de amor por el pueblo judío”. Arendt le respondió defendiendo su derecho a criticar sin pertenecer a ninguna ortodoxia nacional ni religiosa.
6. Hans Jonas (1903–1993)
Relación personal: Compañero de estudios en Marburgo y amigo cercano. Ambos discípulos de Heidegger.
Diferencias: Jonas, filósofo de la vida y la responsabilidad ecológica, criticaba algunas posturas de Arendt sobre el mal y la política, pero mantuvieron una relación de respeto mutuo.
7. Otros coetáneos relevantes
Raymond Aron: compartió con Arendt el análisis crítico de los totalitarismos.
Leo Strauss: aunque compartían la condición de judíos exiliados, diferían en su visión de la política y la modernidad; Strauss defendía el retorno a la filosofía clásica, mientras Arendt se volcaba en la acción y la pluralidad contemporáneas.
Albert Camus: no tuvieron trato directo, pero su visión de la rebelión y la libertad dialoga con el espíritu de Arendt.
En síntesis
Heidegger y Jaspers fueron los dos polos de su formación filosófica (uno como herida, el otro como brújula ética).
Benjamin representó la afinidad intelectual y la amistad en el exilio.
Con Adorno, Scholem y Jonas mantuvo debates fuertes, a veces tensos.
Frente a todos ellos, Arendt se afirmó como una pensadora independiente, que se negaba a “pertenecer” a una escuela filosófica.