30 de mayo de 2019

Deterioro cognitivo leve y demencias

El deterioro cognitivo leve - DCL- está considerado un síndrome que se se sitúa en la zona intermedia entre los cambios propios del envejecimiento y los síntomas más graves de la demencia. Se caracteriza por una disminución del rendimiento de la memoria, constatado por pruebas cognitivas, en comparación con otras personas de edad y nivel educativo similar. El paciente se suele quejar de problemas en la memoria. Ése es el único síntoma notable, pues la capacidad de razonamiento y juicio se mantienen inalterados. En los diferentes tipos de DCL- Deterioro cognitivo leve- acostumbran a darse los mismos cambios cerebrales que en las demencias, si bien la diferencia está en la extensión y la gravedad que en el DCL es mucho más limitado. Aunque no podemos predecir quien puede padecer de DCL, sí existen factores de riesgo que pueden propiciarlo, como factores genéticos, una tensión arterial alta, diabetes y mantenerse poco activo física, mental y socialmente. Los estudios indican que de un 10% a un 15% de personas diagnosticadas con DCL evolucionan anualmente a demencia y en los 5 años siguientes pueden llegar a ser un 60% a un 70%. Por tanto, el DCL a veces puede ser el inicio de una demencia, pero también puede ser un trastorno permanente estable e incluso puede ser reversible. 

Por otro lado, el diagnóstico de demencia es más grave que el de DCL ya que supone un deterioro de los "procesos cognitivos y comportamentales progresivo." El declive de los procesos cognitivos afecta a diferentes funciones mentales: memoria, atención, orientación espacial y temporal, pensamiento, emociones y lenguaje. Se producen cambios conductuales como la apatía, agitación, irritabilidad y agresividad. Hay muchos tipos de demencias y se pueden clasificar según una serie de criterios: edad de aparición, etiología, signos neurológicos, respuesta a los tratamientos. Con respecto a la etiología se diferencian las demencias degenerativas, las vasculares y las debida a varias causas. Por la zona cerebral afectada se diferencian: las demencias corticales como el alzhéimer, las subcorticales, como el parkinson y las axiales como el síndrome de Korsakoff. 

Sin duda, el Alzheimer es la demencia más frecuente. De hecho, representa el 60% de diagnóstico por demencia en Europa. El 10% de las personas mayores de 65 años y más del 50% de las personas mayores de 85 años en Occidente. Fue el neurólogo alemán Artois Alzheimer quien trató por primera vez un caso de Alzheimer en 1901. La paciente Auguste Deter de 51 años presentó un imparable deterioro cognitivo durante 4 años sin saber qué y por qué sucedía y sin saber cómo diagnosticarla. Su caso no encajaba en ninguna patología conocida. Cuando Deter murió, solicitó permiso para estudiar su cerebro. Los resultados publicados en 1906 dieron a conocer la enfermedad de Alzheimer. Se ha avanzado mucho en el conocimiento del Alzheimer.

Se diferencian tres etapas en la evolución de la enfermedad: la fase amnésica, la fase confusional y la fase demencial. La etapa amnésica se caracteriza por un déficit en la memoria a corto plazo y problemas para almacenar nueva información en la memoria a largo plazo, olvido de palabras, desorientación espacial, dificultades en el cálculo o en el razonamiento, cambios frecuetnes en el estado de ánimo. La etapa confusional se caracteriza por una mayor afectación de las funciones mentales en general, especialmente el lenguaje. Se presenta amnesia anterógrada y retrógrada con más profusión. Las dificultades espaciales, apraxias y agnosias son patentes. Aparecen las dificultades en actividades como viajar en transporte público, hacer la compra, cocinar o gestionar el día a día. La etapa demencial se caracteriza por un grave deterioro intelectual, emocional y comportamental. El deterioro de las facultades mentales reduce la capacidad del enfermo para las actividades diarias, imposibilitando su autonomía. Algunos enfermos llegan al mutismo o a la ecolalia. 


1 comentario:

  1. Lo leí con interés. Una vez creí que la enfermedad de Alzheimer no tiene cura. Bueno, es cierto con la medicina inglesa, pero no con la medicina herbal. La experiencia de mi papá me abrió los ojos a la realidad de una cura a través de hierbas. Mi padre era un hombre vibrante antes de su encuentro con el Alzheimer. Era un científico, por lo tanto, su capacidad mental nunca estuvo en duda. En 2015, le diagnosticaron Alzheimer. Los síntomas se manifiestan mediante la repetición de la conversación y el olvido gradual de las cosas. Se hizo progresivo desde encontrar las palabras correctas durante una conversación, hasta una confusión significativa y olvidar detalles sobre sí mismo. No fue una buena experiencia, ver a tu padre, cuya brillantez no tenía rival, se convirtió totalmente en una sombra de sí mismo. Sus médicos dijeron que la enfermedad no tiene cura, solo se le administraron medicamentos para el tratamiento que tuvieron muchos efectos secundarios. A principios de 2018, mientras estaba en Internet, me topé con una historia de Alzheimer y leí sobre una cura a través de hierbas con interés. Investigué más para asegurarme de que no era un engaño. En mi búsqueda, contacté al doctor Rohan con las hierbas mencionadas en el testimonio. Tengo su medicina herbal para mi padre. Han pasado 2 años y él está perfectamente bien y de regreso a su trabajo de laboratorio incluso a una edad avanzada. Para sus seres queridos con Alzheimer o demencia, quítelos de la medicina inglesa y use el tratamiento herbal Dr. Rohan. Se puede contactar al Dr. Rohan a través de dr.rohanronjohn@gmail.com

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