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7 de febrero de 2017

La reacción liberal al keynesianismo y las propuestas de reformas(II)

Durante las décadas de los años 50 y 60, y, hasta el año 1973, se produjo un enorme crecimiento económico sin precedentes. Tanto su éxito como su fracaso posterior, no se debe al keynesianismo ni al Estado de bienestar. Desde el fin de la II Segunda Guerra Mundial, los países europeos se beneficiaron del acuerdo de Bretton Woods, la integración de los mercados europeos, las ayudas del plan Marshall y las transferencias tecnológicas desde EE.UU. Antes de la crisis del petróleo de 1973, las economías norteamericana, japonesa y europea estaban muy próximas. Sin embargo, el fin de la expansión y el endeudamiento de los Estados, hizo patente las debilidades del keynesianismo. Pero, no fue, con el embargo del petróleo por parte de la OLP a causa de la guerra Yom Kippur, cuando el precio del petróleo creció de 3 a 14 dólares por barril. Se descartó las políticas de estímulo de la demanda y se comenzó a defender políticas de oferta, es decir, reformas de liberalización que consiguieron aumentar la producción a través de la eficiencia. Se empezó a valorar la microeconomía frente a la macroeconomía que estudiaba que incentivos hacían que aumentará la producción. También, se prestó una mayor atención a la teoría del crecimiento económico y a cómo se mejora la productividad del trabajo y el capital a través de la formación y la tecnología.

Cada una de estas adversidades creó un clima desfavorable para el Estado del bienestar y sí favorable para la ideología (neo)liberal de la mano de Margaret Thatcher y de Ronald Reagan. Ambos querían recluir la importancia del Estado de bienestar y "retroceder" las fronteras del Estado del bienestar. Las nuevas ideas (neo)liberales tuvieron una plasmación en la distribución del gasto social y en el cambio de la política económica. Respecto al gasto social, el Estado del bienestar británico comenzó a controlar el gasto público durante el crecimiento económico y la supeditaba al crecimiento de los precios. Respecto a lo segundo, el cambio de la política económica, el principal elemento fue la reducción del papel del Estado como protector. Inició una campaña de privatización de las principales compañías y empresas públicas británicas. Además, redujo la carga financiera del Estado, permitiendo el acceso a otras fuentes de financiación a las empresas. Ciertos servicios sociales que aún eran públicos, es decir, que eran financiados y proveídos por el Estado, se convirtieron en una especie de "cuasi-mercado" en que ciertos servicios sociales- cuidado de ancianos, vivienda social,...- fueron financiados por el Estado pero se puso en manos del sector privado. El gobierno de Thatcher abrazó las políticas de oferta, dejando a un lado definitivamente las políticas fiscales keynesianas. Redujo drásticamente el crecimiento de la masa monetaria en circulación para controlar la inflación. La reducción del déficit público fue la estrategia escogida para combatir la inflación. Consiguió reducir la inflación de un 13,4% a los 4,6% en cuatro años. Mientras que el desempleo, subió del 4,7% al 11,1%. No se sabe si esta subida se debe a la segunda crisis del petróleo- 1979- o a la política monetaria contra la inflación. Respecto a la políticas de oferta, Thatcher planteó una reducción de los tipos marginales del impuesto sobre la renta tanto en el tramo alto como el bajo.

En EE.UU, con la presidencia de Ronald Reagan, se aplicó una política severa de recortes del Estado del bienestar en tres ámbitos: el seguro de desempleo, ayudas a familias con niños dependientes y en los programas de construcción y rehabilitación de viviendas para personas con bajos ingresos. Respecto a su política económica, su actuación no fue monetarista como la política thatcheriana sino más bien optó por mejorar la gestión de la Reserva Federal así controlar mejor la evolución del crecimiento económico, lo que produjo la reducción de la inflación. Por otro lado, el déficit público no dejó de subir durante los años 80, en parte por los recortes de impuestos recomendados por las políticas de oferta monetaria, y, la reducción de los tipos marginales de los tramos más altos y más bajos.

Las reformas de la década de 1980 tuvieron un primer impacto en la transformación del Estado del bienestar en un sistema mixto en el que los servicios eran proporcionados tanto por el Estado como por el sector privado. Sin embargo, el Estado del bienestar se está enfrentando a nuevos retos, como eran la nueva sociedad postindustrial, envejecimiento demográfico, incorporación masiva de la mujer al mercado laboral, para los que no servían las soluciones anteriores. En resumen, hubo un proceso de reconsideración del gasto social en su conjunto y del progresivo abandono del keynesianismo tanto de los gobiernos socialdemócratas en Europa como del partido demócrata en Estados Unidos. 

3 de noviembre de 2015

31 de octubre de 2015

¿Quién debe imponer las nuevas reglas de juego de la economía mundial?

El quinto capítulo, las nuevas normas del comercio mundial, desarrolla la creación de un nuevo modelo de economía mundial, la globalización, y, de las nuevas reglas del comercio mundial.


26 de octubre de 2015

Del colapso de las economías planificadas al Neoliberalismo II: la batalla por la economía mundial.

El cuarto capítulo, Agonía de la Reforma II, narra las reformas económicas emprendidas en diferentes países del mundo- Bolivia, Polonia, Rusia, China o India- donde se produjo la substitución de las políticas de planificación central, de intervención estatal de la economía por políticas de liberalización de la economía a través de la privatización de empresas estatales, liberalización de precios de bienes y servicios y el desarrollo de la iniciativa privada. 


23 de octubre de 2015

Del colapso de las economías planificadas al Neoliberalismo: la batalla por la economía mundial.

El tercer capítulo, Agonía de la Reforma I, narra las reformas económicas emprendidas en diferentes países del mundo donde el socialismo de Estado- o capitalismo de Estado- había entrado en crisis durante los años 70. Por un lado, el colapso económico de la URSS, la caída del Telón de Acero, el desmantelamiento de la economía soviética y la substitución progresiva por la economía libre de mercado. Por otro lado, la crisis de las economías latinoamericanas, la introducción de una economía de libre mercado de corte neoliberal a través de la desregulación de los mercados y la privatización de empresas estatales en América Latina y Reino Unido.


21 de octubre de 2015

Del Keynesianismo al neoliberalismo: La batalla por la economía mundial

El segundo capítulo, la batalla ideológica II, plantea el segundo asalto ideológico de la economía mundial durante la segunda mitad del siglo XX. Se inicia con el desarrollo de las políticas keynesianas durante las décadas de los 40, 50 y 60. Estas políticas keynesiana, a raíz de la estanflación de los años 70, sufrieran un asalto ideológico de la escuela de Chicago y de la doctrina neoliberal, siendo reemplazadas definitivamente por políticas económicas favorables a la liberalización de la economía. En resumen, se pone fin a la intervención del Estado en la economía y da paso a las "fuerzas del mercado" como reguladoras de la economía.


25 de abril de 2014

6 escenarios futuros para el sistema educativo

En 2001, la OCDE planteó 6 modelos de organización de los sistemas educativos. Entre ellos se encuentran dos modelos de escuela tradicional, dos modelos de "reescolarización" y dos modelos de "desintegración" o "desescolarización" que configurarían los 6 escenarios posibles en el futuro, a saber:
 1- Escenario: sólidos sistemas escolares burocráticos.
 2- Escenario: Ampliación del modelo de mercado.
 3- Escenario: La escuela en el corazón de la colectividad y como centro social fundamental.
 4- Escenario: La escuela orientada como una organización de aprendizaje.
 5- Escenario: La red de estudiantes y la sociedad en red.
 6- Escenario: Éxodo de los docentes y desintegración del sistema escolar.

A continuación, vamos a analizar brevemente cada uno de estos escenarios posibles.
En los sistemas escolares burocráticos, predomina la burocratización del funcionamiento de los centros educativos. Se persigue la uniformidad del sistema y a menudo se acompaña de centralismo. La escuela se considera el único elemento esencial del sistema educativo. En estos sistemas educativos burocráticos, imperan los valores de igualdad y, en menor medida, de excelencia. La imposición de estos valores lleva a la implantación de programas de evaluación comunes para todo el país con el objetivo de conseguir una mayor igualdad. En este sentido, la escuela se concibe como la transmisora "de una serie de normas que permitan una mayor cohesión y homogeneidad del país." Este modelo de sistema educativo burocrático obliga al mantenimiento de grandes plantillas docentes. La escuela se convierte "en la institución responsable de encargarse de los niños, asumiendo en parte la función de las familias, y de crear un espacio protegido para sus juegos y su socialización." De esta manera, la escuela invade espacios que deberían pertenecer a los subsistemas familiar y sociocultural. Dentro de los centros escolares impera un modelo con un docente por clase, al que se permite innovar pero no cambiar las estructuras de enseñanza y aprendizaje. Los docentes disponen de una situación privilegiada y diferenciada de otros colectivos de trabajadores. En su mayoría son funcionarios. En estos países, los sindicatos suelen tener un gran peso en el sistema educativo. El ejemplo más claro de sistema educativo burocrático es Francia. 

Los problemas, que derivan del modelo burocrático, han provocado una desconfianza creciente en la escuela pública que ha llevado al surgimiento de "voces neoliberales que promueven una competencia creciente en todos los ámbitos para conseguir la excelencia". Este planteamiento aboga porque el contribuyente "se oponga cada vez más a la financiación pública del sistema educativo y que sean las familias y las empresas privadas las que realicen fuertes aportaciones económicas para mantener un sistema en el que todos los actores tendrían libertad para crear escuelas, y para elegir el centro que más les conviniese, con una intervención cada vez menor de los poderes públicos en las actividades educativas." En el modelo de mercado, hay una presencia equilibrada de escuelas públicas y privadas, muchas veces concertadas con la Administración pública y actuando como si fueran de titularidad pública, con lo que se pretende extender los dos valores fundamentales de ese modelo de mercado: la libertad y la excelencia. La educación se abre al "mercado" permitiendo que entre "nuevos productores y profesionales que desplegarán una política empresarial muy agresiva para captar clientes." Los alumnos con poder adquisitivo y buen rendimiento académico se convierten en el objetivo de los centros educativos. Los programas educativos se definen en función de los resultados y no de los contenidos, centrándose fundamentalmente en los conocimientos y en las competencias, y poniendo especial énfasis en valores como el riesgo, la "cooperación competitiva" y el esfuerzo. Este modelo de mercado puede conducir a una mayor desigualdad y exclusión de manera que el sistema educativo pierde su función como mecanismo que permite una igualdad de oportunidad entre todos los alumnos para convertirse en un sistema de criba y descarte académico y social. Este escenario tiende a una privatización creciente de la educación, de manera que el ámbito público va perdiendo cada vez más peso y presencia "quedando relegada a mero financiador del sistema a través de "cheques de educación" y otros sistemas similares" y deja a los centros públicos a aquellos sectores sociales que la iniciativa privada considera que no son rentables. En este contexto, los organismos internacionales - OCDE- ganarán influencia a la hora de juzgar la calidad de los diferentes sistemas educativos. En el ámbito del profesorado, pueden plantearse dos escenarios diferentes: un primer escenario en el que se constituiría "un cuerpo docente monolítico que se convierte en un actor más del mundo." o bien, un segundo escenario, aún más tétrico, de mayor diversificación y desestructuración del profesorado que llevaría, por un lado, a algunos profesores a buscar empleos en zonas tranquilas, mientras que, por el otro lado, existiría un déficit constante de profesores en aquellos barrios percibidos como conflictivos y marginales. El ejemplo más claro de este tipo de escenario es EE.UU.

Si los dos escenarios anteriores forman parte del modelo tradicional del sistema educativo, este es el primero de los dos "modelo de reescolarización" y se basa en la escuela como el "corazón de la colectividad" y el centro de formación por excelencia. Este modelo considera a la escuela como el medio más eficaz contra la fractura social y la crisis de valores de manera que proporciona a los alumnos aquellos conocimientos, competencias, actitudes y valores que constituirán el fundamento de la formación a lo largo de su vida. La educación se concibe como un bien público. La sociedad reconoce y apoya a la escuela como centro de actividades socioculturales y como medio de integración social. En este contexto, la escuela sigue conservando "su papel de transmisión, legitimación y certificación de conocimientos, pero su objetivo último es la obtención de otros productos sociales y culturales, que se podrían resumir con el nombre de ciudadanía". En definitiva, no sólo transmite conocimientos sino también forma ciudadanos. Esto tiene un impacto en la organización de las escuelas que pasan a ser "centros individualizados y diferenciados". Este modelo de escuela como corazón de la colectivdad permite "una diversificación de los alumnos y una mezcla intergeneracional, ya que se potencian las actividades comunes entre jóvenes, adultos y ancianos" dando lugar a un trabajo en red y el uso intensivo de las tecnologías de la información.

El segundo escenario del modelo de reescolarización es la concepción de la escuela como organización del aprendizaje. Este escenario se caracteriza por "un elevado nivel de confianza social y financiación pública de las escuelas, que se organizan y funcionan como organizaciones que aprenden a través de un proceso continuado de experimentación e innovación y de un amplio uso de las tecnologías de la información." En este contexto de reescolarización, los docentes están muy motivados y  las escuelas están muy bien dotadas. Esto les permite trabajar con grupos reducidos de alumnos con el objetivo de buscar la máxima calidad a través de "la aplicación práctica de los dos valores fundamentales de este modelo: la excelencia y la igualdad." Dentro de este modelo, la escuela se concibe como una organización orientada al aprendizaje de toda la comunidad educativa y permite que cada centro educativo tenga un perfil propio. Además de una apuesta decidida por la excelencia, las grandes inversiones, para garantizar la igualdad de oportunidades para acceder a una educación de calidad, han permitido disminuir el fracaso escolar, poniendo énfasis en acciones orientadas a compensar carencias y a erradicar los programas de escasa calidad educativa que dilapidaban recursos económicos. Con este énfasis en la igualdad y la excelencia, se prepara a los alumnos para emprender un proceso de formación continuada a lo largo de la vida que les permitirá acceder a un mercado de trabajo cada vez más cambiante y exigente. En este escenario, el profesorado tiene un alto nivel, está bien remunerado, con buenos condiciones de trabajo y tiene un gran prestigio y reconocimiento social. El profesorado se aleja del esquema funcionarial "para ampliar las formas de contrato, que no repercuten significativamente en la remuneración y que permiten una movilidad creciente entre la enseñanza y otras profesiones relacionadas." El ejemplo más claro de este tipo de escenario es Finlandia.

Este escenario es el primero de los dos modelos de desescolarización que dibuja la OCDE, y, que surge como consecuencia de la desintegración de los sistemas educativos existentes, fundamentalmente de los escenarios 1 y 2. Este escenario tiene su origen en la insatisfacción y en el rechazo profundo de los sistemas educativos tradicionales, de manera que "se potencia la adquisición de conocimientos mediante las tecnologías de la información fuera de las estructuras formales y analógicas, siguiendo el empleo de la sociedad en red o digital." La escuela tradicional es objeto de numerosas críticas. Se le reprocha que reproduzca las "desigualdades de la estructura socioeconómica", que no refleja las diferencias sociales y culturales, que es demasiada burocrática, que es incapaz de adaptarse a los cambios de la sociedad o que está desconectada de la economía. La consecuencia es que este escenario de escolarización en red puede llevar tanto a una radicalización de los supuestos neoliberales como de los supuestos ideológicos opuestos, de planteamientos antisistema. Las grandes posibilidades que ofrecen las tecnologías de la información provocan el abandono de los centros escolares y el resultado es una "desinstitucionalización" de los sistemas educativos. Este abandono lo encabeza el sector más instruido de la población. Con la disgregación del sistema educativo desaparecen los programas de enseñanza estructurados"que serán sustituidos por temarios individualizados y adaptados a los objetivos de las redes. Esta situación provocará también una desintegración social, porque las afinidades de grupo que se desarrollen en la red no coincidirán con las redes sociales "analógicas", cosa que causará problemas de aislamiento y deshumanización que ya se han detactado en muchos países desarrollados." No queda claro si va a sobrevivir las "escuelas físicas" en este mundo virtual. La hipostesis que se plantea es que las escuelas puedan ser centros para transmitir conocimientos básicos o bien centros de formación avanzada orientados al mundo laboral. En cualquier caso, el sistema escolar tal como lo conocemos en la actualidad desaparecerá. Ante la desaparición del sistema escolar también se transformará la función del docente. Su papel como transmisores de conocimientos quedará difuminado y su actividad en el aula se verá sustituida por una "interacción virtual a través de la red, por asistecia tefónica, visitas a domicilio y consultas en un despacho profesional." Estas actividades tendrán un carácter individualizado y no colectivo.

El último escenario de futuro que plantea la OCDE es una respuesta pesimista a los retos de los problemas que aquejan al escenario 1 de los "sistemas escolares burocráticos". Para la aparición de este escenario tienen que confluir una serie de factores:
1- Mayor número de jubilaciones de docentes que nuevas contrataciones.
2- Un período largo de tensiones en el mercado de trabajo que dificulta la contratación de nuevos docentes y para mantenerlos en la profesión.
3- Una grave crisis económica, persistente en el tiempo, que dificulta el pago del profesorado y el mantenimiento de las plantillas.
La crisis de contratación de docentes y la percepción creciente de una disminución de la calidad en la enseñanza pública provocan un descontento de la opinión pública que presionarán a las autoridades políticas. La consecuencia de esta situación es que la educación se convierte en un tema de conflicto político.
Otro aspecto de este conflicto político será la tensión creciente entre las "autoridades centrales" y las "periféricas" porque las primeras intentan ampliar sus poderes y recentralizar el sistema educativo, mientras los segundos pretenden aumentar su autonomía para protegerse de la falta de docentes y del descenso de la calidad.Esta crisis política intensificará el interés de las empresas en acceder al mercado de la formación. En sta situación de crisis, los programas educativos se verán sometidos a grandes presiones. Se producirá un cambio n los objetivos de la educación, que estarán más orientados hacia los rsultados y a satisfacer la demanda de las "presiones externas al sistema" lo que provocará un aumento de las desigualdades entre los centros más dinámicos e innovadores y los más tradicionales. El primer reflejo de esta situación será que las familias más acomodadas abandonarán los centros públicos y optarán por la enseñanza privada. Finalmente, la falta de docentes conduce a una rápida degradación de las condiciones de trabajo, que será grave en los centros educativos con menores recursos. La falta de docentes provocará la aparición de un "mercado de puestos semiprofesionales para enargarse de los niños dentro del espacio escolar y también se propiciará la extensión de la escuela en casa cuando el Estado refuerce las subvenciones a los hogares con rentas más bajas.

10 de septiembre de 2013

Islandia, ¿Una nación asustada y capturada por el neoliberalismo?

En el tercer capítulo del libro, ¿Una nación asustada y capturada por el neoliberalismo?, Elvira Méndez define qué es la doctrina neoliberal y cómo se ha concretado el neoliberalismo en Islandia, desde sus inicios hasta el crash financiero del 2008.

El neoliberalismo es una doctrina económica y política que defiende la liberalización de la economía, que tiene una fe ciega en los mercados y que cuestiona la eficacia del Estado en las políticas económicas. Cree que un "sistema capitalista de mercado no regulado" será más eficaz y fomentará un mayor crecimiento económico. El neoliberalismo prefiere un sistema económico basado en los derechos de propiedad y la empresa privada frente a las empresas públicas.

En Islandia, la política neoliberal se concretará en la privatización y/o liberalización de los sectores económicos claves como son la pesca, la energía, la banca y las finanzas. De este modo, la élite económica y política quiere convertir a Islandia en un paradigma de la política neoliberal. Este proceso liberalizador o privatizador se desarrollará a largo de tres decenios, desde los años 80 hasta al crash financiero en 2008. En los años 80, las primeras privatizaciones son en el sector pesquero, en la explotación y en la gestión de los recursos pesqueros, que hasta entonces, estaba bajo control del Estado. En los años 90, fue el turno de la privatización de la banca y de los servicios financieros.Y, por último, se paralizó la liberalización y privatización de los recursos energéticos de Islandia, por la crisis económica. La crisis salvará la naturaleza y los recursos naturales de Islandia, de la privatización. Contribuirá a detener la ola de privatizaciones del sector energético del país. Y, ayudará a los islandeses a redescubrir sus propios valores tradicionales.

Políticas neoliberales en Islandia.
Cascadas en Islandia

4 de septiembre de 2013

Islandia: ¿El país más feliz del mundo?

En el segundo capítulo del libro, Islandia 2007: la sociedad más feliz del mundo, Elvira Méndez indaga sobre la imagen de Islandia que se proyecta en el mundo y cómo los islandeses se conciben a si mismos como sociedad y como nación, trasladándose esa percepción al modelo económico.

Durante el período anterior al colapso bancario, coexisten dos visiones de Islandia en el seno de la propia sociedad islandesa. Dos hombres encarnan esas dos visiones: El primero es el Presidente de Islandia, Olafur Ragnan Grimsson, que concibe a Islandia como un modelo de éxito empresarial. El segundo es el escritor, Andri Snaer Magnason, que cuestiona el mito de una sociedad feliz basado en el liberalismo económico y el progreso social. Detrás, insiste el autor, se esconde la preocupación por el futuro y la pérdida de los valores tradicionales islandeses. Estas dos visiones de Islandia coexisten en la sociedad islandesa durante el boom económico de los años 90 y de los años 2000. Pero, prevalecerá la primera visión y se aceptará un modelo de desarrollo neoliberal que primará el progreso económico y la consecución de beneficios a costa del medio ambiente, de los recursos naturales y de los valores tradicionales islandeses.
Olafur Ragnan Grimsson
Olafur Ragnan Grimsson













Andri Snaer Magnason
Andri Snaer Magnason















¿Cuál es esa imagen de Islandia que se proyecta en el mundo antes del crash financiero? Islandia es un país geográficamente aislado del continente europeo. No pertenece a la Unión Europeo- U.E-  pero sí al Espacio Económico Europeo- EEE-. Ha preservado su identidad nacional y su medio ambiente y, desde su independencia en 1944, ha experimentado un boom económico sin precedentes en tres generaciones. Islandia creció a un ritmo vertiginoso apoyado por un modelo económico que descansa en la pesca, la energía, el aluminio, la banca y los servicios financieros. Islandia es el país con más alto índice de desarrollo humano. Es el mejor país del mundo para vivir con el mayor índice de natalidad de Europa y el que proporciona una mayor igualdad entre hombre y mujer. Islandia goza de una de las rentas per cápita más elevadas del mundo, un índice de lectura por habitante altísimo, una tasa de alfabetización del 100% y la esperanza de vida más alta del mundo. Islandia apuesta decididamente por las energías renovables, especialmente por la energía geotérmica y la hidrotérmica. Estos datos confirman el éxito indiscutible de Islandia como sociedad nórdica y como nación independiente. Además, de configurar la imagen de Islandia como "el país más feliz del mundo". Pero, ¿Realmente, es cierto?¿O, es un espejismo? ¿Una ilusión con un transfondo sombrío? Elvira Méndez parece decantarse por esta segunda opción, desmontando el mito que se ha construido entorno a Islandia, aportando datos que contrastan con esta imagen idílica de la sociedad islandesa.

Islandia: igualdad entre hombres y mujeres
Islandia: Igualdad entre hombres y mujeres.

Este periodo de prósperidad se enmarca dentro del "renacimiento económico, cultural y social de Islandia" que experimenta durante el boom económico. Los islandeses sienten una enorme seguridad en sí mismos y un sentimiento de superioridad. Al mismo tiempo, conectan el mito de la sociedad más feliz del mundo con los mitos fundacionales de Islandia. Islandia se convence que es el mejor modelo de desarrollo y exporta al mundo su visión. Se trata de un modelo que se apoya en" la independencia, el orgullo, la ambición, la seguridad y la apertura al mundo". En este contexto, surge una nueva generación de empresarios islandeses que se lanzan a la conquista del mundo, promoviendo una "cultura vikinga masculina, expansiva y agresiva". Para esta élite económica y financiera, Reikiavik, será un centro mundial de negocios y finanzas. Su proyecto combina lo mejor de Europa- garantizando un sistema de bienestar nórdico- con lo mejor de EE.UU.- el espíritu empresarial americano de baja imposición fiscal-. Este modelo económico desafía toda "lógica económica". Un modelo donde se combina una alta inversión del Estado en servicios públicos con una baja fiscalidad no puede sostenerse a largo plazo. Pero, además hay sombras: su programa de desarrollo económico, basado en la privatización de los recursos naturales, de la banca y de las finanzas, persigue el beneficio económico en detrimento de la igualdad social, del desarrollo sostenible y del reparto equitativo de los beneficios. El cuestionamiento de este modelo económico, y por ende, de la nueva cultura vikinga, se pondrá de relieve el día después de crash financiero.


Baños termales en Islandia
Islandia: baños termales.